Atrapada en la Venganza de un Millonario romance Capítulo 94

Cada paso que hemos dado por el pasillo ha parecido eterno, cada saludo de los invitados a perecido ir en cámara lenta y bajo aquel manto de sorpresa que nos ha cubierto desde que hemos visto a Alejandro junto a Lucía, llegamos finalmente frente a ellos. El ahora mi esposo, se queda inmóvil frente a ella y yo no doy crédito a lo parecida que es a él. Tienen el mismo color de ojos y sus facciones son bastante similares.

—Estas viva. — susurra Lucas y le sujeta delicadamente su rostro como queriendo asegurarse de que esto no es un espejismo. –no puedo creerlo. — murmura y le abraza con tanta fuerza que ella no tiene otra opción más que corresponder a su abrazo con la misma intensidad.

Los veo así y me emociono sin importar cuanta gente haya aquí. Sólo puedo observarlos y sonreír hasta que siento que alguien se detiene a mi lado y para mi sorpresa son los padres de Lucas que al igual que él piensan que están soñando.

—¡Hija! — Exclama su madre haciendo que Lucas le suelte y sea ella quien la abrace con la misma fuerza en estos momentos. –no puedo creerlo — dice entre lágrimas de felicidad –No estás muerta mi pequeña...—

La llegada de Lucía ha hecho que todos estemos emocionados, sorprendidos, pero sobre todo que olvidemos que hay cientos de invitados detrás nuestro observando esta escena. –papá— digo mientras le busco con la mirada.

—Dime hija. — me dice de inmediato acercándose a mí.

—¿Puedes hacer que los invitados vayan al salón de fiesta? Necesitamos un hablar un momento con Lucía. — le pido y como siempre, él me apoya en esto invitando a los todos los presentes a ir hacia el otro salón mientras que nosotros nos alejamos quedándonos en un rico del salón donde Lucas y yo nos acabamos de casar.

—Necesito que nos expliques qué es lo que sucedió. — le pide Lucas y si, es una súplica.

—Hermanito, estamos en tu boda. — le dice y le abraza nuevamente –felicidades.—

Mi esposo responde rápidamente a su abrazo, pero sé perfectamente que no será suficiente para él –dímelo rápidamente, luego nos cuentas todos los detalles. –

—Tuve que fingir mi muerte luego de que Raúl descubriera que yo era una agente de la DEA e intentase matarme en aquel accidente de auto donde perdí a mi bebé — explica diciendo esto último con mucha tristeza. –Martin Miller era el único que sabía que yo estaba viva, bueno, si es que a eso puede llamarse estar viva — nos dice con un tono de melancolía.