Bebé por Contrato (COMPLETO) romance Capítulo 46

B A R R Y

Wowowooo, ¿que diablos fue eso? ¿Por qué se está marchando?

-Yo opino que vayas con ella-dice Mónica apenada.

-No hace falta que me lo digas-gruño. Salgo corriendo lo más rápido posible, pero es insuficiente, ella ya ha entrado a uno de los elevadores. Me cago en la puta. El otro ascensor está bajando, y tardará una eternidad subir.

Las putas escaleras, de algo tiene que servir el gimnasio. Bajo lo más rápido las escaleras, me estoy mareando un poco pero no importa, es necesario. Dios santo, son tantos pisos, tantos escalones que voy a llegar muerto.

Cuando llego a recepción el elevador aún no termina de bajar, se detuvo en el piso 3, supongo que a dejar o recojer a alguien, eso totalmente me ayuda para detenerla a tiempo y todavía respirar antes del ataque que seguramente Kelly me dará.

La recepcionista y el de seguridad me ven sorprendidos y preocupados, ahora mismo lo único que quiero es sentarme, pero al hacerlo perdería tiempo cuando Kelly salga del ascensor.

-Señor, ¿requiere de alguna bebida? -me pregunta la recepcionista.

-Por favor, pero apresurate.-Creo que me debería familiarizar un poco con todo el personal, a veces no recuerdo sus nombres o simplemente no me los sé, creo que Kelly me puede ayudar mucho en eso. La chica corre con una botella con agua mega fría, la destapo y de un solo sorbo me la termino. Esta agua sabe a gloria.

Las puertas del elevador se abren y antes de que ella pueda poner un pie afuera de éste entro en él y le impido el paso.-¿Por qué te vas?-el tono de mi voz es un poco brusca.

-¿Por qué crees?-su respuesta me deja en las mismas.

-Te estoy preguntando, dime.-No quiero montar en cólera, pero ella me lo está haciendo demasiado difícil.

-¿Qué querías?¿Que me quedara a presenciar tu coqueteo con tu nueva secretaría?-Grita, presiono el botón del último piso, las puertas se cierran y el elevador comienza a subir.-No, me quiero ir, detenlo.-Chilla. Odio a las mujeres gritonas, Mariana era una mamá así.

-Oye, perdón -suspiro irritado-deja de gritar por favor, me estresas.

-¿Te estreso? Entonces no me hubieras traído aquí, así me hubieras ahorrado la pena de escuchar como le decías todos esas cosas a tu queridísima Mónica. -No sé si reírme, llorar o besarla.

-No te exaltes, los bebés...

-Me valen los putos bebés... -Oh no, diganme que no ha dicho eso, por favor. Con mis hijos no, Kelly, eso no.

Su rostro palidece, se ha dado cuenta de la gravedad de sus palabras. Me doy la vuelta y oprimo el botón para llevarla de regreso a abajo.-Barry...

No le hago caso,ahora mismo estoy muy enfadado. Demasiado. ¿Como es posible que no le tenga ni una pizaca de cariño a sus propios hijos? ¿ella será como Mariana? ¿Ella me abandonará con mis pequeños igual que como lo hizo mi madre? ¿Ese es mi futuro con ella? No quiero ni imaginarme como serán las cosas.

-Barry-me vuelve a llamar pero no quiero contestarle y tampoco mirarla, no quiero ser grosero ni violento.

La tomo del antebrazo con delicadeza, la jalo levemente para que camine. Las atentas miradas de la gente en la recepción nos siguen, la ayudo a bajar las escaleras y la dejo en la banqueta.

-Pide un taxi y vete a casa, Kelly -la voz se me escucha temblorosa por la rabia que llevo dentro. La miro, tiene los ojos llorosos, sí, has cometido un gran error al decir eso, y creo que yo igual al coquetear con Mónica, pero ahora no quiero hablar contigo, querida. Me doy la vuelta y me entro a la empresa.

KELLY

Llevo tres días sintiéndome culpable y muy enfadada. Barry no me habla, no me mira y no me presta atención. Simplemente no existo para él desde el lunes. Trato de hablarle pero el me ignora, estoy poniendo de mi parte, además me siento muy triste y muy, muy sola. No quiero llamarle a mi mamá, o a mis hermanos, o siquiera salir, no quiero ver a Rease, no podría soportar su actitud conmigo.

-Ya me voy, Tita-se despide de ella y sale de la cocina sin mirarme.

-Perdón si me meto pero ¿estan enfadados?-pregunta con timidez Tita.

-No te preocupes. Sí, estamos mal.-Pico un pedazo de sandía con el tenedor para después llevármelo a la boca.

-Ay cariño, así es un matrimonio. A veces se está bien o a veces se está mal, solamente piensa que es lo correcto y trata de arreglar las cosas, Barry puede ser muy sensible y exagerado, pero es muy bueno para perdonar.-Tita me sonríe ampliamente.

-Gracias, espero que llegue temprano hoy para poder hablar con él, no puedo seguir así. Me siento muy sola si no me habla. -Termino de desayunar y me salgo al jardín con mi Pinky.-Ay bebé, como quisiera ser tú, sin preocupaciones y sin problemas -me río. Debo de esperar a Barry, ha estado llegando muy tarde cuando ya estoy dormida, por eso no he podido hablar con él, pero hoy no se salva.

-Ves por tu hueso, mi vida.-Pinky es la más feliz con su hueso masticable.

El pasto me está empezando a picar, así que me levanto. Son poco más de las 7, y no sé que diablos hacer, estoy de nuevo en lo mismo. Aburrida y sola las 24/7.

Son las 9.30 de la noche, ni siquiera sé a qué hora va a llegar éste hombre. Así que me iré a su habitación a domir, así me daré cuenta de cuando llegue y podré hablar con él si es que mi plan funciona. No logro saber en qué momento me quedé dormida, pero acabo de despertar de una larga siesta. Enciendo mi móvil, son las 3.26 de la madrugada. ¿Le marco o lo dejo pasar? Opto por la primera opción, suena tres veces y me manda a la contestadora, vuelvo a intentar, ésta vez contesta.

-¿Qué pasa?-gruñe.

-Te estoy esperando, ¿donde éstas? -susurro temerosa.

-Te vi dormida en mi cama, no quise molestar, estoy en la sala.-Musita.

-Bien, sube por favor-le pido.

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