Bebé por Contrato (COMPLETO) romance Capítulo 53

Estoy seguro que el rostro de odio, destrucción y tristeza de Kelly me dejará marcado mínimo toda la vida, tan al menos toda la noche me atormentó, pues jamás había sentido tanta rabia por mí mismo, merezco morir. No sé a donde se marchó, sé que puedo llamar a Rease y preguntarle a donde la llevo, pero no quiero que ella lo sepa y se sienta acosada, pude ver en sus ojos el odio que me tiene. No quiero que lo haga más. Me siento como un monstruo, dañe a la mamá de mis hijos y posiblemente el futuro de ellos.

¿Qué haré si Kelly no me deja verlos? ¿Y si no permite que los registre como mis hijos? ¿Y si se casa y me deja fuera de la crianza de mis pequeños?

-Barry, el cuerpo de mamá está siendo llevado a tu casa.-Dice Eric.

Ya es momento de qué Eric y yo nos llevemos. Las últimas palabras de mi madre fueron: "amense, son hermanos" y no sé si pueda cumplirlo, el odio y rencor hacia mi madre aún está aquí, en mi corazón. Y aunque ella me pidió perdón con lágrimas en los ojos, yo lo más sincero que pude le dije que sí, pero hay algo que jamás olvidaré, el sentimiento de soledad. -¿Barry?

-Perdón, perdón. Está bien, ya está todo listo allá -me levanto de la silla y mito a Eric-Mariana tendrá una despedida como la que pidió, te lo juro.

-Gracias -Los dos estamos resentidos, ninguno de los dos nos sentimos en confianza, mamá no puso de su parte para que conviviéramos como hermanos normales, nos separó.

-Bien, no vemos-le di la Jeep a Rease y ahora tengo que ir y venir en el BMW.

Salgo de la funeraria con mis lentes oscuros puestos.

-¡Señor Freeman! ¡Una entrevista por favor!

-¡¿Como se siente después de la partida de su madre!?

-¡¿y su esposa?! ¡¿donde está?! ¿Es cierto que están separados?

-Una disculpa, no responderé nada-grito.

-¡Barry! ¡Una entrevista! ¡Una sola pregunta!-La voz melodiosa de una chica llama mi atención, la volteo a ver y sí, es una diosa como me lo esperaba.-¿Por qué se separó de su esposa?

-No estamos separados, niña-sigo caminando y abro la puerta de mi coche. No más preguntas ni gritos ni empujones.

Cuando llego a casa lo primero que veo es el ataúd de Mariana. Ella sufrió hasta el final, sin lugar a dudas cada mujer lucha hasta donde puede. Ojalá y el cáncer no existiera.

-Mi niño, ya todo está listo para cuando todos empiecen a llegar.-Asegura Tita.

-Gracias Tita, pero mi mamá no tiene familia o al menos lo que yo sé, y si la tiene seguramente el que sabe es Eric. Solamente deseo que venga gente, mamá fue muy mala persona, pero yo digo que tan al menos una amiga sí tenía.

-No hables así de tu mamá, recuerda; ella ya no está aquí, honra su memoria.-Tita es muy sabia, pero yo no puedo perdonar del todo.

-Perdón, Tita. Pero es que yo no puedo dejar pasar esto, el rencor que tengo adentro me lastima y me recuerda todo lo que viví sin ella.

-Me tuviste a mí-me da un beso en la mejilla y se va.

Mis bebés, ya quiero que nazcan. La figura parterna jamás les va a a faltar, porque a mí nunca me faltó, pero materna, yo no lo sé. Lucharé por ellos, por si ella no me deja verlos, mantenerlos o incluso darles mi apellido, juro que no pararé hasta quitárselos.

-Mi amor -desee por primera vez que Kelly apareciera, pero no fue así. Es Gabriel a ataviada en unos zapatos rojos cereza de tacón y un vestido ceñido al cuerpo, grita: mirenme, soy la sensación.

-¿Qué pasó Gaby?-mi pregunta fue brusca y seca.

-Oh-me mira extrañada -¿hay algún problema el hecho de que esté aquí para darte un poco de apoyo?-si, si lo hay. En cualquier momento, el disparo de una cámara podría sonar y una foto después circular y todo mi matrimonio quedará expuesto.-Dime, me puedo ir.

-Será mejor, recuerda que estoy casado-susurro.

-Casado, fíjate que a mí no se me olvida, pero a ti sí se te olvido el día que me llamaste pidiendo atención y cariño.-Soltó su veneno.-Me voy, más pierdes tú.

Subo directo a mi habitación, el olor de Kelly aún está en mis sábanas, en las almohadas y hasta en las toallas. Cada noche me es más difícil dormir así que tomo una prenda de Kelly e inhalo su olor, es como mi medicina.

Mi móvil vibra, es la mamá de Kelly. -¿sí?

-Hola, hijo,¿anda Kelly por ahí?-¿en qué mundo viven? Desde hace unas semanas el rumor de mi separación con Kelly está a todo lo que da, yo pensé que ya lo sabrían.

-No señora, ¿que necesita?

-Es que estoy llamándola desde ayer y ella no ha contestado. -Dice preocupada.

-Ah, pues ella no está aquí, si la llegara a ver yo le digo que usted la busca.

-Está en su habitación, sube por favor-sus palabras las veo más como una suplica.

Subo tranquilamente, no debo correr ni estresarme. Llego y abro la puerta sin tocar, las piernas me tiemblan. Ni siquiera se inmuta.

-Ba...-está dormido, está abrazando algo rojo, seguramente es algo de su mamá. Lo muevo un poco al sentarme pero aún así no se mueve. Se mira tan sereno. Le acaricio el cabello rubio lentamente. Que bello es, pero es un maldito también.-Estoy aquí, Barry -digo.-Ya volví. Para apoyarte más que nada, sólo eso.-Mis palabras lo despiertan.

-¿Qué haces aquí?

-Me enteré lo que pasó con tu mamá -me mira y rápidamente se abraza a mí necesitado.

-Te extrañé tanto, realmente lo hice-solloza.

-Tranquilo- el "tranquilo" fueron la palabra detonadora que hizo que éste gran hombre empezara a llorar.

-Perdoname por favor, por favor, te necesito conmigo, fui un maldito estúpido, pero por favor no te separes de mí. Te lo pido, te lo pido.

-Barry-Está muy mal-¡BASTA! YA BASTA-lo empujo y me levanto -No tienes por que llorar así, estoy aquí apoyándote pero te quiero dejar algo en claro, la humillación a nadie se le perdona. Te comportas como un animal y ahora me pides perdón como si nada. Y ESCUCHAME-ha bajado la mirada-TODO EL CARIÑO QUE TE TENÍA SE HA REDUCIDO A ¡NADA!, Barry Freeman, no te mereces nada.

-Kelly-llora-perdoname, sé que hice mal. Yo sé que no te merezco, pero por favor...

-Estoy aquí en señal de paz, por mí y por los bebés. También son tus hijos y sé cuanto los amas, pero yo... Tú a mi no me amas y yo tampoco a ti. Y ya es hora de resignarse a eso, de mi parte, yo seguiré el puto contrato al pie de la letra. -Hablo con fuerte y claro.

-Yo se te quiero-dice-un error, fue un error, pero perdoname. Por todo.

-No fue un error, estamos separados pero unidos por el contrato de aquí a lo que resta del tiempo por el que firme, de ahí cada quien por su lado.

-¿Te vas a marchar?-pregunta asustado.

-Te he dicho que te apoyaré ahora, tus momentos difíciles también lo son para mí. Pero ya es hora de poner las cosas en claro, esto ya es sólo un contrato.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Bebé por Contrato (COMPLETO)