Había llamado a Alda para pedirla que la cuidara la niña. Pero Alda se vio obligada a salir para una cita a ciegas y no tenía tiempo de venir. Ahora se acercaba el momento en que había acordado con Gloria y le preocupaba dejar sola a Yunuen en casa. Solo Deivid podía ayudarla con la niña en este momento.
—Dime.
Deivid estaba encantado, la ayudaría incondicionalmente con lo que fuera.
—Tengo que salir para una cosa. ¿Puedes estar con Yunuen un rato?
Fionna suspiró de alivio. Temiendo que Deivid no supiera cómo comunicarse con los niños, y agregó rápidamente.
—Ella es muy buena, llévala a jugar en mi casa. No tienes que...
—Está bien, sal si tienes que hacer cosas, yo cuidaré a Yunuen —Deivid dijo suavemente, con una cálida sonrisa en su rostro.
—Gracias, siento por la molestia.
Mientras hablaban, bajaron del ascensor y fueron a la casa de Fionna.
Fionna llegó al lugar que eligió Gloria. También era una cafetería, pero esta vez era una habitación privada.
Fionna abrió la puerta y entró, Gloria ya estaba sentada. Primero se rio con sarcasmo y desdén. Luego se sentó frente de Gloria.
—¿Quieres hablar primero? Yo también tengo algo que contarte —Fionna habló primero, su voz tibia, dificultaba que adivinasen sus emociones.
—Ve al grano, Fionna, ¿qué es lo que quieres? Te lo he advertido varias veces, ¿de verdad quieres que me ponga en serio?
Gloria no tenía tan buen temperamento, odiaba mucho a Fionna cuando la veía, naturalmente no podría reprimir su ira.
—¿Que qué quiero? ¿Qué quieres decir? ¿Qué he hecho para que estés tan furiosa? —Fionna dijo a la ligera. Quería tomarse su tiempo para torturar a Gloria lentamente.
Pensando en su rostro áspero, la ira de Fionna se disparó, pero podía contenerla. Definitivamente no se comportaría de tan mala educación como Gloria.
—Ahora no lo admites, ¿qué dijiste cuando estabas en el viaje de negocios? ¿Acaso no estabais los dos en la misma habitación? Ahora finges ser inocente, eres una perra.
Las emociones de Gloria estaban un poco agitadas y comenzó a insultar sin tener en cuenta de su imagen.
—¿Y qué? Esto no es nada exagerado. Tu método de robar a Deivid en aquel entonces era aún más despreciable. Solo te lo devolví. Tú también hiciste lo mismo. ¿Has pensado que eres despreciable? —Fionna dijo tranquilamente, ajustaba su temperamento una y otra vez. Solo así podría hacer que Gloria se colapsara por completo.
—Fionna, no fue mi culpa. Fue su propia falta de determinación. Pero ahora mi marido y yo somos muy felices, tú eres la tercera persona de esta relación.
La guardia de Gloria se había derrumbado, y gritó en voz alta, miró a Fionna con disgusto.
Si supiera que era la hija de un magnate de la Ciudad B, o si supiera que conocería a Eric en ese entonces, no se molestaría en robar a Deivid.
—Basta. ¿Marido? La ley no lo reconoce, Eric no te ama ni tu hijo te ama. ¿Tu familia es realmente feliz? No lo creo.
Cuanto más modales perdiera Gloria, mayor era la sonrisa de Fionna.
Era una gran ironía que siguiera diciendo que eran una familia feliz. También era tarde que dijera que no era culpa suya lo de Deivid, ¿no?
—Tonterías, Eric me ama, y el niño también me quiere. Eres tú, puta, que estas creando problemas.
Gloria estaba llena de ira.
—Te estás engañando a ti misma —Fionna resopló.
—Cállate, todo esto es culpa tuya. Si no fuera porque te llevaste a Lucas, Eric habría vuelto a casa de ese viaje de negocios. Ambos están al lado tuyo, ¿te atreves a decir que no eres su amante?
Gloria sacó su teléfono mientras hablaba, encontró las fotos y se las mostró a Fionna.
Fionna miró el teléfono de Gloria. Esas fotos eran todas de ella y Eric juntos, pero en ninguna salían pasándose la línea.
Fionna resopló de nuevo.
—¿Qué significa esto? Además, lo admití, pero no soy una amante. Simplemente estoy haciendo lo mismo que hiciste tú. Es solo que la protagonista y la actriz de reparto han cambiado de posición.
—Fionna, así que intentas competir conmigo. Está bien, haré cumplir tus deseos. Quiero ver si de verdad puedes tomar mi lugar y también quiero ver hasta cuándo Eric puede protegerte —Gloria dijo hoscamente. Esta era su última advertencia, si Fionna seguía obsesionada, no iba a perdonarla.
Fionna desestimó la advertencia de Gloria y, mientras Gloria hablaba, sacó su móvil y abrió la galería de fotos.
Fionna levantó los ojos y miró a Gloria con desdén, luego habló.
—¿Has terminado? Vale, déjame hablar de por qué vine hoy. Primero miras estas fotos.
Fionna dejó su móvil sobre la mesa y los pasó lentamente. Su rostro se oscureció rápidamente y sus ojos se volvieron más fríos.
—Tú... esto es...
Cuando Gloria vio las fotos, estaba aturdida.
Al ver a Lucas con heridas por todo el cuerpo en la foto, lo primero que pensó fue que estaba relacionado con ella misma.
Pero Gloria era una maestra en la actuación, inmediatamente fingió estar afligida.
—¿Qué le ha pasado a mi Lucas? ¿Quién hirió a Lucas?
Cuando estaba enojada, sus palabras podían ser un poco más agrias, pero siempre que Gloria no la provocara, no continuaría creándole problemas.
Sin embargo, si Gloria no cambiara y continuara dañando a Lucas y difamándola, tampoco se quedaría quieta.
Fionna pasó por el supermercado antes de regresar a casa. Deivid y Yunuen estaban jugando cuando llegó.
—¿Ya has vuelto? —Deivid saludó a Fionna, con una expresión más infantil en su rostro. Al ver que Fionna llevaba algo en la mano, se apresuró a cogerlo.
—Soy...
Fionna quiso negarse, pero solo tuvo tiempo de decir una palabra antes de que Deivid se lo quitase. La conmovedora acción de Deivid dejó atónita a Fionna por un momento, y una vez más recordó al Deivid del extranjero de hacía cuatro años.
—¿Yunuen te molestó?
Fionna sacudió los recuerdos de su cabeza y preguntó.
—No, Yunuen ha sido muy buena —respondió Deivid con sinceridad. Después de pasar solo medio día juntos, ya la había cogido un cariño profundo a esta linda niña.
—Mamá, no he molestado al tío Deivid.
Yunuen también vino a protestar, todavía sostenía un libro de cuentos en la mano.
—Sí, cariño, sé que eres una buena niña.
Fionna se inclinó y abrazó a Yunuen.
—Yunuen, ¿el tío Deivid te está contando una historia? —mirando el libro en la mano de Yunuen, preguntó Fionna.
—No, le estoy contando yo la historia al tío Deivid. El tío Deivid dijo que le gusta mucho —Yunuen dijo con orgullo, sintiéndose invencible.
—Qué buena eres. ¿Qué vas a hacer si ves a una palabra que no conoces?
A Yunuen le encantaba escuchar historias, siempre había molestado a los demás para que le contasen cuentos. El cambio de hoy fue un poco grande, lo que realmente sorprendió a Fionna.
—Tío Deivid me pidió que lo deletreara, y luego me explicó el significado para que lo entendiera. Mamá, el tío Deivid y yo hacemos un buen equipo —Yunuen seguía presumiendo y la sonrisa en su rostro aún era más brillante e inocente.
—Yunuen es muy inteligente, aprende en seguida al enseñarle las palabras que no conoce.
Deivid regresó después de dejar las cosas a la cocina.
Yunuen era mucho más inteligente de lo que pensaba. Se parecía a su mamá, pero era más ágil. Tal vez su papá fuera una persona extremadamente inteligente.
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