Amante peligroso romance Capítulo 45

Nadie esperaba que Norberto preguntara esto de repente.

Hasta el aire se congeló en aquel momento, y los vellos de Macaria se erizaron debido a los nervios que sentía.

-¿Sí? Denis, ¿Es verdad?¿Sí o No? Todo es muy fácil, y basta que me respondas con solo una palabra.

Denis notó claramente la mirada asustada y nerviosa de Macaria.

Levantando lentamente la cabeza, miró a Norberto. Abriendo lentamente la boca, curvó sus labios para dar una sonrisa, diciendo

-Por supuesto.

La ropa trasera de Macaria estaba empapada de sudor, y sentía como haber montada en una montaña rusa. Esta sensación sería algo que no quería volver a tener en toda su vida. Arrojó una mirada con un humor muy complicado a Denis, quien le daba mucha presión intangible e insulto más grave.

Posiblemente Macaria tampoco se diera cuenta de que despreciaba tanto a Denis, y que cuanto más la despreciaba, sentiría más distorsión en su interior al que Denis superaba sus expectativas.

Fue salvada por Denis, a quien despreciaba.

Era como si un genio con un cociente intelectual de 180, fuera salvado por un tonto. Eso sólo le dio más rabia en lugar de la gratitud.

-Señor Martínez, si no hay nada más, voy a trabajar.- dijo Denis, quien ya no quería involucrarse con este playboy algo pródigo, no solo por Macaria, sino que ahora no le quedó nada más que este cuerpo vacío.

Denis se dio la vuelta y se marchó.

Norberto siguió observándola. No volvió a mirar a Macaria hasta que Denis se desapareció en su vista. Una sonrisa fría brilló bajo sus ojos, no creyó ni una palabra de lo que había dicho esta mujer llamada Macaria.

¿De verdad creía que este señorito de la familia Martínez solo sabía divertirse y no tenía cerebro?

-¿Estarás ocupada después?-

Macaria se sintió sorprendida y afortunada, ¿Acaso el señor Martínez estaba mostrando el cariño a ella?

-No, no estaré ocupada hoy.- Aunque estuviera ocupada, tendría que estar disponible.

Macaria apretó el puño con nerviosismo, pensando que el señor Martínez podría estar planeando ...

Estaba llena de expectación.

Desde los finos labios casi transparentes de Norberto se pronunciaron unas palabras significativas

-Qué bueno que no estés ocupada.- Luego, con las manos en los bolsillos, pasó por delante de Macaria y se marchó sin prisa, dejando a Macaria confusa. “ ¿Qué significó eso?”

Norberto de repente le preguntó si estaba ocupada, pero se fue directamente después de hacer solo una pregunta. ¿Y eso?

“¿Qué implicó el Señor Martínez con esto?”

El corazón de Macaria sentía un picazón horrible como si diez mil hormigas estuvieran arrastrándolo. No le quedó más remdio que aguantarlo e irse a trabajar. Sin embargo, siempre se ponía distraída Arturo rante el trabajo.

-Macaria, sube a la habitación 603 en el sexto piso.-

La capataz entregó a Macaria la bandeja de frutas en su mano y le advirtió

-Hazlo bien.-

-¿Pero... no sería Eva quien se encarga de servir la habitación 603 hoy?-

La capataz echó una ojeada a Macaria y le dijo:

-Alguien te ha designado para ir allá, date prisa. No te entretengas.-

-Oh ... oh oh. Vale-

...

En la habitación 603

Norberto levantó una copa de vino tinto, saludando con risa a varios hombres de mediana edad que estaban en el sofá,

-Señor Arturo, disfrútese hoy. Yo lo pagaré.-

Después de decir eso, agotó la copa de un trago. La dejó y dijo:

Macaria se sintió profundamente insultada, dijo:

-Señor, solo soy ...¡camarera!

Ella enfatizó deliberadamente la palabra camarera, esperando que este cliente entendiera que ella no acompañaba las bebidas, pero el Jefe Arturo, así como los otros jefes ya habían preconcebido la idea de que Macaria era la mujer intersante, a la que Norberto había mencionado deliberadamente antes, que entraría por la puerta.

La palabra interesante tenía un significado diferente.

El Jefe Arturo no hizo caso la protesta de Macaria, y solo pensó que ella estaba ocultando su deseo de atenderlos con los rechazos falsos. En vez de sentirse molesto, dijo con mucha amabilidad sonriéndose

-Siéntate, no importa si eres una camarera o no. Todos los empleados del Emperador Internacional, incluso un limpiador, tienen que cumplir con el reglamento de la empresa, ¿verdad?-

Esto fue dicho con inteligencia sin haber humillado a Macaria ni emitir nada de enojo. Macaria solo pudo apretar los dientes y resignarse, diciendo

-Realmente soy una camarera, no acompaño a los clientes a beber.-

Por sorpresa, al que el Jefe Arturo escuchó esto, él y los otros viejos jefes de aproximadamente la misma edad en el sofá, se miraron y sonrieron. No obstante, aquella sonrisa a Macaria le pareció que tuviera otro significado.

-No te pido que acompañes a beber.-

Bebemos por nuestra cuenta. Beber no es adecuado para una chica como tú.- El Jefe Arturo terminó sus palabras calmado. Un hombre calvo de mediana edad que estaba a su lado intervino farfullando por unos segundos, luego los dos hombres que estaban con él también farfullaron por un rato. Luego Macarcia vio que este esbelto hombre de mediana edad con gafas les respondió en un idioma extranjero. Parecían estar comunicándose sobre algo. Luego, habló de algo con su propios guardaespaldas en cantonés.

Hasta aquel entonces se dio cuenta Macaria de que este esbelto hombre con gafas era un comerciante de Hong Kong, mientras que los hombres que farfullaban eran empresarios japoneses.

¿Un comerciante de Hong Kong trajo a tres empresarios japoneses al Emperador Internacional?

Aunque Macaria fuera tonta, sabría que era mejor marcharse inmediatamente. Estaba a punto de levantar los pies para irse, cuando el Jefe Arturo dijo sonriendo

-¿Cómo podemos dejar a la señorita Jiménez que se vaya así? De hecho, nos te han recomendado encarecidamente diciendo que señorita Jiménez es una persona bien interesante.-

Diciendo eso, su voz se volvió indiferente súbitamente

-Bernardo Azarola, cuida bien de la señorita Jiménez.-

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