El coche, que había estado aparcado de forma estable, se sacudió de repente con violencia y luego, antes de que nadie tuviera tiempo de reaccionar, se precipitó hacia abajo.
En un instante, las nalgas de Rosaura abandonaron el asiento y volaron hacia el techo del coche como si no tuvieran peso.
Su ojo estaba a punto de golpear el techo del coche.
—¡Se está derrumbando!
A sus oídos llegó la voz baja y reprimida de Camilo.
Se movió muy rápidamente, tirando de Rosaura en sus brazos y abrochando el cinturón de seguridad trasero alrededor de ella con un clic.
Al mismo tiempo, su alto cuerpo resistió la resistencia de la caída y todo su cuerpo se apretó contra el de ella.
Sin embargo, el fuerte abrazo del hombre hizo que el corazón de Rosaura entrara en pánico y miedo hasta el extremo.
¡Así conseguirá la máxima cantidad de daño!
Aturdida, miró por la ventanilla inclinada y vio en el exterior un estruendo de nieve y rocas que habían seguido a su coche mientras se derrumbaba.
Y en esa carretera, el colapso era tan grande en ese momento que los coches que estaban delante de ella casi se caen, y en la confusión, ni siquiera pudo ver a Félix y sus hombres.
¿También se han caído?
Ella no lo sabía.
Tampoco tuvo tiempo de pensar en ello. Al segundo siguiente, sintió un fuerte golpe, el cuerpo cayó por la ladera con estrépito y una tremenda sacudida que casi le destroza los huesos por completo.
Y el coche seguía rodando rápidamente cuesta abajo.
El dolor en su cuerpo era tan grande que no pudo aguantar y se desmayó.
...
No se sabía cuánto tiempo pasó, pero Rosaura volvió a abrir los ojos.
Frente a ella, había una oscuridad sin esperanza, como si estuviera en medio del infierno.
Se quedó aturdida durante un largo momento, sin poder volver a recobrar el sentido durante mucho tiempo, preguntándose si seguía viva.
O si cayó a su muerte.
En su mente, era como reproducir una película de terror al recordar la imagen de la caída desde la montaña nevada.
Se sentó en el coche y se dejó caer con Camilo.
¿Dónde está Camilo?
El corazón muerto de Rosaura latió de repente más rápido, y su cuerpo rígido se inyectó de fuerza en un instante.
Se apresuró a levantar la mano y trató de alcanzar a la persona que en un principio estaba presionada contra ella.
Sin embargo, cuando sus manos se movieron, se dio cuenta de que no había nadie presionado contra ella. No había nada, estaba vacío.
Rosaura se puso violentamente rígida y su rostro se volvió blanco como un fantasma en un instante.
Recordó que cuando se cayó, en medio de los violentos golpes, Camilo no llevaba cinturón de seguridad, sino que la sujetó con fuerza, recibiendo la mayor parte del impacto por ella.
Aun así, se desmayó por el dolor, así que Camilo no...
¡El daño fue más de diez veces mayor que el que ella!
—Camilo...
Rosaura habló temblorosamente con la voz ronca.
Su voz resonó en la oscuridad vacía, como si fuera tragada y no tuviera respuesta.
Alrededor, el silencio era aterrador.
Los nervios de Rosaura estaban casi tensos al extremo, como si fueran a romperse en cualquier momento.
¿Dónde está Camilo? ¿Qué pasó con Camilo? No se atrevió a pensar.
No pudo evitar el temblor de su cuerpo, y sus manos temblorosas tantearon al azar, tratando de encontrar ese toque familiar de calor.
Pero no sintió nada.
Lo único que había eran asientos fríos y ventanas frías.
—¡Camilo, Camilo! ¡¿Dónde estás?!
La voz de Rosaura temblaba incontrolablemente por el miedo, incluso llevaba un sollozo ahogado que era casi imposible de contener.
Había una oscuridad desconcertante que parecía engullirla.
Se estremeció y estuvo a punto de levantarse, pero en cuanto se movió, no hubo más que un dolor agudo que le llegaba de todo el cuerpo, incluso de los poros, y era el cinturón de seguridad tirando de ella.
—Mentiroso, me mentiste. Dijiste que no me dejarías sola. ¿Cómo pudiste mentirme? ¿Cómo pudiste...?
Los gritos roncos resonaban en la oscuridad, llenando el lugar de un dolor y una desesperación asfixiantes.
La oscuridad era como para aplastar a uno a la muerte y la destrucción.
—Ni lo pienses, te llevaré conmigo aunque me muera.
La voz apagada y grave del hombre, que apretaba los dientes, sonó en la oscuridad.
Pero sonó como música celestial a los oídos de Rosaura.
Todo su cuerpo se congeló, y las lágrimas no paraban de caer de sus ojos.
No podía ver nada, pero miraba con asombro al hombre que tenía delante, como si a través de la oscuridad transmitiera su asombro y su total alegría.
Su voz temblaba de alegría y mucha incertidumbre.
—¿Estás despierto?
¿Sigues vivo?
La voz de Camilo era rígida, profunda y lenta, pero con un toque de cariño.
—Estás llorando demasiado fuerte.
Ella lo despertó.
Sin embargo, las palabras coquetas hicieron que las cuerdas de la cabeza de Rosaura se rompieran.
La desesperación que casi la envolvía se dispersó en un instante.
¡No está muerto!
¡Genial! ¡Está bien!
Bajo el impacto de la extrema alegría, Rosaura abrazó con fuerza a Camilo, enterró su cabeza en su pecho y lloró con fuerza.
Se le quitó todo el miedo, el pánico y la ansiedad que acababa de sufrir.
Al sentir la gran humedad que se abrió instantáneamente frente a su pecho, Camilo se sintió desconsolado y quiso estirar la mano y acariciarla para consolarla, pero tan pronto como se movió, un dolor agudo surgió de su brazo, casi haciendo que se desmayara de nuevo por el dolor.
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