Bebé por Contrato (COMPLETO) romance Capítulo 54

Miro a Barry respirar, está tan dormido, llevo media hora observándolo justo a lado de él y no se ha movido.

Después del todo el drama de ayer, me fui a la que era mi habitación. La soledad me abrazó toda la noche y por primera o segunda o quizá tercera vez tenía ganas de que Barry estuviera aquí, pero obviamente eso no pasó.

-Barry, despierta -lo muevo ligeramente.

-Mmmh-murmura.

-Despierta, hay algo que debo de hacer-ni siquiera se mueve-Barry...-me acerco a él ligeramente, apesta a alcohol, con razón. No puede tomar sin consideración cuando su madre acaba de fallecer. -Barry-le doy una bofetada ligeramente fuerte.

-Kelly, no te vayas.

-Debo de hacerlo, tengo algo que hacer-respondo.

-Mi vida ahora está contigo-¿qué cosa estás diciendo hombre? Lo miro y tiene aún los ojos cerrados. Está hablando dormido.

-Barry-grito mientras lo muevo con fuerza-hoy tengo ecografía -si no despierta me iré yo sola (y con Rease).

-¿Qué?-se recompone.

-Levantate, bañate y tomate un café, tienes 20 minutos.-Ordeno.

-¿Para qué? -pregunta desconcertado.

-20 minutos Barry.

Salgo de su habitación victoriasa y sin ganas de romper a llorar o abrazarlo.

Yo estoy más que lista, me desperté desde temprano.

Tita me cocina huevos con tocino, el olor del huevo me causa estragos. El solo olor, cuando me como el primer bocado es mucho peor.

-¿te encuentras bien, Kelly?-Tita se me acerca y me soba la espalda.

-Me dio asco, demasiado-tomo un trago de jugo de naranja.

-Estás pálida, te haré un té de jengibre, es lo mejor para esto. -Supongo que las náuseas son normales, pero yo tengo dos bebés dentro, doble dolor y doble peso, doble sufrimiento, ahhh y doble amor será el que recibiré.

-Gracias, gracias. Ya me encuentro mejor, solamente fue un momento. Tita, ¿tuviste hijos?

-No, bueno... Quedé embarazada pero desgraciadamente murió cuando tenía 7 meses de gestación.-Ni siquiera hace gesto de tristeza, no sé que sentiría si yo perdiera a los bebés.

-Vaya... Eso es muy triste, Tita. No sé que haría si eso me pasara, aunque estuve apunto de perderlos, solamente por una imprudencia de mi parte.-Recuerdo perfectamente como caí de las escaleras.

-Si, bueno eso ya pasó y pues ni modo, cuidé por mucho tiempo a mis sobrinos y creo que con eso me doy bien servida, ellos me quieren y me cuidan, soy como su segunda madre, para unos su madre, como Barry, llegue a trabajar para su papá cuando Mariana ya había dado a luz, empecé como ama de llaves y cuando el pequeño llegó en brazos de su mala madre yo empecé a verlo y a cuidarlo.

-¿Mariana no lo cuidaba?-no debería de pensar cosas malas de ella cuando ya está muerta pero es que es inevitable.

-Nunca, hija. Ella vio la dedicación que le puse a Barry desde bebé y ella lo dejó a mi cargo y sinceramente se lo agradezco, aún me rompe el corazón recordar como era que Barry lloraba porque su madre se iba todos los días y ella ni lo veía. -Suspira.-Barry ha sido un niño muy carente de amor maternal, aunque siempre me tuvo él verdaderamente necesitaba a su mamá y el amor de su padre no era suficiente.

-Primero una disculpa por lo que le voy a preguntar pero, ¿y su esposo? O ¿el papá de su hijo?

-No te preocupes hija, no me casé, simplemente quedé embarazada del que era mi novio a los 18 años, estaba en pleno auge de mis estudios, los dos, pero el bebé vino a complicar las cosas pero aún así decidimos empezar nuestra familia, lo malo fue cuando lo perdí, él siguió estudiando mientras yo lloraba desconsolada por mi bebé todas las noches. Viví así mucho tiempo y finalmente decidió que él no se hundiría conmigo, se marchó.-Sonrie tristemente.

-Que patán, Tita-soy una preguntona y ahora no sé que diablos responder.-¿Qué sabes de él?

-Bueno pues hace unos años supe que es contador y qué tiene dos hijas y está casado. Tiene la familia que los dos deseamos tener, él si cumplió su meta, yo no. -Tita no muestra ninguna emoción.

-Hay que mandarle buenas vibras y que todo le vaya bien.

-No le tengo rencores pero no se vale. Bueno, no importa. ¿A donde irás?

-Cierto, Barry no ha bajado. Tengo cita, hoy es mi segunda ecografía. Veré a los bebés de nuevo.-Suspiro.

-Si quieres voy a ver a Barry -deja el trapo que tiene en las manos y sale de la cocina.

El cuerpo de Mariana todavía está en la sala de estar y ni siquiera hay alguien ahí.

-Hola-la voz ronca de un hombre interrumpe mis pensamientos.

-Hola-contesto extrañada, es alto y ni rebasa los 20 años de edad.

-¿Tú eres la esposa de mi hermano?-¿quien es él y quién es su hermano?

-Si te refieres a Barry sí.

-Bien, ¿él donde está? -pregunta mientas busca con la mirada a mi esposo.

-Durmiedo, creo.

-No, aquí estoy. -Se acerca a mi y me da un beso en la coronilla de la cabeza. -¿qué pasó Eric?

-¿cuando se sepultará mamá?

-Mañana en la mañana o hoy por la tarde si es posible.

-Bien, porque no se me hace justo que la tengas como un adorno en tu casa-dice enfadado.

-No la tengo como ningún adorno, que no venga ni un conocido a acompañar no es mi puto problema, y no dejaré que vengas a mi casa a estar molestando. -La expresión de Eric ha cambiado, sigue molesto pero sabe que Barry tiene la razón.

-Mejor me voy, al rato regreso a estar con MI madre-enfatiza el "mi", pues entonces sí es su mamá porque a Barry nunca lo quiso.

-Y tú¿para qué me querías? -dice alzando la voz.

-¿Por qué me gritas?-le reclamo-ya no te quiero para nada, quedate aquí amargandote más. -me bajo de la silla con cuidado. No necesito que me esté hablando así. Alto, ¿quién te llevará?

-¿A donde vas?-me toma del brazo con fuerza.

-Sueltame-aquí diría el típico " me estas lastimando " pero no.

-¿A donde vas? -repite.

-Olvidalo, ya no quiero que vayas conmigo y por favor sueltame, ya me tengo que ir.-Digo tranquilamente.

-Le diré a Rease que te lleve.

-No, iré en taxi. -me doy la vuelta y me voy. No quiero ver a Rease después de ese beso, puede que para los dos haya significado algo pero eso no puede ser aunque ese hombre me guste.

Cuando llego a la ecografía ya es demasiado tarde, mi turno ya ha pasado, y hay dos mujeres más esperando.

Me siento y tomo una revista sobre la maternidad. Creo que la leeré. Lo primero que mis ojos captan interesante es un artículo que está titulado como: "15 COSAS SOBRE LA MATERNIDAD"

1. TE CONVERTIRÁS EN BAILARINA Y CANTANTE

La vida será parecida a Glee cuando tengas al bebé - empezarás a cantar mientras le des el baño o le estés dando la compota de guisantes verdes porque te emocionarán esas sonrisas que tendrás como recompesa. Asimismo, le cambiarás la letra a las canciones para incluir el nombre de tu bebé.

2.TU MASCOTA BAJARÁ DE CATEGORÍA

No tendrás esa necesidad de darle a tu "primer bebé" tantos mimos ahora que tienes un bebé real. Pero, está bien, en un año o dos tu hijo tendrá un amigo para caminar, hablar y apretarlo.-Al leer esto en lo primero que pienso es en mi Pinky, ya no será la niña de mamá.

3.ADIÓS A UNA SALA RECOGIDA

Ellos toman todo el lugar... es el ataque de unos juguetes gigantes de colores brillantes. Tu antigua sala "todo está en su lugar" probablemente nunca se verá igual, cuando te des cuenta de la conveniente que es tener cerca una silla que se mueva "swing, bouncy seat". Y ¿sabes qué? No te importará.-Bueno pues Tita tendrá mucho trabajo y cuando ella no esté, yo lo tendré.

4. APRECIARÁS MÁS TUS GENES

Tal vez, antes te molestaban esos oyitos en el cachete, pero ahora que se los ves en tu bebé -el más lindo con la sonrisa más bella- pensarás que es tu mayor atractivo.

5. DESEARÁS UN AUTO MÁS CÓMODO

Tu idea de un paseo hot va a cambiar. Mientras la idea de comprar una camioneta era algo que te parecía que lo harían tus papás, ahora que ves cuántas cosas del bebé caben ella, lo harás tu. Si ya no la compraste.-Ni si quiera sé manejar, no puedo evitar pensar en Rease manejado mientras los bebés lloran y él con su cara de "ya no puedo más".

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