Bebé por Contrato (COMPLETO) romance Capítulo 63

—¿Entonces?—Kelly sujeta dos trajesitos para bebé. Uno color beige y el otro verde.

—Es tan difícil armar la maleta cuando ni siquiera sabemos su sexo. El beige, no importa el color al fin y al cabo. —Soríe, dobla el traje y lo mete en la pañalera.

—No sé que otra cosa meter, creo que ya hasta aquí llevamos todo lo necesario. —Se tira del cabello— ¡DOS SEMANAS BAAARRY! DOS SEMANAS... No puedo creer que ya tan pronto estén por nacer. —Se acerca a mí y me mira a los ojos. —Dos semanas para el 28.

—Mi vida, no te preocupes de nada, que si faltan dos semanas, dos días o lo que sea, yo siempre estaré ahí. Te apoyaré y cuidaré de ti y de los pequeños desconocidos.

—Tus palabras en serio me hacen sentir bien, amada, protegida y con seguridad de que nada malo pasará.—Ahora mismo Kelly parace una verdadera pelota, pasada de peso y redondita.

—Es que así es como te debes de sentir—le beso la nariz.—Ven, ya hay que bajar a la sala, recuerda que ya casi llega tu familia.

Kelly no puede andar de aquí para allá porque en serio le cuesta por eso decidimos celebrar el día del padre aquí en la casa, muy temprano me felicitó aunque no sé si cuente porque los desconocidos todavía no nacen pero bueno, no sé. Ayer antes de ir al trabajo pasé por el cementerio a dejarle flores a mi papá, al mejor papá del mundo. Le ayudo a bajar las escaleras a Kelly, ella esta empeñada a ayudarle a Tita con la comida aunque no pueda ni con su alma.

—¡¿Qué música pongo?!—pregunto. Desde que estoy casado, he dejado se hacer "pequeñas reuniones" en la casa, el equipo de altavoces se ha quedado en el olvido, bueno a excepción de algunas veces en las que me pongo a escuchar una que otra canción.

—Algo...¿noventero,quizás? No sé, busca algo en Spotify. —ahora mismo no se me ocurre nada de nada, ni modo que ponga reggaeton en una reunión familiar, aunque la mayoría somos jóvenes a excepción de los papás de Kelly y Tita.

—Está bien, niña.—Hago lo que me dice, voy a la app y le doy clic al apartado "¡Fiesta!" de eso me un montón de playlist. Creo que elegiré "dance classics" por que no sé que otra está bien para hoy. Tocan el timbre y salgo disparado hacia la puerta.

—¡Hola Barry!—dice muy efusiva Carlota.

—Señora, pasen —me aparto de la puerta —Señor —acepto la mano que Albert me tiende. —¿Y los demás?

—Iban a pasar por sus novias, cosas y de ahí creo que venían, o no sé que tontería fueron a hacer.—Me contesta Carlota.

—¡BARRY! ¡BARRY! —Los gritos insistentes de Tita me ponen a alerta.

—¿Qué pasa?—ahora mismo el corazón se me esta paralizando.

—Es Kelly, se le rompió la fuente.—Y como si estuviera a 5 grados centígrados me pongo a temblar. Veo como Carlota corre hacía donde los gritos de Kelly se escuchan.

—Hijo—Albert me da un ligero pellizco para que reaccione. —Corre, ve a ver a mi niña.

—No puedo, siento que me voy a desmayar.—Admito, quiero tirarme a llorar.

10 minutos después, aparece una Kelly sonriente caminado a paso lento de la mano de su madre. Albert las ayuda, pasan a mi lado, no sé que hacer.

—Barry, reacciona—Kelly me truena los dedos en frente de la cara.

—Me estoy muriendo de miedo.

—Yo también —hace una mueca de dolor —las contracciones están subiendo de nivel, vámonos ahora que todavía puedo caminar.

—Vamonos en la camioneta —logro decir, corro por las llaves

—Tengan—Tita nos da la bolsa con las cosas del bebé. —Recibire a los invitados y les daré la noticia.

—Por favor, Tita. Llevo mi móvil, me llamas por cualquier cosa.

—¡BARRY!—Grita Kelly.

Corro hacia la camioneta y la abro, Albert ayuda a Kelly a subir.

—Hijo, si no te importa quiero manejar yo. Tú ahora mismo estas muy nervioso, por el bien de todos es mejor que yo lo haga.

—Sí, claro.—Subo a la parte se atrás con Kelly. —Bebé, ten fé en que todo va a estar bien, te lo prometo.—Ella asiente y me mira a los ojos.

—Estoy tan feliz y tan asustada —susurra. —Siento que me estoy partiendo en dos. —sus ojitos se llenan de lágrimas.

—Todo va estar bien—no sé que otra cosa decir, aún no estaba preparado para este momento.

El camino al hospital se me hace eterno...

—Tranquilo—Kelly me toca el hombro—no van a nacer aquí, todavía falta. —asegura.

—Todo puede pasar—se ríe.

—Leí que las contracciones son porque la capa del útero se está adelgazando, o sea que apenas estoy empezando a dilatar. No se me van a salir los bebés apenas y me levante.—Se ríe.

—Las cosas son diferentes en cada mujer.—Siseo. Kelly se la pasó leyendo un montón de artículos, blogs, libros y revistas de cosas de maternidad y partos, creo que a eso de le debe su gran seguridad y tranquilidad.

—Está más asustado que tú —le dice Carlota a Kelly.

—Hombres...—las dos se ríen, hasta que a Kelly le da una contracción, fuerte supongo porque me aprieta la pierna con fuerza.

—Aaay—se queja.

Y es aquí donde la calma que ella tenía, ahora se ha esfumado. —Ya casi llegamos —le doy un beso en la mejilla.

—¿Trajeron agua?—Kelly está sudando.—Quiero agua—está arrugando la frente, las contracciones ya la empezaron a matar.

—Albert, pasame la botella que está ahí —señalo. Carlota es quien me la da.—Ten, hermosa. —le destapo la botella y le ayudo a tomar.

—Ya bajaron —suspira—ya bajaron...

—Tranquila hija, ya casi estamos por llegar —anuncia una preocupada Carlota.

En menos de 20 minutos estamos entrando al hospital. Albert se adelantó lo más rápido posible para anticipar en recepción la llegada de Kelly.

—Ya vienen con la silla de ruedas —ella me sonríe. Las contracciones le van y le vienen, pero está sudando horrible, la conozco tanto que sé que está odiando esto, odia sudar.

Las enfermeras se la llevan y nos piden que esperemos. Carlota recibe las llamadas de sus preocupados hijos.

—Se la acaban de llevar, sí, si está bien. Aquí los esperemos.—Cuelga y me mira feliz —ya estaban todos en tu casa, ya vienen.

—Perfecto, vámonos a la sala de espera de maternidad, no quiero que salgan los médicos y no estemos.—nos encaminamos los tres mientras yo trato de comunicarme con Liz o William, éste es el que contesta.

—¿Sí? Si nos hizo tarde, ya vamos a tu casa.—Se defiende William, siempre impuntual.

—Eso ya no importa, hermano.

—¿Necesitas que llevemos algo?

—No, mis bebés ya están por nacer —digo emocionado.

—¡Liz! ¡Los bebés ya van a nacer!—escucho como Liz grita y grita.

—¿Es en serio Barry? ¿No me mientes?—ahora es Liz quién habla conmigo.

—Ya estamos en el hospital. Vengan, toda la familia de Kelly ya está en camino.

—¡CLARO QUE PARA ALLÁ VAMOS! —el chillido de Liz hace que me duela el tímpano.

Me cuelga sin decir nada más, Albert se sienta en una de las sillas de la sala, está completamente vacía pero no por mucho tiempo.

—Ya pasó una hora y nos nos dicen nada—comenta Carlota.

—Barry, todo está bien—William me estrecha el hombro en señal de solidaridad.

—Iré a pedir informes con la de recepción —Miro como Dale se va.

Poco después sale una enfermera.

—Familiares de Kelly Parker—hace mucho que dejó de ser "Parker" pienso.

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