Amor profundo: insaciable amante romance Capítulo 100

La expresión de Felipe se puso tan aterradora que Melina estaba asustada.

—¿Crees que puedes detenerme así? No te tengo miedo.

« Felipe, debes morir.»

Melina se rió y dijo:

—Hoy es el día más feliz que he vivido durante tantos años. Te prometo organizar una fiesta para celebrar tu muerte.

«¡Muere!¡Muere ahora mismo!»

Las pupilas de Felipe se dilataban, lo que era una señal de que la gente estaba a punto de morir.

«Por fin morirás.»

Fue un gran placer para Melina presenciar el sufrimiento de Felipe.

De repente, en el electrocardiograma de Felipe se mostró una línea recta.

Melina comenzó a reír burlona y descaradamente, observando fríamente cómo se detenía el corazón de Felipe antes de fingir que estaba preocupada y pulsar el timbre de emergencia.

—¡Papá! ¿Estás bien?

De repente, se abrió la puerta.

Vanesa corrió hacia la cama y apartó a Melina. Ella lloró a moco tenido. Agarró la mano de Felipe llamando:

—¡Papá! Papá, mírame, soy Vanesa. Papá, espera, el médico llegará pronto, papá...

Melina se quedó a un lado, observando la escena con diferencia.

«¡Qué bien!»

Los médicos y enfermeras llegaron de inmediato, rodearon a Felipe y le aplicaron descargas eléctricas una y otra vez para recuperarlo. Sin embargo, pasó media hora...

Felipe no reaccionó y después el médico confirmó que el paciente ya falleció.

El ambiente en la habitación era pesado.

—Lo siento, hemos hecho el mayor esfuerzo.

La voz del médico también era pesada, pero no dijo nada más. Los médicos y enfermeras se fueron uno tras otro. Vanesa estaba parada en la habitación, no sabía qué hacer.

«¡No! ¡No puede ser!»

—¡Papá no está muerto, no!

Vanesa caminó hacia la cama mientras hablaba consigo misma, sostenía la mano de Felipe firmemente.

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