Bebé por Contrato (COMPLETO) romance Capítulo 62

Sí es que Kelly me quiere ¿por qué no simplemente me dijo la verdad? Un beso o dos, tres o veinte, que más daba. Solamente la verdad.

No sé si estar agradecido con Julieta u odiarla por haber hecho que mirara a Kelly como una farsante. Tampoco sé el porqué de esta revelación por parte de ella, sí está bien, Rease y ella estuvieron juntos, tiene una hija, pero, ¿por qué necesitaba arruinar a Kelly si ella y Rease ya no están juntos? Julieta lo hizo para fastidiar hogares, tal vez lo de Kelly y Rease fue algo pequeño, no tan grande como lo que yo he hecho a lo largo de estos 9 meses de casados.

En un mes nacen los bebés, el parto será natural, según la decisión de Kelly. La fecha estimada es 28 de junio, un día más un día menos, y después de eso quedaran tres meses para que el contrato termine.

Llegar a casa es un alivio, necesito ver a Kelly, la quiero abrazar y decirle que todo entre nosotros está bien.

—¿Puedo pasar? —pregunto después de tocar la puerta y no obtener respuesta.

—Pasa—lo hago, ella está poniéndose su pijama, está parada en medio de toda la habitación, su vientre brilla y sus bubis están gigantes. —Necesito ayuda.

—Está bien —dejo de admirarla y camino hacia ella. Tomo la parte inferior de su pijama y... Mejor no se la pongo. Me siento en la cama y la atraigo hacia mí con un poco de fuerza, lo único que se me antoja es besarla toda, aunque un sentimiento me hace parar.

—¿Algún día dejaremos de detenernos?—pregunta en voz baja.

—¿A qué te refieres?—pregunto extrañado.

—A qué si algún día dejaremos de hacernos la vida imposible y darnos cuenta de que desde el primer día que aceptamos este trato estamos batallando contra nuestros instintos para no enamorarnos,—supira—aunque yo no lo haya logrado, hay días enteros en los que pienso en ti y digo: gracias a Dios que me he topado contigo y tu tonta urgencia por casarte y tener hijos. Mi vida era sencilla, cena en casa de mis papás todos los domingos, llegar a casa y mimar a Pinky, hacer comida asquerosa para después no poder comerla porque se había quemado... Mis hermanos entorpeciendo mis relaciones... Hay una infinidad de cosas que cambiaron desde que llevo tu apellido. —Sonrío al pensar lo hermosa que se veía vestida de novia.

—Tú también cambiaste mi vida, le pusiste color y sazón—me río —me he comportado como un energúmeno desde que te conozco, pero desde el principio no pude evitar pensar en que estabas hermosa y que eras del tipo de chica que jamás me haría caso.

—¿Qué? ¿Quién se resistiría a este hombre?—me señala juguetona.

—Es en serio, tú nunca me lanzaste una mirada de coqueteo o me perseguiste intentando entablar una conversación, jamás me provocaste ni te me insinuaste. Solamente estabas ahí, sentada todo el día moviendo papeles aquí y allá, jugando con tu pluma. Por un tiempo me sentía enojado de que no me miraras ni una vez.

—Soy demasiado tímida como para hacer ese tipo de cosas, tú a mí también te me hacías un hombre muy guapo. Patán, arrogante, exasperante y perdido, pero buena persona.—Me rio de la menara en la que me describe. Le beso el vientre, huele a coco.—Hueles de maravilla.

—Es la aceite de coco que me unto para no tener estrías tan notorias. Dos bebés me dañaran el cuerpo después de que salgan expulsados.

—Me estoy muriendo de ganas por saber que son, niños o niñas...—acaricio su barriga con la nariz. Es de las mejores sensaciones de mi vida.

—Estoy muerta de miedo,—admite—no sé si resistiré, me siento poca cosa para dar una buena educación a dos niños, no siento que vaya a ser buena madre y eso realmente me asusta.

—A veces siento que toda mujer en lo más recóndito de su ser, tiene un pirncipo maternal. Y yo sé que el día en el que estos dos desconocidos nazcan ese sentimiento te saldrá natural. Es como yo, jamás pensé que tendría ese instinto de querer protegerte de todo.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Bebé por Contrato (COMPLETO)