Bajo el posesivo alfa romance Capítulo 4

La puerta estaba abierta y siento unos ojos mirarme de arriba abajo mientras termino de ver cómo se van esos dos chicos cuando miro al frente tengo a este hombre tan gigante mirándome más de cerca y ¿gruñéndome? de un jalón me hace entrar al despacho me sienta y se sienta tan cerca de mi mirándome de frente con sus piernas abiertas sosteniendo las mías con sus dos manos

—NO VUELVAS A MIRAR A NINGÚN HOMBRE A MENOS QUE NO SEA YO-

abrí mis ojos de par en par al escuchar tal voz tan gruesa pero... ¿que diablos le pasaba a este sujeto? Realmente no le preste atención a su voz y no me interesaba decirle nada al respecto simplemente me limité a preguntar

—se puede saber ¿quien eres y porque me trajiste hasta aquí? ¿tienes idea del negocio que acabo de perder por tu culpa? necesito volver a mi casa ahora mismo, no sé quién seas tú pero no me interesa estar en la casa de un desconocido ¿entiendes lo que te digo?-

Este sonrió siniestramente cosa que provocó miedo en mi y cuando intente pararme sentí como su mano me agarró con fuerza y de golpe me hace sentarme otra vez, me sobre salte y me asuste más al ver sus ojos cambiar de color y mirarme con ira y con ¿tristeza?

—NO TE PUEDES IR DE AQUÍ, ERES MI COMPAÑERA-

su voz salía ronca y doble podría decir que estaban hablando dos personas

—c..claro que qué si-

balbucee asustada mirandolo a los ojos mientras sus ojos me miraban fijamente

—NOOOO M*****A SEA-

se paró de repente y tiró una silla a la pared haciendo que esta se rompa y cause que mi cuerpo tiemble y gruñe con fuerza ¿gruño?

Respiro profundo y se sentó al frente a mi después de haberse "calmado"

—NO ME VAS A DEJAR DURE 4 SIGLOS BUSCÁNDOTE Y HOY QUE TE ENCONTRÉ NO TE DEJARE IR JAMÁS, ERES MI MATE, MI MUJER, MI LUNA, NACISTE PARA SER MÍA Y DE ESTA MANADA. NADIE MAS QUE YO PUEDE VERTE O TOCARTE, MATARÍA SIN PIEDAD AL QUE TE TOQUE UNA SOLA HEBRA DE CABELLO-

Me pare alarmada de la silla estaba temblando de los nervios quería llorar, me sentía frustrada ante sus palabras no entendía nada, se fue acercando a mi frunció el ceño y retrocedí quedando acorralada contra la pared, él se acercó más traté de empujarlo pero su pecho es tan duro que por más golpes que le intente dar no le hacían cosquillas. Se metió en mi cuello me lamió y me olía

—joder me vuelves loco mujer tú olor...-

me susurro al oído y temblé ante eso

—¿como te llamas?-

me quede callada y me volvió a repetir la pregunta

—¿cómo te llamas?-

Me agarro por el brazo al ver que no le respondía y me sentó con fuerza en el mueble

—te voy a dejar algunas cosas claras cuando yo hablo hay que obedecer, cuando yo grito, hay que obedecer, cuando yo mando hay que obedecer, te volveré a preguntar y esta será la ultima vez ¿cómo te llamas?-

Sus ojos se tornaron uno negro y uno gris y no entendía quien era o qué cosa era solo sé que solté un grito ahogado

—abri...abr...abril-

mis ojos estaban llenos de miedo pero no iba a llorar delante de él

—que lindo nombre tiene mi mate-

baje la mirada y apretaba mis manos me levanto la barbilla

Capítulo 4 1

Verify captcha to read the content.Verifica el captcha para leer el contenido

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Bajo el posesivo alfa