Alfa, El Padre De Mi Ex Me Enamoró romance Capítulo 8

―¿Embarazada, dices? ―Ikal se burló llenando el silencio que se había creado por tal noticia. ―¿Acaso no sabes tú que un lobo percibe a su hijo aun estando en el vientre de su madre y más considerando que tu pareja es el alfa? ―Tanok se sintió impactado, las palabras de Kato cruzaron su cabeza con tanta fuerza que dolió.

―No sé lo que pasó, pero pude concebir a un hijo, yo tendré al hijo del alfa. ―Lo miró ignorando todo lo que ha dicho. ―Y no voy a permitir que tú ni nadie me humille nuevamente, ¡Ahora seré la esposa de tu padre! ―Miró a Tanok. ―Es cierto, él fue mi pareja antes y estábamos próximos a casarnos, pero él decidió humillarme y dejarme por mi mejor amiga. ―Señaló a Katriona haciéndola blanco de todas las miradas. ―Es cierto, siento la conexión que tenemos y estar a tu lado me hace más fuerte, pero no podía aceptarte de corazón porque tu hijo fue quien me lastimó. ―Tanok se quedó en shock y la furia resurgió en él, ¿Ella le ocultó algo tan importante? ¿Qué le garantiza que no le haya ocultado que ese bebé que crece dentro de ella no es su hijo? Kato lo dijo, se la folló y ella tenía su olor, él lo percibió y decidió no creerlo.

―¡Estupideces! ―Insistió Ikal. ―¿Crees que puedes engañarnos a todos? ―Miró al consejo. ―Estoy seguro de que esta mujer se alió con el alfa enemigo para destruir a mi padre. ―Se acercó a ellos. ―Padre, no puedes creer a esta mujer, ¿Cuánto tiempo de embarazo tiene? ¿Cuatro semanas? Ya era tiempo de que tú supieras que había bebé. ―Tanok miró a su hijo. ―Por una vez en tu vida, créeme lo que te estoy diciendo. ―Lo miró a los ojos. ―Kato no la tendría cautiva sin aprovechar la oportunidad, es claro que te la devolvió sin más porque era conveniente para él.

―¿Cómo puedes decir algo como eso? ―Enola lo miró acongojada. ―Kato no me tocó, lo juro. ―Tanok sintió tanta ira que no soportó escucharla excusándose con tanta desesperación. ―No he estado con nadie más además de ti. ―Lo miró a los ojos. ―Por favor… debes creerme, yo…

―¡Ya basta! ―Gritó haciendo temblar a Enola. ―Por eso no me aceptabas. ―Apretó los puños con fuerza. ―Es por ese maldito que no hiciste caso a nuestro lazo, ¡Tú me traicionaste y pretendías engañarme para venderme con ese miserable!

―No es así. ―Negó una y otra vez. ―Por favor, debes creerme, el bebé es tuyo… yo… yo no sé por qué no puedes sentirlo, pero es tuyo. ―Lo tomó de las manos. ―No me hagas esto, por favor, créeme…

―¿Cómo creerle a una mujer que me ocultó algo tan importante? ―Ladeó la sonrisa haciendo un gesto que realmente asustó a Enola. ―Sabías de tu embarazo y no dijiste nada, fuiste pareja de mi hijo y decidiste callar, ahora pretendías casarte conmigo para hacerte con el poder necesario y traicionarme. ―Se separó de ella. ―¡Llévenla al calabozo, esta ceremonia es un error!

―No… por favor, Tanok. ―Enola intentó tocarlo, pero Ikal se lo evitó. ―Es tu bebé, te lo juro… te lo juro. ―Intentó soltarse de los guardias, quienes la arrastran sin miramientos. ―Por favor, no me hagas esto. ―Rogó llorando con desesperación.

―Ella había amenazado con vengarse de usted, alfa. ―Todos miraron a Katriona. ―El día que se marchó yo la vi y tontamente callé porque no la creí capaz. ―Bajó la mirada. ―Recibiré el castigo que usted ordene, pero realmente no la creí capaz de tanto.

―No… ―Enola se sintió diminuta por aquella última mirada que le dio el alfa, ¿Cómo cayó nuevamente en el juego de esos dos? ¿Cómo es posible que después de haberla lastimado tanto repitan lo mismo?

―Adentro, desvergonzada. ―El guerrero la tiró dentro de la celda haciendo que cayera de rodillas. ―Espero que el alfa se deshaga de ti y de tu hijo. ―La miró con asco. ―¿Cómo creíste que podrías traicionar a la manada? ―Enola se vio en ese frío y oscuro lugar, ¿Qué harán ahora con ella? ¿Acaso la matarán? ¿Le obligarán a abortar a su hijo? El solo pensamiento le creó dolor.

Tanok destruyó todo a su paso, las palabras, la sonrisa y la mirada burlona de Kato azotan su cabeza con violencia, ese miserable fue capaz de violar una regla tan poderosa como la es respetar a la pareja de un lobo. ¿Cómo fue tan incrédulo? ¿Por qué no se percató de todo lo que estaba pasando?

La rabia lo está consumiendo por completo, aun con la traición de esa humana su corazón sigue latiendo al ritmo de ella y su lobo desea estar cerca. Realmente furioso, fue a los calabozos, quiere mirarla a los ojos y que acepte todo su estúpid0 plan con ese imbécil que vio la oportunidad perfecta y la aprovechó.

Enola se encogió en la esquina al escuchar los fuertes pasos, ¿Acaso ya habían tomado una decisión? ¿Cómo puede ella demostrar que su hijo es del alfa y no del hombre que la secuestró?

―Tanok. ―Se puso en pie al verlo parado del otro lado de los barrotes. ―Estás aquí. ―Demostró felicidad, pero eso solo molestó más a Tanok.

―Quiero que me cuentes todo el plan. ―La miró con ojos rojos. ―Quiero que me digas a detalle cuál era la parte que debías cumplir para que ese imbécil pudiera derrotarme. ―Enola lo miró confundida, no entiende nada.

―¿Ya olvidaste lo que dije en la ceremonia? Estoy dispuesta a recibir cualquier castigo y el castigo que el alfa tiene para mí es forzarme a estar con él para vengarse de su luna. ―Se sentó sobre sus piernas. ―No es un secreto que el alfa Tanok odia a los humanos, el dolor lo hace perder el control y yo era la única persona cerca. Piénsalo, cielo, sabes perfectamente que la conexión de esos dos es fuerte, ¿Acaso viste las llamas de alguna otra ceremonia brillar como esa? ―Ikal lo recordó y sintió más furia, jamás había visto algo tan alucinante.

―Bien, pero si esto sale mal, será toda tu culpa, ¿Lo entiendes? ―Acarició su vientre. ―Cuida que no te lastime, no quiero que pierdas a mi hijo. ―Katriona besó los labios de su pareja y se puso en pie.

―Iré a prepararme, pronto el trono será tuyo. ―Corrió a la habitación para ponerse ropa más provocativa, finalmente podrá poner su plan en marcha y pronto ella será la luna de ese lugar.

Tanok ya no podía más por el alcohol, su corazón se siente tan débil que pareciera dejará de latir en cualquier momento, su lobo rasguñando y exigiendo estar cerca de su luna lo tortura como el peor de los castigos.

¿Por qué la Diosa Luna bendeciría esa unión aun sabiendo los crueles planes que esa mujer tenía en su contra? ¿Por qué el destino es tan cruel como para darle finalmente una pareja y que fuera solamente para traicionarlo y ayudar a su enemigo? ¿Por qué ese bastardo tocó a su mujer? Tiró la botella al piso lleno de rabia.

―¿Quién es? ―Preguntó con la lengua enredada, ni siquiera puede ver bien por la borrachera.

―Vengo a apaciguar su dolor, mi alfa. ―Katriona se desnudó frente a la mirada perdida del hombre. ―No debe sufrir más por esa desvergonzada, ella no merece su dolor. ―Se acercó a él y acarició su cabello. ―Tómeme, alfa, hágale lo que ella le hizo a usted. ―Acercó lentamente los labios a los de él y al ver que aun intentando quitarse no podía, aprovechó para besarlo.

Enola sintió un dolor extremo en su pecho, tan fuerte que la hizo despertar agitada, ¿Qué estaba pasando? Se preguntó por la agonía que siente en su ser. ¿Por qué siente como que va a morir?

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