Bebé por Contrato (COMPLETO) romance Capítulo 72

Llego con total cautela a la casa en la que hace semanas me sentía cómoda y muy pero muy feliz y ni se diga tranquila. Las niñas están con mi madre, las llevó a comer un helado y a pasear al parque que está cerca de la casa de mis papás, me molesta un poco separarme de mis hijas pero simplemente quería que mis hijas no tuvieran que venir conmigo por nuestras cosas y que estuvieran tranquilas.

Me armo de valor y abro la puerta, trato de no hacer nada de ruido pero al parecer me tropiezo con una botella vacía de una bebida alcohólica. Trato de no alarmarme y simplemente seguir con mi camino, ahora y adelante lo que haga Barry no es problema mío. Subo con total cautela las escaleras esperando que ese hombre que algún día quise con toda mi alma no me escuche. Mis intentos se van al caño, ese hombre del que me quería cuidar está al final de la escalera mirándome. Tiene los ojos rojos y el cabello revuelto, al verlo, solo me dan ganas de llorar y decirle cuando lo odio.

—Volviste—Susurra esperanzado.

—No para quedarme—digo con la voz entrecortada. Se le descompone la cara al escucharme, sé que va a llorar, ya he visto esa expresión antes.

—Perdóname por favor, en serio, perdóname...—siempre cometo errores, por favor Kelly... todo estaba marchando bien...

—No puedo perdonarte y creo que jamás lo haré, por la sencilla razón de que confíe en ti, ciegamente, te di mi corazón y lo has dañado cuanto has podido y aún así, aquí seguía y seguí e intentaba ser mejor para ti, te respetaba, te cuidaba, te di tu lugar ante todo hombre que se me paraba enfrente... jamás pensé en dañarte de ninguna manera. Te he soportado mucho y tú solamente te has dedicado todo este tiempo a menospreciar todo este cariño que te tengo, todo este amor. Tomaste mi corazón y lo hiciste pedazos y ahora simplemente pretendes tomar cada uno de los pedazos y los quieres pegar. QUIERES ARREGLAR CON UN PUTO PERDÓN TODOOO LO QUE DESTRUISTE, TODO LO QUE ARRUINASTE...—mis lagrimas hacen que vea nublado y mis intentos por no romper en llanto hacen que me duela la cabeza.—Te odio, pensé que jamás iba a usar palabras tan fuertes en alguna persona, pero en serio te odio. Eres una basura, eres un mentiroso, eres un hipócrita, me utilizaste siempre, y yo lo permití, te di mi dignidad en charola de plata, no me cuidaste, no cuidaste nada de lo que hacías, estoy tan decepcionada que podría matarme ahorita mismo por tanto sufrimiento, por tanta vergüenza que ahora mismo me llena, podría ahora mismo golpearte con todas mis fuerzas y ni así podría sacar todo el odio, el enojo, la rabia que siento por lo que me hiciste. —Rompo a llorar e inmediatamente me tapo el rostro con las manos. Me ha hecho mierda, toma unos segundos en que la vista se me despeje para poder mirar su expresión, es inaudita, jamás lo había mirado así. Como puedo, camino hacia él, con las ganas de matarlo a golpes si es posible, pero mi racionalidad me lleva a la habitación de las niñas, todo está tirado, un Barry enojado estuvo aquí.

Tomo lo que mis manos pueden tomar, lo meto en una mochila de las niñas y salgo directamente a mi habitación, también hay cosas tiradas. Tomo más ropa y zapatos, esto me bastará para empezar, esto me lo compré con mi dinero. No quiero nada de Barry. Oh, tengo dos hijas suyas, vaya karma que estoy pagando, sin embargo, jamás me arrepentiría de esas dos niñas.

Barry sigue ahí, con la mirada en el suelo. Mentiría si dijera que lo quiero abrazar como todas la veces en que he estado ahí para él, pero sería una falta de respeto así mí si lo hiciera. Paso a lado de él pero inmediatamente me toma del brazo, siento como si sus manos me quemaran, no quiero me toque ni una vez más.

—Sueltame—hablo con calma y sin ganas de volver a caer en una crisis.

—Por favor—me dan ganas de reírme ante sus palabras, son una estupidez, todo lo que sale ahora mismo de su boca lo es.

—¿Por favor qué? Escuchate por favor, date cuenta de lo ridículo que te escuchas, ya no puedo estar contigo, no me puedes seguir pisoteando, no puedo seguir en un matrimonio como este, no es sano ni para ti ni para las niñas, piensa en tus hijas, quizás nunca pienses en mí cuando actúas pero por una vez en la vida piensa y razona que lo que haces tiene una serie de consecuencias y que no solamente te afectan a ti, también afectan a las personas que te aman.

—Perdóname, te juro que voy a hacer lo que tú quieras, cambiaré mis malos hábitos, llegaré temprano los sábados, cocinare para ti los domingos y lavaré los platos todos los días durante las cenas pero por favor, no me dejes solo.

—Créeme que lo que hiciste no se arregla con cambiar los malos hábitos en la casa, ojalá fuera así, ojalá esta separación fuera porque dejaste la ropa sucia en el baño y no en el cesto de la ropa sucia, ojalá fuera todo tan fácil de perdonar, pero no es así. Es definitivo, no podemos estar juntos.—Trato de jalarme para que me suelte pero no lo hace, insisto pero me sujeta con más fuerza. —Es en serio, quiero que me sueltes, el solo hecho de que tus manos me toquen me da asco, sueltame.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Bebé por Contrato (COMPLETO)