-Me tengo que meter a la ducha-murmura Barry en mi cuello.
-Bien-me aparto de él.
Aún seguimos en la cama, ayer llegamos súper cansados del centro comercial. Fuimos de tienda en tienda, Barry se excedió al comprar tantas cosas. Algunas nos las traerán a domicilio pero otras las trajimos a casa.
-¿Que haremos con las cosas de los bebés?-se me olvida que son dos, por eso tantas cosas.
-No lo sé, se supone que viviremos en la casa que acabas de comprar, así que sería mejor esperar para acomodar todo.
-Mira, voy a contactar a una diseñadora de interiores, quiero que vayas con ella para que le digas que es lo que quieres, ¿te parece?-se levanta de la cama con pereza.
-Me parece, pero que ya sea porque me aburro mucho.-Bostezo.
-¿Y Rease?¿Para qué le pago? Sal y tú ve a los lugares que quieras. Ya me arreglaré, no quiero que se me haga tarde para ir al trabajo, tengo muchas cosas que atender.-Entra al baño y se desviste con la puerta abierta. Me volteo y miro el techo, no quiero ver cosas raras.
Me acaricio el vientre con las yemas de los dedos con suavidad, estos dos críos me van a hacer la vida imposible pero a la vez feliz y eso es un gran reto.
-¿Qué piensas?-evito mirarlo.
-En lo difícil que será críar dos niños y lo bonito que será.
-Será un reto-afirma. Escucho como abre el grifo de la regadera, también quiero bañarme, si tuviera toda la confianza del mundo iría y me bañaría con él.
Veinte minutos después los dos estamos desayunado, es muy temprano, pero realmente quiero desayunar acompañada y no con Tita haciendo los deberes ignorándome.
-Oye-llamo a Barry-quiero que Mónica se vaya-no son celos, es preocupación. Barry evita una carcajada-hablo en serio-gruño.
-No sí-sonríe-Verás Kelly querida, ella no se puede ir, ha firmado un contrato por 5 meses, no puedo despedirla sin una causa justificada. Me podría demandar.
-¿YYYY?
-Pues que no puedo, no sé di necesita realmente el trabajo, no quiero ser un imbécil.
-¿Te preocupa más ella que la salud y bienestar mental de tu propia esposa?-digo ofendida.
-No la echaré Kelly, no puedo.
-Bien, pues tan al menos que se limite por favor.
-Ajá, le llamé a Rease, vendrá como en dos horas para llevarte a la casa de tus papás.-Se levanta de la silla y deja el plato en el fregadero.
-¿qué? Yo no quiero salir.
-Ya le dije, además debes de ir, no quiero que estés sola, ¿si?.
-Bien, creo que iré después a otro lugar, ¿esta bien?-quiero ir a ver a Ben.
-Bien, sí. Haz lo que quieras-me dedica una sonrisa amplia.
-Me voy-camina hacia mí y me deposita un pequeño beso en la frente.
Lo miro a los ojos, sus bellos ojos. El corazón me late desembocando cada que lo miro, es tan raro pero grato. Su olor a menta me vuelve loca.
-Creo que me gustas -digo en voz muy baja.
-¿Puedes repetirlo? -gracias a dios no me ha escuchado.
-Nada, Barry.
-Bien, nos vemos.-Se retira intentando abrocharse el botón del saco.
Entro a la ducha, en los altavoces está sonando Tove Lo con Habits. Está canción me encanta, es ideal para soltarse en la ducha. Me encanta seguir el ritmo, simplemente nunca me dejará de gustar.
-No me imagino que hubiera pasado si Barry me hubiera escuchado-murmuro mientras me enjabono.
Me limpio el jabón y tomo una toalla para secarme. Quiero comprarme una bata. Tengo dinero que hasta ahora sé que Barry me deposita. Lo usaré hoy, quiero ropa nueva. Elijo una camiseta blanca básica y un jeans gris, no tengo ganas de vestirme elegante, el cielo está nublado, así que llevaré una sudadera amarilla, creo que es mi color favorito.
Trato de hacerme el delineado en mi párpado, para mi buena suerte me queda casi perfectoooo...
Cuando bajo lo primero que veo es a Rease, está vestido con unas botad marrones, un jeans un tanto ajustado y una camiseta verde militar, Diooooos ¿por qué debe de llegar y vestirse así? Me encantan los tipos así, varoniles.
-Buenos días, señora.-Tiene los brazos cruzados demostrándome que le vale medio mundo, es un hombre que impone, pero conmigo a tocado pared.
-Buenos días. Hoy iremos a varios lugares-me atuso el cabello con las manos y empiezo a caminar.-¿En qué nos iremos?
-En la Jeep-Lo sospeché, Barry jamás dejará su BMW conmigo o con Rease.
Llegamos a la casa de mis papás como a las 12 de la tarde, lo único que siento que no está bien es que él se quede ahí encerrado en la camioneta.
-Hola mamá -le doy un beso en la mejilla y entro.
-Hola mi niña, ¿ya estás bien?-mi mamá muy preocupona, y pues lo que pasó hace que ella lo sea aún más.
-Si mamá, estoy bien. Todo bien, nada más vengo a dar molestia pero se me antojó un pay de manzana y sólo tú lo sabes hacer.-Me siento con cuidado en el sillón.
-Hay hija, me hubieras dicho antes, ya usé las manzanas para hacer otra cosa, ahorita mandaré a Steven por más.
-¿Está en casa?
-Sí, seguramente aún está durmiendo. ¡Steven!-Lo llama.-¿Como está tu marido?
-Bien, trabajando como siempre. Ayer fuimos a comprar cosas para los bebés.-Comento.
-¿Qué onda, madre?-Steven baja adormilado en paños menores.
-Hijo, vistete por favor -lo regaña mi Carlota.-¿Ya saludaste a tu hermana?
-¿Está aquí? -empiza a buscar con la mirada hasta que me encuentra.-Holaaaa-viene hasta mí y me da un abrazo.
-Hola, menso-mis hermanos son lo más preciado que tengo, aunque sean unos descerebrados.
-¿Y cómo están estos pequeños? -me toca en vientre y sonríe.
-Están bien-me en cojo un poco al pensar que algo les podría pasar.
-Bien, iré a vestirme y ahorita baja.
-Corre, nudista.-Tengo un poco de sueño-subiré a mi habitación a dormir un rato-aviso.
-Rease-dice mi papá.
-¿Lo conoces? -digo impactada.
-Ay hija, cómo no conocerlo, también trabajé para los Freeman ¿recuerdas? Es buen muchacho.-Se levanta de la mesa y camina hacia la puerta, la abre y empieza a gritar y a manotear -¡Rease! Ven a comer-por dioooos nooooo-cielo, por favor, un plato más.
-Hombres-susurra mi madre.
Poco después Rease está sentado justo en frente de mí. Me mira divertido y muy irónico.
-Estoy muy contento de volver a verte, come hijo, come.
-Gracias, Albert. Se ve tomo muy rico señora.-Ya deja de alegar.
-Asi que, ¿vuelves a trabajar con los Freeman?-pregunta mi padre.
-Sí, exclusivamente para su hija-sonrie.
-Es esposa de Barry -dice muy feliz mi padre, tanto como mi mamá y yo estamos escuchando su plática aburridas, pero yo más que nada incómoda. Definitivamente éste tipo me llegó a gustar cuando lo conocí.
-No sabía que fuera su esposa hasta que Barry me la presentó, ella y yo nos conocimos antes de eso.-Lo miro enfadada, no tiene porque decirle eso a mi padre y más bien, ¿por qué no se lo dijo a Barry?
-Es que solamente me ayudó una vez, papá, no nos llevamos. Provecho. -Tomo y plato y me levanto, bye, bye incomodidad.
-Si, y le di mi número y jamás llamó -¿a caso me está acusando?
-Qué modales hija.
-¿quieres tu pay?-mi mamá también se levanta de la mesa-provecho.
-Gracias-responde Rease.
-Si mamá.
Voy a la cocina con mi madre, no quiero seguir viendo la mala cara de Rease.
Dos horas después los dos estamos en la camioneta. Yo en los asientos de atrás con un topper con comida para Barry y muy nerviosa.
-¿Quieres que ponga música? -pregunta Rease.
-No-gruño.
-Amargada -susurra. Solamente lo ignoraré.-¿A donde iremos?
-A casa.
-Bien.
Todo el trayecto es incómodo pero yo tan al menos puedo estar navegando en Facebook tranquilamente, ignorando al adefesio que tengo adelante. Me bajo de la camioneta no sin antes decir gracias.
-Te ves más bonita sonriendo -grita tranquilamente.
Solo ignóralo, Kelly.
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