30 Días de Prueba Amorosa romance Capítulo 613

Los pasos de Félix se detuvieron, pero no se giró.

—¿Qué palabras? —dijo fríamente.

Camilo caminó con elegancia y lentitud al lado de Félix, mirándolo con una mirada profunda.

En un tono bajo, dijo:

—Si no lo aprovechamos, algunas personas desaparecerán para siempre.

Desaparecerá para siempre.

Estas pocas palabras fueron como agujas que se clavaban en el corazón de Félix, haciendo que su corazón realmente doliera y entrara en pánico.

Y lo que pasó por su mente sin reservas fue la cara de Gloria.

Mirándole con ojos distantes, llenos de frialdad y resistentes.

Aunque la tenía delante, le parecía que estaba muy lejos, como una bocanada de humo que se disipará al agarrarla.

Si no lo coges, estará muy lejos.

Esta sensación de impotencia hacía que Félix se sintiera deprimido y agitado.

No podía negar que Gloria era un ser diferente a él.

Pero, de nuevo, ella era para él...

—Lo estás pensando demasiado, no tengo nada a lo que aferrarme.

Félix se dio la vuelta, con un rostro frío.

Luego, frunció las comisuras de los labios con crudeza.

—Para mí, la única persona a la que debo aferrarme, proteger y atesorar es Rosaura. Es la única hija de mi familia García, y un tesoro que guardo en mi corazón. Camilo, no creas que no sé lo que tienes en mente. Pero, ¿crees que porque estoy con Gloria, podré perdonarte?

Lenguaje agudo, refutación directa.

Camilo se mantuvo erguido, y su expresión no cambió. Tenía una profunda indiferencia.

No lo niega, ni lo objeta.

Félix lo miró directamente, las comisuras de su boca se curvaron sarcásticamente, y su cuerpo se cubrió de hostilidad.

—¡Estás delirando!

Su voz era tan aguda como una espina.

—Camilo, si busco a Gloria, si la recojo, si la cuido, son todas compensaciones que debo hacer. Pero eso no significa que la vaya a perdonar por su engaño. Una mentira es una mentira, y no hay posibilidad de que sea perdonada. No tendré nada posible con Gloria, ¡así que deja de pensar en estupideces!

Cada palabra era certera y firme, sin posibilidad de cambio.

La mirada de Camilo se volvió oscura por un momento.

......

La habitación, con las luces apagadas, estaba a oscuras.

A la luz de la luna, se podían ver débilmente dos figuras tumbadas una al lado de la otra en la cama.

Se tomaron de la mano y cada una habló con honestidad.

Después de escuchar lo que Rosaura había dicho sobre sus experiencias durante este tiempo, Gloria se puso de lado con dolor en el corazón y abrazó a Rosaura.

Enterró su cabeza en el hombro de Rosaura, y dijo con la voz baja y un poco ahogada:

—Rosaura, has sufrido mucho.

Varias veces volvió de entre los muertos, cubierta de cicatrices y asustada.

Esto es algo que Gloria nunca pensó que encontraría, y mucho menos que Rosaura, que creció tranquila y cómodamente, se encontrara con estas cosas terribles.

En la oscuridad, Rosaura miraba el techo poco iluminado, con las comisuras de la boca fruncidas en una sonrisa de felicidad.

—Con Camilo alrededor, nada de esto es amargo —dijo lentamente.

Para Rosaura, ningún sufrimiento podía ser más reconfortante que el hecho de que Camilo siguiera vivo.

Incluso ahora, no se atrevía a recordar aquella vez en que vio la pluma rota de Camilo y el sentimiento de desesperación que casi le hizo perder el control cuando Lorenzo le dijo que Camilo estaba muerto.

Gloria parpadeó y preguntó en voz baja:

—¿Qué vais a hacer tú y Camilo después? Viendo esta situación, Félix... Tu hermano tampoco tiene la intención de aceptar a Camilo.

¿Pero qué pasaba con ella?

Ni siquiera estaba capacitada para amar.

Gloria sintió una punzada de indescriptible tristeza y desolación.

Ella se rio sin poder evitarlo, con su mejilla enterrada en el hombro de Rosaura, y murmuró débilmente:

—Rosaura, te envidio.

Aunque el camino que queda por delante es difícil, su corazón era brillante y muy decidido.

Rosaura extendió la mano y acarició el pelo de Gloria, riendo.

—¿Por qué me envidias? Si me envidias por tener un novio tan bueno como Camilo, tú también puedes hacerlo.

Su hermano también era excelente.

Y era la misma persona en la que Gloria tenía puesto su corazón.

Gloria sacudió la cabeza y se burló:

—¿Un novio? Todo este tiempo que he estado en problemas. He visto el mundo y estoy planeando convertirme en monja.

—¿Qué?

Rosaura giró la cabeza y, en la oscuridad, sus ojos ardieron.

—Has estado practicando en el templo todo este tiempo, ¿realmente piensas hacerte monja? —dijo con aprensión.

Antes de que Gloria regresara, Camilo le contó a Rosaura su situación.

También se enteró de que Gloria había estado cantando y rezando en el templo durante un tiempo, viviendo su vida casi como una monja.

Pero al final, todavía no se había convertido en monja, y Gloria era de una naturaleza espontánea y desenfrenada de polvo rojo, por lo que Rosaura ni siquiera creyó que se convertiría realmente en una.

Pero ahora que lo reflexionó, el temperamento de Gloria había cambiado drásticamente desde que regresó. Estaba muy abatida y silenciosa, como si hubiera una nube que no podía alejarse en todo su cuerpo.

En este estado, era muy fácil que se convierta en monja.

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