Las comisuras de la boca de Camilo se inclinaron hacia arriba en una sonrisa de reconocimiento, sus ojos no se detuvieron mucho en Amelia, y alcanzó casualmente la copa de vino.
Cuando podría haber acercado el vaso sin tocarlo, Amelia inclinó deliberadamente su mano hacia un lado y tocó los dedos de Camilo.
Luego, ella levantó la vista hacia él de repente, su mirada parpadeando como una ola que se tambalea.
Tentador.
Sin embargo, el rostro de Camilo se hundió violentamente, y un asco extremadamente evidente se deslizó por el fondo de sus ojos.
Sin apenas dudarlo, retiró la mano.
Un gesto de disgusto, sin un ápice de disimulo.
La sonrisa en el rostro de Amelia se congeló violentamente.
Siempre se había considerado hermosa y ningún hombre había sido capaz de poner los ojos en blanco al verla, incluso todos los hombres querían lanzarse sobre ella.
Nunca se había encontrado con algo así desde que nació.
Ella se sorprendió y se avergonzó aún más.
La mano que sujetaba el vaso estaba rígidamente congelada en el aire, con sus bonitas mejillas desoladamente blancas.
Eva no se sorprendió mucho por esto, era casi esperado.
Aunque Amelia sea hermosa, con la determinación de Camilo, aunque su corazón se conmueva, no lo mostrará delante de ella.
Más bien parecía que la belleza de Amelia ni siquiera le afectaba a Camilo.
Las comisuras de la boca de Eva se levantaron y su rostro se suavizó.
Sonriendo, dijo:
—Me olvidé de presentártela. Ella es la prima de Rosaura, Amelia, que también es una heredera de la línea de sangre de la familia García. Es filial y ha venido a verme, así que se ha pasado para ayudar a servir las bebidas. Yo ya no soy hábil para hacer estas cosas, estoy oxidada, así que espero que no te preocupes si no las hago bien.
A primera vista, era una palabra de alivio para Amelia, pero en realidad, también le estaba diciendo a Camilo quién era ella.
La hija de la línea lateral de la familia García, que también posee la línea de sangre para curar la enfermedad de la familia Talens.
Si Camilo la elige, su enfermedad se curará.
La expresión de Camilo volvió a ser sosa, frunció sus finos labios y asintió.
—Así que es una prima. Por favor, cuida de mí en el futuro.
La palabra prima separó al instante a los dos.
Las mejillas de Amelia se volvieron dos tonos más blancos.
No era que tuviera un mal comienzo, era simplemente que acababa de hacer un movimiento y se rompió.
Pero al fin y al cabo, Eva ya le había advertido, y Amelia podía resistir su indiferencia.
Amelia calmó su corazón y dijo con una suave sonrisa:
—Debo ser un poco más joven que tú, puedes llamarme Amelia.
Camilo frunció sus finos labios y simplemente no contestó.
Mantuvo la cortesía, pero no le dio ni un poco más de aire a Amelia.
El ambiente volvió a ser un poco incómodo.
La cara de Amelia era muy fea.
Pero en su corazón surgió un fuego de resentimiento, no había hombre en este mundo que no pudiera derribar.
Apretó los dientes y caminó un poco más hacia Camilo, entregándole el vaso.
—Este es un vino que he hecho yo, pruébalo y verás cómo sabe.
Camilo barrió la copa de vino, y vio que el dedo con la uña roja pulida arrastraba la copa.
Su mirada se oscureció ligeramente y su voz fue indiferente:
—Déjalo.
El movimiento de Amelia se congeló por completo.
Era como si se hubiera levantado frente a ella una pared de cristal transparente, fría, dura y helada, de modo que ya no tenía cara para adelantarse un poco.
Este hombre, aparentemente elegante y gentil, era en realidad un iceberg peligroso y convincente.
La nitidez era interna.
Eva observó cómo Amelia se estrellaba completamente contra la pared, con la mirada ligeramente ensombrecida.
Camilo habló con indiferencia mientras levantaba su copa de vino y brindaba por Eva.
—Tía, no tienes que agradecerme nada. Esta copa de vino es mi brindis por ti, para reparar el no haber podido concederte tu petición —dijo francamente.
Parecía serio, con la mirada fija en Eva.
Había una media palabra de promesa en sus ojos.
Siendo ignorada, Amelia se convirtió instantáneamente en un telón de fondo.
Camilo dijo que era hora de ir al grano, y si alguien tenía un problema con eso, tenía que irse.
Pero ella, no sólo trajo el vino.
Amelia se quedó tiesa, con cara de vergüenza.
Eva frunció ligeramente el ceño y miró a Amelia con cierta angustia.
Ella también era una hija mimada de la familia García, por lo que si se le entrega así a Camilo, si la tratan fríamente y tiene una mala vida en el futuro, tendría un destino pecaminoso.
Sin embargo, su corazón vaciló por un momento.
La mirada de Eva se tornó entonces firme, y sus ojos se oscurecieron mientras miraba la copa de vino que Camilo sostenía.
Ella cogió su vaso y lo levantó hacia Camilo, haciéndolo sonar.
—No te culpo, todos tenemos nuestras propias perspectivas. El resultado final dependerá de lo que cada uno sea capaz de hacer.
Sus palabras eran suaves, pero parecían una declaración de guerra.
Y entonces, cogiendo su vaso, se bebió el contenido de un tirón.
Camilo miró la brillante actitud de Eva y frunció sus finos labios, su mirada era profunda y compleja mientras miraba el vino en su mano.
Apretó ligeramente los dedos alrededor de su vaso.
La vacilación fue sólo breve, y la expresión indiferente de Camilo no revelaba ningún indicio de diferencia.
Levantó su copa y se bebió bruscamente todo el vino.
Eva miró el vaso vacío de Camilo, sus ojos parpadeaban con algo de culpa y algo de alivio...
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