Amante peligroso romance Capítulo 36

Macaria respiró profundamente, le miró atónito. La hermosa cara se puso roja como un tomate.

La faz se volvió más feroz-Dice que yo no tengo el amor verdadero. Al contrario, te vendes a tú misma de manera inmoral, ¿lo logras?

Incluso Denis no lo aguantó, y se encapotó ligeramente. ¿Quién hubo dicho que el amor de Macario no era verdadero?

Ella solamente le preguntó cuánta parte de su gusto ocupaban las emociones auténticas.

Denis bajó la cabeza. Durante tres años, el orgullo suyo se agotó, pero la inteligencia no se pudo quitar.

Era obviamente que de la razón que Macaria se conmovió tanto tenía la única posibilidad, sus palabras acertaron justamente a la herida de ellla.

Denis se movió la cabeza.

-¿Qué haces? Eres una paria, no solo se humillas ante el dinero, sino que provocas a los hombres por dondequiera. ¿Qué significa tu movimiento de cabeza? ¿Me estás negando? Denis Alonso, te lo digo: todo el mundo pondrá despreciarte, pero al réves, no.

La chica tembló por lo que le dijo, con la bajada cabeza parecida más deprimida en ese momento. De veras, todo el mundo podía desdeñarle, pero ella no era capaz de despreciar a nadie.

-Joaquín García, ¿estás contento?

-Ah... tal vez esta sea Denis Alonso que la quieres.

Cerró los ojos, solo una idea le repercutía en el mente, la cual era el dinero.

Ella no servía para nada sin dinero. Pero si lo tuviera, lograría todo.

Macaria le echó una mirada con aversión. Se quitó el apetito de repente cuando le vio la apariencia pesada. Le hizo una mueca de desdén,

-En definitiva, recuerda que eres una coja, no intentes seducir a Norberto.-Al final, se volvió y se dirigió a su habitación indiferentemente. Únicamente le dijó a Denis una espalda glacial.

Amasando el entrecejo, Denis no prestó atención a otras cosas. Tras tomar un baño caliente, se metió en la cama.

El tiempo como ese día, si no encendió el aire acondicionado, apenas aguantaría el calor. pero Denis sintió escalofríos.

Por eso, se envolvió más en la frazada como si fuera un rollo, parecía poder calentarse de esa manera.

A través de la ventana, sonó el pitido de un pájaro que no se sabía quién lo cría. Entre el sonido, ella concilió el sueño tranquilamente.

-Oye, ¡oye! ¡levántate!

Le dio unos empujones descortésmente. Denis se despertó, abrió los ojos, vio a Macaria.

Estaba confusa, y se sintió caliente la cabeza. Murmuró sin pensar,

-No me toques, estoy meneada.

La mano de Macaria que le estaba empujando se detuvo. En el siguiente segundo, dio una risa sarcástica,

-¿Crees que yo quiero venir a tu habitación? Vengas, levántate, ya es la hora. Duermes tan profundo como si fuera un cerdo, ¿Sebes qué hora es? ¿No vas a trabajar?

-La vez pasada no fuiste a trabajar, lo cual causó que yo me reprochcó Ivana. No quiero que me critique ella de nuevo a causa de ti. Levántate, arregla de prisa y va a trabajar.

¿Ir a trabajar?

¡Ir a trabajar!

La chica se quedó en un estado de confusión debido a la fiebre. Al oír que Macaria le contó tanto, su mente era aún más desordenado.

A pesar de que estaba meneada, pero las palabras ¨ir a trabajar¨ como si fueran una bomba, le despertó el ruido de repente. ¡Ir a trabajar!

Levantó la frazada y se alzó. No solo se movía deprisa, sino que sentía que el dolor extendía por todo su cuerpo, por eso casi se cayó en el suelo de repente.

Macaria arrugó el entrecejo y le dijo descontentamente-Date prisa, ¿juegas un paple con tanta lentitud? Aquí no hay hombre, ¿a quién le enseñas la obra?

Denis no hizo caso de que Macaria le ironizó indiferentemente, y se vestió de abrigo y calzó los zapatos silenciosamente.

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