[HORAS DESPUÉS]
No puedo fingir que estoy sumamente nerviosa al escuchar el ruido del timbre nuevamente, Lucas ha ido a abrir la puerta y no sé si sean sus padres o mi padre el primero en llegar, cruzo miradas con Alejandro y puedo notar que él está igual o más nervioso que yo.
—Buon pomeriggio! — Escucho decir a Carlo quien al verme junto a Alejandro, se queda en silencio. Ambos cruzan miradas y podría jurar que no es la primera vez que se ven, quizás ellos también han conocido a Alejandro como el exitoso vendedor de yates que se hacía llamar Alejandro Ferrara — ¿Tú? — pregunta el padre de Lucas mientras se acerca a nosotros.
Laura y Lucas se acercan a nosotros, pero al darse cuenta de la situación se quedan quietos –Él...— intenta decir Laura.
—No entiendo qué hace aquí. — comenta el padre de Lucas.
Lucas se acerca a su padre y al llegar a su lado, lleva una de sus manos sobre su hombro –tenemos que contarles algunas cosas acerca de quién es Alejandro realmente y a que se dedicaba Lucía en realidad — intenta explicar Lucas –tomen asiento, ¿sí? — propone y les señala los enormes y cómodos sofás que hay en el salón.
Lucas y Alejandro se sientan en el sofá opuesto al que se han sentado Laura y Carlo y puedo notar como esta reunión familiar comienza a transformarse en confesiones acerca del pasado y de identidades. Yo solo puedo ser una simple espectadora que se ve obligada a ir hacia la puerta cuando ya Alejandro comienza a explicar que él y Lucía eran agentes de la DEA.
Al llegar, abro y me encuentro a mi padre con una enorme sonrisa tatuada en su rostro y una pequeña bolsa de regalo en su mano –Buenas tardes, hija. — me saluda con dos besos y luego me da un abrazo de esos que hace tiempo no sentia –les he traído un pequeño regalo a mis nietos — me dice mientras me suelta y no puedo evitar sonreír.
—Gracias, no debiste molestarte. — digo animada.
—¡No, es que eso no puede ser posible! — Escuchamos gritar a la mamá de Lucas.
Mi padre me mira totalmente confundido — ¿qué es lo que sucede? — me pregunta sin entender nada.
—Ven pá, vamos al estudio — le pido tomándole del brazo y luego cierro la puerta detrás de nosotros y así dirigirnos al estudio que está cerca de la entrada principal de la casa.
—También, pero ¿no te ha dicho que él y Lucía tuvieron una relación de un año y algo y que cuando ella murió estaba embarazada de él? — le pregunto y la manera que sus ojos se abren de par en par.
Su silencio es la respuesta definitiva, claro que no lo sabía –no lo puedo creer — dice tan bajito que apenas puedo oírlo.
—Lo sé, en estos meses todos hemos ido descubierto cosas que nos han sorprendido muchísimo y que ha cambiado nuestras vidas, el día de hoy los padres de Lucía están descubriendo una verdad que desconocían y como puedes imaginarte, no es fácil — continúo explicando.
—Me imagino, pero cuéntame bien cómo es que tu medio hermano y la hermana de Lucas se han conocido, es que no lo entiendo. — me pide.
Sé perfectamente que mi padre también merece saber la verdad de todo, ya que de alguna manera u otra Alejandro ha comenzado a formar parte de nuestra familia y a pesar de que hoy planeaba un almuerzo tranquilo en familia donde todos pudieran tratarse un poco más, los planes cambiaron y supongo que por una parte es bueno.
El conversar con mi padre acerca de todo lo sucedido y de que Lucas y Alejandro hablen con Laura y Carlo de la misma historia puede ser muy beneficioso, después de todo, finalmente estamos rompiendo con todos los secretos del pasado para poder comenzar a vivir un futuro libres de todas esas cadenas.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Atrapada en la Venganza de un Millonario