-Señorita Corral, está embarazada de trillizos y los fetos están sanos.
Las palabras del médico todavía resonaban en la cabeza de Selena mientras sostenía su cintura con una mano y un informe de ultrasonido 4D en la otra. Ya estaba embarazada de siete meses y debido a que eran trillizos, era más grande que otras mujeres embarazadas. De hecho, ella era incluso más grande que aquellas mujeres que estaban a punto de dar a luz.
No lograron obtener buenas fotos de los tres bebés con los escaríeos anteriores, pero finalmente tuvo las fotos que quería esta vez. «¡Se los voy a mostrar a Felipe! En definitiva, estará muy feliz de verlos».
Después de caminar un rato, se cansó y comenzó a jadear, por lo que encontró un banco y se sentó. Luego, miró con atención el informe del examen en sus manos; los rostros de los tres bebés eran visibles con mucha claridad.
~¿A quién se parecen? ¿A su papá o a su mamá?
De repente, una mano esbelta se acercó y le arrebató el informe. Cuando Selena miró hacia arriba con brusquedad, vio una cara familiar y hechizante. No era otra que Megan Corral, su hermana menor de otra madre. Megan era solo más joven que ella por unos seis meses; ella fue concebida durante un romance que su padre tuvo cuando la madre de Selena estaba embarazada.
—¡Devuélvemelo! —Selena se puso de pie con dificultad. Sosteniendo su vientre, se acercó para agarrar su informe del examen.
Sin embargo, la comisura de los labios de Megan se curvaba hacia arriba y sus cejas se levantaban mientras decía:
-Estos bastardos son tan feos que puedo decir que no son hijos de Felipe.
-¿De qué estás hablando?
Con un movimiento suave, Megan tiró el informe, que flotó hasta el suelo.
-Selena, ¿en verdad crees que vas a formar una familia con la Familia Lagos, eh? ¡Sigue soñando! La persona con la que dormiste esa noche no era Felipe en absoluto. -Entonces, Megan de repente se acercó a la oreja de Selena y le susurró—: Fue un b*stardo al azar que encontré para ti.
—¡Tú! —Selena miró a Megan en estado de conmoción. «¿Cómo es esto posible? Esa noche, era claramente Felipe...».
De repente, Megan cayó al suelo y agarró el brazo de Selena con ambas manos.
—¡Selena, lo siento! ¡No quise hacerlo! Puedes golpearme y regañarme como quieras, ¡pero por favor no lastimes a mi hijo!
Antes de que Selena pudiera reaccionar, un hombre se acercó de repente y la empujó lejos. Tropezando hacia atrás, su espalda golpeó la pared detrás de ella y un dolor sordo se extendió a través de ella.
-¿Qué demonios estás haciendo, Selena? -Felipe ayudó de manera apresurada a Megan. Esa mirada cariñosa en sus ojos hizo que los propios ojos de Selena se llenaran de lágrimas. «Los dos...».
—¡Felipe, por favor, discúlpate con Selena! Fui yo quien te arrebató del lado de mi hermana y quedé embarazada de tu bebé. Lo siento. Todo fue culpa mía. -Al instante, las lágrimas rodaron por las mejillas de Megan.
Felipe se volvió para mirar a Selena con frialdad y le preguntó a Megan:
—¿Sientes alguna incomodidad? ¿Quieres ir a ver a un médico?
Luego, Felipe ayudó a Megan a dar la vuelta y ambos caminaron hacia el otro lado. Solo entonces Selena recobró el sentido.
-¡No te vayas! ¡Tienes que darme una explicación! -Selena sostuvo su vientre y alcanzó a Felipe con gran dificultad. Tan pronto como ella sacó el brazo de Felipe, el hombre de manera inconsciente la arrojó lejos-. ¡Ah! -Ese movimiento repentino hizo que Selena cayera hacia atrás en el hueco de la escalera que estaba justo detrás de ella. Derribado, su voluminoso cuerpo comenzó a rodar por las escaleras.
El mundo parecía calmarse de repente. Selena levantó los párpados con dificultad y vio que encima de ella, el hombre que había amado durante siete años estaba sosteniendo a la otra mujer embarazada en lugar de ella...
El dolor en su cuerpo impregnaba sus sentidos; sintió que sus párpados se hacían cada vez más pesados. En el siguiente segundo, el mundo se oscureció.
Cuando volvió a abrir los ojos, se dio cuenta de que había sido despertada por un dolor tan intenso, que sintió como si todo su cuerpo se hubiera entumecido. Mientras tanto, el líquido transparente de la botella intravenosa fluía de manera constante en su cuerpo.
-¡Está despierta! -La enfermera la echó un vistazo y ajustó la velocidad de la infusión. Luego, continuó-: Como fue un nacimiento prematuro de trillizos, le hicieron una cesárea en el último minuto. Usted dio a luz a dos niños y una niña. —La enfermera se mordió el labio y desvió la mirada mientras agregaba-: Es una pena que los dos chicos...
Selena volvió sus ojos para mirarla con fijeza. En respuesta, la enfermera se apresuró a girar los ojos hacia el otro lado e inclinó la cabeza para recoger sus cosas. Entonces, ella parecía haber tomado una gran decisión antes de seguir diciendo:
-Están muertos. La niña está en la incubadora. -Después de decir eso, salió de la sala a toda prisa.
«Los dos chicos están muertos. Los dos chicos están muertos. Los dos chicos están muertos...». Estas fueron las únicas palabras que quedaron en la cabeza de Selena.
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