—Mamá—grita una Jania muy feliz por verme después de unos días de ausencia, nuestras vacaciones fueron interrumpidas y eso para ellas está bien.
—Mamá, te extrañé— susurra Janne,—Papá...
—Papá no vino conmigo Janne—Así es, Barry y yo no regresamos juntos, gracias al cielo pude encontrar un boleto de avión a última hora y él dijo que se regresaría hoy, realmente estoy confundida con la diferencia de horario pero no importa, me da tiempo de decirle a mi mamá que me iré de la casa de Barry y que me divorciare.
—Hola hija, ¿que tal estuvo el viaje?
—mi mamá tiene un delantal y una sonrisa que apuesto no volverá a tener después de que le diga todo.
—Muy cansado—aparto a las niñas de mi lado y camino hacia mi mamá, quiero abrazarla y no me quiero separar de ella...
—Me imagino, estas niñas fueron unos angelitos aunque hicieron una pequeña gran travesura, tiraron sin querer un espejo de tu habitación...—por la expresión que hizo mi madre solamente puedo pensar en mi espejo, el de cuerpo completo o quizás el del vanity.
—¿Cuál espejo?—digo alterada.
—Uno blanco...—el de cuerpo completo, inmediatamente subo a mi recámara y al abrir la puerta me llevo una sorpresa. Una habitación llena de flores, rosas, margaritas, delias, tulipanes... un sin fin de flores, aunque en otro contexto las flores me alegran ahorita mismo su olor me dan asco.
—¡mamá!—grito, quiero llorar y no precisamente por el hermoso detalle que ven mis ojos si no por el enojo y rabia que esto me provoca. Mi mamá entra rápidamente —¿quién?
—Ay Kelly, pues Barry, ¿quién más?
—Mamá, llevatelas a tu casa, todas las flores...—evito llorar o gritar más pero,
—No hija, si son tuyas, que amable es Barry.
—No mamá, Barry no es amable solamente es un lame botas, solamente quiere que yo vuelva a caer en su puto juego de hombre inmaduro. ÉL Y YO NOS VAMOS A DIVORCIAR.
—¿Qué?—mi madre se queda helada.
—Barry me engañó estando en Italia, él cree que con flores va a arreglar todo el daño que hizo y que me ha hecho, pero se acabó. Esta vez se terminó.
—Creo que te dejaré sola, razona lo que dices—mi mamá y Barry se han vuelto inseparables pero no me interesa su buena relación, esto en serio se termino.
¿Ahora qué hago con esto? Tomo una muda de ropa de mi clóset y salgo dispuesta a bañarme y relajarme...
BARRY
—Nicolo, ¿cierto?—dice cuando toma la llamada.
—No no sé quien diablos sea el que mencionas, pero...
—Por favor vete a tu casa, con tu familia, ya no me llames ni me vayas a buscar, lo que pasó fue un error, cuídate y cuida a tus hijas.—Gabriela ya no despide insolencia si no que realmente se escucha cansada y preocupada.
—Bien.
—Adiós—desconcertado así es como estoy...
Llego a casa, todas están durmiendo y no dudo en ir a buscar a mis hijas pero sorpresa, ellas no están en su cama. Camino tranquilo y con la esperanza de que estén con Kelly en su cama. Voy a mi habitación y no hay nadie. Tengo ganas de llorar pero me trago las ganas.
Tomo mi móvil y le hago una llamada a Carlota, ni siquiera suena.
Quiero dormir, quiero dormir para no hacer locuras, mañana será un día nuevo.
Y desde hace mucho tiempo, me vuelvo a sentir completamente solo...
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