Amante peligroso romance Capítulo 196

El mayordomo de la familia García tenía un estatus mucho más alto que Patricio. Siguió a Alejandro con todo su corazón, obviamente, solo obedecía a Alejandro, y también era la persona más confiada por Alejandro. Pero nunca le escuchó decir de que tenía planeado algo para alejar a Denis utilizando a su enfermedad... En ese momento, se sintió molesto en su corazón y adivinó algo.

Pero ahora, no podía decirle a Joaquín lo que estaba adivinando en su corazón.

-Señor Joaquín, he servido al señor Alejandro por toda mi vida. Según la lógica, si el señor realmente quiere secuestrar a la señorita... señora Denis, seguramente lo sabré.-

Dijo Carlos sinceramente.

-Señor Joaquín, le juro que esta vez, de verdad, el señor Alejandro no le hizo nada a la señora Denis utilizando su enfermedad.-

Joaquín miró ligeramente a Carlos que estaba en frente a él. Con respecto a este mayordomo que siempre sirvió a su abuelo, que también se podía decir que vio a Joaquín crecer desde cuando era niño. Según el conocimiento hacia él, Joaquín no creía que le estaba mintiendo en este momento.

Entonces… ¿Realmente no tenía nada que ver con el abuelo?

Eso par de ojos rasgados, indiferentes y profundos, con largas pestañas que colgaban hacia abajo y pensó profundamente, si no fuera el abuelo ... ¿entonces quién sería?

De repente apretó el puño... ¡Da igual quien sea!

Carlos estaba en frente de Joaquín y en este momento, en su rostro que estaba cubierto por las marcas de la edad, ¡estaba lleno de horror!

Carlos se hizo una mueca de dolor... Según en su memoria, esta pinta del asesino del señor Joaquín, ¡no lo había visto en mucho tiempo!

-Señor Joaquín, ¿qué quiere hacer?-

Carlos se acercó corriendo y detuvo a Joaquín, quien se volvió para irse.

-¡Apártate!-

-¡Señor Joaquín, no sea impulsivo!-

No, no debía dejar que el señor Joaquín se fuera ahora, de lo contrario, ¡nadie sabría lo que haría!

¡Carlos estaba extremadamente ansioso!

-¡La que se ha desaparecido es mi mujer! ¡Cómo quieres que me calme! ¡Déjame ir! Tú también formas una parte de la familia García, no quiero hacerte daño.-

La cara fría y helada del hombre, le dio ligeramente un reojo con la mirada fría al viejo mayordomo y se quedó paralizada.

-¡Andrés, apártalo!-

Andrés inmediatamente dio un paso adelante. Carlos no podía detener a Joaquín, pero Andrés se lo tiró sin hacer esfuerzo. Según sus conocimientos de tantos años, comprendió de inmediato lo que debía hacer en ese momento.

¡No dejas al señor Joaquín se salga de aquí! …Los ojos de Carlos brillaron, y dejó de perseguir a Joaquín, giró su dirección y corrió rápidamente hacia la puerta de emergencia.

-¡Atrápalo!-

Joaquín resopló tranquilamente. Andrés enseguida agarró a Carlos por detrás velozmente.

-Lo siento, las cosas van apuradas. No puedo controlar mi fuerza.-

Le dijo Andrés a Carlos con cara de póquer.

Los ojos de Joaquín, levemente grises, se dirigieron al viejo mayordomo y cayeron sobre el rostro de Andrés.

-Vigílalo.-

Los ojos rasgados se dirigieron lentamente hacia la puerta de la sala de emergencias, sus ojos oscuros entrecerrados y sus finos labios pronunciaron, -Y... ¡también a esa puerta!-

No había eliminado por completo la sospecha del anciano tumbado detrás esa puerta.

Carlos lo entendió en un instante, y se puso sus ojos muy abiertos.

-¡Señor Joaquín! ¡No puedes!-

Vigilar a él y a la puerta donde estaba el señor Alejandro... ¡¿No era eso otra forma de encarcelamiento?!

Miró sorprendido a la silueta que salió apresuradamente de la salida, ¡no podía creerlo!

-¡Andrés, suéltame! ¡Ve a detener al señor Joaquín, el señor Alejandro nunca querrá que el señor Joaquín haga algo que dañe la reputación de la familia García!-

Carlos estaba preocupado, pero Andrés permanecía inmóvil, y entonces le gritó ansiosamente, -¡Apúrate! ¿Por qué sujetas tan fuerte?-

-Perdóname, aunque eres más mayor que yo, pero cada uno servimos al diferente señor.-

El significado detrás de esta frase era que él sólo obedecía a Joaquín.

-¡Tú! ¡Lo estás haciendo mal por el señor Joaquín!-

-El jefe tiene su propio plan.-

En este lado, Andrés vigilaba a Alejandro y a sus gentes y el móvil de Carlos fue roto -accidentalmente-.

De otro lado, Joaquín activó ansiosamente todos los contactos que pudo para buscar a Denis.

De hecho, sabía que algo le había pasado a esa mujer. Pero todavía esperaba que todo sea un malentendido. Así que, en el camino, por un lado, controlaba remotamente a sus contactos que había enviado afuera, y por otro lado llamaba cada cinco minutos a casa, para preguntar a Guillermo si la mujer había vuelto a casa... Aunque sabía que, si la mujer regrese a casa, Guillermo, obviamente le notificará al primer minuto.

Cuanto más le parpadeaba el párpado izquierdo, más le entraba un pánico irracional en su corazón. Era algo que Joaquín nunca había experimentado en su vida.

El hombre del coche ya había torcido las cejas en un hilo.

Su coche iba súper rápido en la carretera la dirección en la que se dirigía, ¡claramente era la casa de la familia Alonso!

Frente a la puerta de la casa de la familia Alonso, hubo un sonido repentino de frenos, el motor rugió e hizo otro ruido fuerte.

Este sonido hizo que el corazón de Yanet, quien estaba bebiendo té, se alborotó de repente, y la taza que tenía en la mano se cayó al suelo rompiéndose en pedazos.

-¿Qué…qué está pasando?-

Y Samuel, quien acababa de ir al despacho, también se sorprendió por el fuerte ruido. Se levantó apresuradamente, se acercó a la ventana y miró hacia abajo... Enseguida, ¡su rostro se tensó!

¡Era el coche de Joaquín!

En ese momento, pasaron innumerables suposiciones en el corazón de Samuel... ¿Para qué vino?

¿No debería estar Joaquín en el hospital esperando a Alejandro?

Acaso era por...

Hubo innumerables suposiciones, pero no se atrevió en dudar en salir por la puerta del estudio y bajó corriendo por las escaleras.

-¡Samuel, donde está Denis!-

Samuel dijo con rigidez, -Denis ya se fue...-

-¡No vine a escuchar tus tonterías!-

-Yo... de verdad no lo sé. ¿Denis no fue allí? Pero vino la señorita Laia a recogerla personalmente. Joaquín, ¿podría ser que las dos se querían divertirse y se fueron de compras?-

Samuel sintió como que había venido un gran enemigo a la casa Alonso y en ese momento, Denis fue despertado por una palangana de agua fría en un viejo almacén.

Había una vieja lámpara incandescente sobre su cabeza. Seguía utilizándose el tipo de bombilla vieja que muchas personas usaban en años de 1980 y 1990.

Cuando se despertó lentamente y abrió los ojos, se quedó deslumbrada por la luz de esta vieja lámpara incandescente. Inconscientemente quería levantar la mano para bloquear la luz, pero no podía moverse. Bajó los ojos y se acercó para averiguarlo. Estaba atada en una silla y tenía las manos atadas detrás del respaldo de la silla.

-¡Por fin te has despertado!-

Una voz sonó abruptamente.

Denis miró hacia arriba, y cuando vio la figura, mostrando una risa de burla,o sea, una sonrisa irónica.

-¡Todavía te atreves a reír!-

Frente a los secuestradores extremadamente enojados, la reacción de Denis fue más allá de la calma y esto no lo esperaban.

¡Pero su calma era insoportable para las personas que estaban frente a ella!

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