Adorables Trillizos: ¿Dónde estás, mamá? romance Capítulo 5

Más tarde, una fila de personas rodeó la Villa No. 3 en Jardines del Dragón. Entonces, se pudo ver a Pedro saliendo del auto y sus ojos oscuros parpadearon con una luz fría mientras inspeccionaba la villa.

Anoche, la información del GPS del espía fue localizada en el bar y la mujer por casualidad estaba allí e incluso tomó la iniciativa de presentarse ante él. Ahora, sus hijos habían desaparecido con esta mujer y sucedió que esta mujer también era vecina con él. Todo esto era una coincidencia.

Nicandro se adelantó y preguntó:

—Presidente Cazares, ¿deberíamos entrar?

—Retírense.

-¿Qué? -Nicandro no podía creer lo que escuchaban sus oídos. Había sido muy difícil para ellos localizarlos y llevar a cabo los bloqueos, pero ahora, ¿debían retirarse?

-Retírense —repitió Pedro, con la voz desprovista de toda emoción. Nunca le había gustado explicar nada a otras personas.

De manera obvia, Nicandro entendía el carácter de Pedro. Cualquier decisión que Pedro tomara, era obvio que tenía sus razones, por lo que Nicandro no tuvo más remedio que hacer que todos se retiraran de nuevo.

Después de eso, Pedro caminó en dirección a la puerta y la abrió con facilidad. Las decoraciones en la habitación también lo sorprendieron, pero luego las sospechas aumentaron en él de inmediato. ¡Este lugar fue preparado de manera específica para los niños! «¿Qué tan obvias podrían ser las intenciones de esta mujer?».

Sus pasos eran ligeros e insonoros mientras se colaba en el lugar. Pronto, llegó a la mitad de la sala de estar y se quedó quieto. De repente, pudo sentir con claridad un escalofrío viniendo detrás de él.

-¿De dónde saliste, ladrón? ¡¿Cómo te atreves a irrumpir en mi hogar?! -Selena acababa de apagar la estufa y salió de la cocina cuando sintió que algo no estaba del todo bien.

Al escuchar esa voz, Pedro sonrió y con lentitud se dio la vuelta. Cuando Selena vio esa cara, el arma en la mano casi cae al suelo. «¿No es este el mismo gigoló de anoche?». Le dio una palmada en la frente.

-Oye, ¿estás loco? Te di todo el dinero, así que, ¿no es demasiado para ti venir persiguiéndome a mi casa? — Luego, se apresuró a guardar el arma-. Las personas de tu profesión deben ser muy observadoras de la ética profesional, ¿verdad? Después de lo de anoche, tomarías el dinero y te irías. No nos debemos nada. Entonces, ¿por qué vienes a buscarme de nuevo?

Al ver al hombre, Selena tenía ganas de desaparecerse. Fue solo una mala conducta borracha anoche, así que ¿cómo pudo perseguirla hasta aquí? Por fortuna, dessica no estaba en casa en ese momento.

Mientras tanto, Pedro miró con atención a la mujer frente a él, pero no podía descifrarla en absoluto. No sabía si la mujer era demasiado buena actuando o si todo era solo una coincidencia. La mujer dobló las manos y miró a Pedro de manera lastimera.

-Te lo ruego; solo dime ¿cuánto dinero quieres? ¿No podemos fingir que nunca nos hemos conocido? Solo te presentaré a algunas otras mujeres ricas más tarde, ¿de acuerdo?

Mientras tanto, Jaime se frotó los ojos mientras salía de la habitación de arriba. Los dos estaban cansados de jugar y se habían quedado despiertos toda la noche, por lo que se quedaron dormidos arriba.

—Necesito orinar -dijo.

Cuando Selena escuchó eso, se preparó de manera apresurada a subir las escaleras y cuando pasó junto a Pedro, se acordó de susurrar:

-Hay niños en casa, así que mide tus palabras. -Después de decir eso, se apresuró arriba-. Está bien, te llevaré al baño.

Jaime se frotó los ojos de manera aturdido, luego fijó su mirada en el hombre de abajo. -¿Papá?

Selena tropezó y casi se derribó cuando escuchó eso.

«¡Santa m*erda! ¿Qué está pasando?».

Al mismo tiempo, Jaime pensó que estaba alucinando, por lo que una vez más se frotó los ojos y descubrió que su feroz padre estaba en verdad abajo.

—¡Papi!

Si Selena pensaba que estaba alucinando antes, entonces ahora estaba por completo segura de haber escuchado bien. Giró la cabeza para mirar a Pedro incrédula. Por un momento, señaló a Pedro, luego se volvió para señalar a Jaime, estaba tan sorprendida que sus labios temblaban.

-No hay necesidad de eso. Él ya me devolvió a mis hijos.

-¿Te los devolvió? ¿A qué te refieres? -Selena no entendía muy bien lo que estaba diciendo.

-Su... esposa está embarazada.

Cuando Selena escuchó esa respuesta, su rostro se llenó de sorpresa.

—¿De verdad? Eso es genial entonces. Este viejo malvado tiene mucha suerte de poder embarazar a su esposa a tal edad. Bueno, bueno. Al menos no tendrás que sacrificar a tus propios hijos.

-Así que estoy aquí para llevarlos a casa.

-¡No voy a volver contigo! -La voz de Jaime salió de arriba-. ¡Quiero estar con mi bella dama!

—¡Es mejor que salgas ahora o de lo contrario yo...! -Pedro gritó hacia arriba. Nunca mimó a sus hijos, a diferencia de su abuelo en casa que los mimó mucho. Además, a menudo estaba en viajes de negocios, por lo que sus dos

hijos no estaban muy cerca de él.

Sin embargo, este grito sorprendió a Selena.

-¡Oye, los asustarás así! Argh, ¡Actúas como si fueras su padrastro! Olvídalo. ¡Lo haré yo! —Luego, subió las escaleras y llamó a la puerta-. ¿Tienes hambre? Preparé una deliciosa comida. Es arroz con pina. ¿Lo quieres? También hay tartas recién horneadas y podemos hacer pan juntos más tarde, ¿de acuerdo?

Al escuchar esto, Pedro sintió ganas de reír. Esta mujer era tan feroz, pero no esperaba que hablara tan suave con los niños.

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