Aventura Amorosa romance Capítulo 92

—¿Es Fionna una mentirosa o no?

Nada de lo demás le importaba a Eric, incluso el hecho de que Gloria le hubiera mentido era algo que podría perseguir más tarde. Lo que quería saber ahora era Fionna.

Deivid se paralizó claramente al escuchar la pregunta.

—Presidente Eric, no puedo decirlo ahora mismo. Pero que a uno le guste alguien no tiene nada que ver con que sea mentirosa o no.

—Presidente Eric hay cosas que no se pueden decir demasiado, hay cosas que tienes que descubrir por ti mismo. Quién es bueno entre Gloria y Fionna, solo tienes que preguntar por ahí y lo descubrirás —dijo Deivid levantándose y poniéndose de pie.

—Presidente Eric, si te gusta Fionna, hazla feliz. Si no puedes darle felicidad, entonces déjala libre. Su vida ya es lo suficientemente difícil, no dejes que siga teniendo problemas.

—Tengo que irme ahora, espero tener una buena cooperación con el presidente Eric.

Como Fionna le había ordenado que no hablara con nadie de lo que había sucedido hacía tantos años, eso era todo lo que Deivid podía decir. El resto dependía de que Eric lo descubriera por sí mismo.

Eric no mencionó a Gloria durante esta conversación y se preocupó por Fionna, lo que demostraba que la persona que le importaba ahora era Fionna.

Lo único que podía hacer Deivid era velar por Fionna y retomar el amor con el corazón. Las palabras de Deivid contenían muchas cosas, recordatorios, pistas, pero no la verdad. Parecía que la verdad tendría que descubrirlo por sí mismo.

Eric pensó en esto y llamó a Bastian, le dio instrucciones y luego volvió a caer en la contemplación.

¿Para qué servía su obsesión por la verdad? Aunque Fionna no fuera una mentirosa, aunque la mala fuera Gloria, ¿qué iba a cambiar?

Como dijo Deivid, ¿podía darle felicidad a Fionna? La respuesta era no.

Por la noche, Eric volvió a ir a casa de Fionna, pero con una mirada sombría. Fionna, temerosa de afectar al estado de ánimo de Lucas, intentó moderar su ira de principio a fin.

Cuando por fin los dos niños se durmieron, Fionna respiró aliviada.

Eric se había ido a su habitación y Fionna se quedó en el salón debatiendo si ir a hablar con Eric. Pero Fionna se dio por vencida, los dos no podían llegar a un buen resultado tanto si estaban en paz como si estaban enfadados.

Fionna fue a su habitación y salió de la ducha sólo para encontrar a Eric tumbado en su cama.

Fionna se sorprendió un poco, pero tras darse cuenta de que sólo llevaba una toalla de baño, se apresuró a ir al guardarropa. Salió ya cambiada.

—¿No estás bien?

Fionna se acercó a la cama y preguntó.

—Dame la respuesta a la pregunta de ayer.

Eric seguía tumbado en la cama, con los ojos clavados en Fionna.

Justo ahora, después de ver a Fionna salir sólo con una toalla, le hervía la sangre.

—¿Ayer? —preguntó Fionna como si no lo supiera.

—¿Es necesario que lo repita? Te di dos opciones, me tienes que dar una respuesta hoy.

Eric se obligó a enfriar la voz, pues de lo contrario su deseo sexual se desbordaría y no podría controlarlo.

Después de escuchar las palabras de Deivid durante el día, él también quiso rendirse. Pero se dio cuenta de que su corazón ya le dolía cuando se le ocurrió la idea de renunciar a Fionna.

Fionna quería evitarlo, pero el problema estaba delante de ella. Quería afrontarlo, pero no lo había pensado todavía.

—¿Qué pasa si me niego? —preguntó Fionna en voz baja.

—Vete. No vuelvas a aparecer delante de mí.

—¿Y si prometo ser tu amante?

La primera opción estaba descartada por Lucas.

—También hay reglas que tienes que seguir. No esperes que te dé una identidad ni hijos. No puedes interferir en mi vida familiar.

Eric expuso su petición para no meterse en problemas más adelante. Pero tal petición, de nuevo, le pareció cruel.

Fionna se mordió el labio.

Eric realmente hizo honor a su naturaleza dominante y estaba preparado para todo antes de que empezara. Era un flaco favor a Fionna, un atropello a su orgullo.

—¿Algo más? —preguntó Fionna con sorna.

—Sí. Tengo una mujer que amo. No eres tú ni Gloria, y cuando ella vuelva, será cuando nos separaremos. Así que no me des problemas si te vas.

Eric hablaba con aparente facilidad, pero su corazón estaba apesadumbrado.

Era algo que ni siquiera Gloria conocía. Se lo dijo a Fionna por adelantado porque no quería que tuviera esperanzas en él y no tuviera problemas cuando se separaran.

Las palabras de Eric golpearon a Fionna como un rayo sin previo aviso, destrozando su ya frágil corazón.

Resultaba que tenía una mujer a la que amaba. Tanto ella como Gloria eran sólo juguetes para su soledad. Todo lo que hizo por ella era producto de su imaginación.

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