Ella estaba mirando fijamente la foto, completamente absorta.
¿Cómo podía seguir sintiendo algo por él?
Le dolía un poco el corazón.
No bendeciría esa unión, n
o lo haría.
"¡Ángela, ¿qué estás pensando?! ¡Estos dos niños me están molestando y no vienes a ayudarme!", Mike se acercó al sofá, la levantó y se puso detrás de ella.
La expresión en su rostro volvió a la normalidad al instante.
"Ian, ¿cómo va lo de cambiarte de escuela? Ya te lo había mencionado antes", preguntó.
El ambiente en la sala se volvió tenso de repente.
"¿Mi hermano irá al mismo jardín de infantes que yo?", preguntó Rita emocionada.
"No, tu hermano va a la escuela primaria", respondió Ángela e Ian asintió en acuerdo.
Aunque su relación con Soley no era tan mala como antes, de todos modos Soley estaba con Stuardo.
Él y Stuardo no se soportaban.
Así que alejarse del Instituto Internacional de Ángela, lejos de Soley, era alejarse de todos los problemas.
"¡Ay!, ¿por qué mi hermano va a la escuela primaria y yo al jardín de infantes? ¡Yo también quiero ir a la escuela primaria!", se quejó Rita, agarrando la mano de Ángela.
Begoña la levantó en brazos: "Rita, aunque quisieras ir a la escuela primaria, tendrías que esperar a que tu hermano se adapte primero, ¿vale?"
"Bueno... ¡Está bien!"
Ángela sonrió y dijo: "Rita, hay un examen de ingreso para la escuela primaria. Primero veamos si tu hermano puede pasar la prueba."
Rita se quedó perpleja: "Eh... suena difícil, ¡mejor me quedo en el jardín de infantes!"
A las once de la noche, comenzó a nevar fuertemente.
Cuando Ángela abrió la ventana del baño, vio el paisaje afuera.
Abrió las cortinas del dormitorio y viendo
los copos de nieve cayendo afuera, su corazón se calmó de repente.
Recordó su pasado, las tormentas que atravesaron antes de que ella y Stuardo se separaran.
Para una vida, solo la vida y la muerte son lo más importante.
Comparado con las otras camisas de marca y trajes en el armario, parecía fuera de lugar.
No lo había usado desde que se separaron.
No sabía por qué, pero decidió ponerse ese suéter.
El suéter era cálido, pero su corazón estaba frío.
Ese día, Yolanda lo invitó a salir de compras, así que f
ue con ella.
Pasaron por una joyería y ella se sintió atraída por las joyas de dentro.
Ella eligió un anillo muy barato y él pagó sin pensarlo dos veces, c
omo si el anillo fuera un regalo para ella.
Todavía no la amaba, p
ero era muy tranquila y nunca lo molestaba.
Si tuviera que casarse con una mujer, una mujer quizás estar con ella no sería insoportable.
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