Bajo el posesivo alfa romance Capítulo 3

Deimon:

después de casi atropellar a mi mujer y ver qué no le pasó nada me sentí aliviado, ella tiene una voz demandante pero aquí soy yo quien manda y ella tendrá que obedecer soy su alfa y ella es mi luna. La acosté en el carro y le puse cinturón

—a casa al fin deimon, al fin nuestra-

Said no para de hablar, maneje hasta el aeropuerto con mi mujer al lado mío no dejaba de mirarla cada minuto deseaba estar en casa para mirarla bien y sentir ese aroma que tiene, aunque está en todo el carro y en toda mi ropa. Tuve que dormirla con mi aroma ya que sabía que ella no cedería por las buenas así que lo hice a mi manera, como siempre JA'

Jamas la dejaría escapar, jamás escapara de mi, solo espero que ella no haya estado con ningún humano aunque su olor me dice que no pero si lo estuvo matare al desgraciado que le robo la virginidad que me pertenece la quiero completa y sumisa ante mi.

Llegue al aeropuerto abrí el carro y cargue a mi luna subí directamente a mi avión privado los guardias me esperaban ahí y nos pusimos en marcha a Londres donde se encuentra mi mandada.

Llegamos a la entrada de mi territorio me dejaron pasar de una vez haciendo reverencia los lobos que custodian la puerta asentí dejé el carro en el parqueo y abrí la puerta cargué a mi mujer en brazos mi beta me fue alcanzar y se quedó boca abierta

—deimon al fin encontraste nuestra luna-

sonreí de oreja a oreja cosa que nunca hago por cierto.

—si la encontré-

dije con tono serio.

Iba con mi mujer en brazos vi como todos los lobos que pasan por ahí hacían reverencia y murmuraban, podía escuchar fácilmente el mínimo sonido así que unos decían encontró la luna al parecer, otros solo pensaban que era una más de las que me buscaba porque mi celo estaba cerca y así.

No los culpo sabía que había traído muchas chicas los miré en modo serio y autoritario así que dejaron de mirar y se fueron, entré a la casa junto a mi beta en silencio y vi mi nana correr hacia mi

—¿es ella?-

Me pregunto con el ceño fruncido

—es ella nana, es mi luna-

Su cara se iluminó intento tocarla pero gruñí

—tranquilo deimon-

me dijo mi beta naim

—espérame en el despacho y tú nana cuando ella despierte le avisas que venga al despacho tengo que hablar con ella-

Ella asintió y se fue a la cocina mientras yo subí las escaleras y la acosté en mi enorme cama, mi habitación era totalmente negra y gris, esos son mis colores favoritos recordando que mi lobo es gris con blanco y muy agresivo, las paredes son negras y las cortinas grises tengo un cuadro enorme de mi lobo frente a mi cama el closet parece una habitación y el baño por igual, el piso está cubierto por alfombras y hay un espejo enorme que deja ver la cama y a cualquiera que este ahí, si me preguntan porque hay un espejo tan grande que me deja ver en la cama pues me gustaba usarlo para cuando tenía a una que otra loba, me gustaba mirar como me veo mientras la hacia gemir, si ya se, soy un poco egocéntrico no lo niego pero que físicamente estoy demasiado bueno no me culpen.

—Le diré a nana que cambie las cortinas y retire el espejo de la habitación no quiero que mi luna se sienta incómoda y que traigan un tocador para ella-

Le di una mirada de arriba a bajo a mi mate y veo cómo duerme, su cabello tan largo y sedoso que dan ganas de enredar tus manos en el y su piel bronceada es una morena perfectamente diseñada para mi.

—no me gusta ese vestido no quiero que la miren-

—tranquilo said ya le daremos buenos modales a nuestra reina ahora vamos a terminar los papeleos-

Antes de irme le doy un beso en la frente meto mi nariz en su cuello para aspirar aquel olor que me encanta y bajo entro al despacho y ahí están naim y kevin con unas caras enormes y sus ojos solo me dicen explícanos

—chicos tienen que calmarse-

—¿calmarse?-

Grita naim y kevin al mismo tiempo

—tienes que contarnos como la conociste-

rodé los ojos pero acepté

***NARRA ABRIL:***

Capítulo 3 1

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