30 Días de Prueba Amorosa romance Capítulo 820

—No siento nada por él —dijo amargamente—. Esta vez es por Rosaura, por eso tengo que verlos. Para mí, Félix es sólo el hermano de mi mejor amiga.

—¿Eso es todo? —Carlos preguntó.

Gloria apretó los dedos y dijo con firmeza:

—Eso es todo.

Al ver la mirada decidida de Gloria, Carlos frunció el ceño y no pudo evitar preocuparse por alguien.

Parecía que Gloria se había decidido.

Pero a juzgar por la situación actual, parecía que a Félix le gustaba Gloria cada vez más, pero aún no lo sabía.

Después de pensarlo un rato, Carlos volvió a esbozar una sonrisa juguetona.

De repente, puso la mano en el hombro de Gloria.

—Como no tienes nada que ver con Félix, no podría pagarlo por ti. Mi dispositivo no tiene precio, y tú no puedes pagarlo. Cambiemos de otra manera. Me debes una condición. Cuando se me ocurra, podrás compensarme —dijo juguetonamente.

¿Una condición?

Gloria miró con recelo al hombre que tenía delante. Una mirada astuta apareció en sus ojos.

Quiso negarse instintivamente, la mano en su hombro parecía colocada con suavidad, pero había una fuerza invisible.

Si intentaba liberarse, sus huesos podrían romperse en el siguiente segundo.

Era obvio que el zorro sonriente la estaba amenazando.

Al ver que Gloria dudaba, Carlos se acercó a ella con una sonrisa.

—Señorita Pérez, ¿quiere retractarse de sus palabras? —dijo en voz baja, juguetona y peligrosa.

De repente, Gloria sintió una ráfaga de viento frío en la espalda.

Ella sabía que Carlos no era tan inofensivo como parecía. Era revoltoso y mataba a la gente sin pestañear.

Aunque era la mejor amiga de Rosaura y Carlos tendría algunos escrúpulos, era un hombre astuto y siempre quiso matarla. Tal vez un día la mataría de repente.

Gloria sintió un escalofrío en la espalda. Apretó los dientes y asintió.

—Mientras no sea perjudicial o irrazonable, lo haré dentro de mis posibilidades.

Después de introducir un montón de restricciones, Carlos aceptó fácilmente.

—Vale, trato hecho —la miró juguetonamente y sonrió como un zorro que consigue lo que quiere.

Lo que él quería que ella hiciera no era dañino, así que ignoró por completo su petición.

Gloria no pudo evitar sentirse nerviosa cuando le miró.

Se sintió como si hubiera caído en una trampa.

En ese momento, en la esquina, un par de ojos vieron en secreto la interacción entre los dos.

Desde su punto de vista, podía ver la sonrisa feliz del hombre, y Gloria estaba casi en sus brazos. Parecían muy íntimos.

—Sara, ¿quién es ese hombre? ¿Qué relación tiene con Gloria? ¿Por qué no lo he visto antes?

Los ojos de Ricardo Pérez se iluminaron de alegría.

Se había enterado por el criado de que había invitados en casa. Como amo de la familia, subió a recibirlos, pero no esperaba ver una escena tan caliente.

Resultó que su hija ya tenía novio.

Este joven parecía guapo y elegante. Era sin duda un buen marido.

Sara sonrió y contestó:

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: 30 Días de Prueba Amorosa