Amor, Guerra&Mi Marido Vegetativo romance Capítulo 384

¡De repente sus preguntas le hicieron arrugar la frente!

¿De qué estaba hablando?

¿Le estaba preguntando qué había ocurrido entre ella y su madre?

¡Qué extraño!

¿Acaso no podía preguntarle a su propia madre?

Lo que era aún más raro es que Delfina no dijo que le contaría todo, ¿verdad?

Había pasado más de una hora, ¿acaso la señora Delfina no le había dicho nada todavía?

Tomó un poco de agua intentando calmarse.

“¿Por qué no le preguntas a tu madre?” dijo, ya sospechando algo.

¿Acaso había sucedido algo que impidió que Delfina le contara la verdad a Stuardo?

“Mi madre murió," dijo con voz pesada. "La última llamada que hizo antes de morir fue a ti. Por eso quiero saber qué hablaron.”

Ella rápidamente dejó el vaso de agua y susurró: “¿Tu madre murió? ¿Qué pasó?”

“¡Responde mi pregunta! ¿Qué hablaron en la llamada?” ¡Estaba perdiendo la paciencia!

Al principio, pensó que la muerte de su madre había sido un accidente. Pero ahora está empezando a tener dudas.

¿Cómo pudo mi madre caerse repentinamente después de vivir allí durante décadas?

¿Había recibido algún tipo de shock antes de caerse?

¡La última llamada en su celular a Ángela era demasiado sospechosa!

Los dos no habían estado en contacto durante mucho tiempo. ¿Por qué de repente hablaron por teléfono durante cinco minutos?

Ángela estaba roja como un tomate por sus preguntas.

Le tenía miedo a la verdad que Delfina podría haberle dicho. Pero nunca pensó que Delfina moriría.

La muerte de Delfina no tenía nada que ver con ella, ¡pero su tono parecía acusarla de matar a su madre!

No era él el que estaba pidiendo demasiado, ¡era ella!

“¡Si quieres culparme por la muerte de tu madre, entonces hazlo!” dijo Ángela. “Stuardo, te odiaré tanto como te amé. Nunca más tendré esperanzas contigo. Recordaré siempre hoy y cómo dijiste que yo maté a tu madre.”

Dijo todo lo que tenía en mente de una vez.

Ella no podía sentir lo doloroso que era todo lo que él decía.

¡Porque su dolor era aún más profundo!

Esa mañana, su madre la había regañado. Y ahora, después de su muerte, él sospechaba que ella era la responsable.

¡Era absurdo!

Sus palabras hicieron que su corazón se enfriara y se endureciera.

Si ella lo odiaba tanto y ya no podía amarlo, ¿por qué debería mostrarle misericordia?

“¡Traigan a Ángela aquí!” le ordenó a su guardaespaldas.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Amor, Guerra&Mi Marido Vegetativo