Amor desgarrado romance Capítulo 31

Capítulo 31: ¡No mates a mi bebé!

Hector me empujaba con tanta fuerza que sentía un dolor en la columna y un dolor sordo en el abdominal.

La puerta se cerraba y la policía se apresuraba a cerrar la puerta con un candado.

Corría tras él, agarrándome a la pequeña ventana de la puerta y gritando,

-¡Hector, estoy embarazada de tu bebé-

-¡Entonces lleva a tu bebé a morir juntos!-

En el pasillo oscuro, había una fría maldición del hombre.

¡Me quedaba quieta, agraviada,y enojada!

Al día siguiente estaba en la cárcel, veía a Yonatán, y me decía que me ayudaba a encontrar un abogado.

Pero más tarde, me decía embarazosamente que los abogados experimentados no estaban dispuestos a tomar este caso, solo algunos abogados nuevos querían intentarlo, aunque no había mucha esperanza, esperaba que no me daba por vencida.

¿No me daba por vencida? ¡Cómo podía no darme por vencida!

Un mes después, se abría la primera instancia, me había sido llevada al juzgado y parada en el banquillo de los acusados.

Jimena estaba sentada en una silla de ruedas, con un hermoso vestido, su largo cabello convertido en un hermoso moño y su maquillaje era decente.

Sin embargo, yo me vestía uniforme de prisión y mi rostro estaba demacrado.

Parecía que estaba mapeando las dos vidas a partir de ahora.

El abogado nuevo que Yonatán contrataba para mi evidentemente no tenía experiencia, y luego se quedaba sin palabras por varias preguntas.

El resultado era el mismo que imaginaba,

Era condenada a un año y medio por lesión intencional.

Al terminar, me negaba a aceptar y presentaba un recurso de apelación, que poco después era rechazado.

Iba a la cárcel.

En ese momento, mi barriga era revelando poco a poco y me daba cuenta de que era una vida, al entrar a la cárcel, le decía a la funcionaria de prisiones, -¡Estoy embarazada!-

La funcionaria de prisiones levantaba mi ropa, miraba a mi abdominal y me daba una pruebas de embarazo para que me revisaba.

Después de confirmar que estaba embarazada, me colocaba en una celda única, y informaba a su superiores.

En ese momento, pensaba que al menos podía hacer fianza médica, y daba a luz al bebé.

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