Casualidad Destinada romance Capítulo 43

En cuanto salieron esas palabras, mucha gente se acordó inmediatamente.

La mayoría de las personas presentes en la sala pertenecían a los famosos medios de comunicación de Ciudad Lakveria, y el último incidente de secuestro se consideraba una gran noticia en Ciudad Lakveria, así que mucha gente lo había descubierto. Por ello, cuando vieron al hombre de la foto, naturalmente lo reconocieron a primera vista.

—Cuando le vi secuestrar a las hijas de la familia Graciani la última vez, pensé que no conocía a estas dos y que lo hacía puramente por el dinero, pero ahora parece que es un conocido de la señorita Selena...

—Mira la forma en que habló con la señorita Selena hace un momento, no parece un enemigo, entonces el secuestro...

Nadie en la sala era estúpido. Además, solían escribir comunicados de presa con un poco de imaginación añadida.

Además, el hecho de que esto se hubiera puesto al descubierto había hecho más inevitable que hubiera especulaciones salvajes.

Selena también se puso pálida de miedo al verlo.

No tenía ni idea de por qué Isaías tenía este vídeo en su poder.

¿No había enviado a alguien a limpiar las imágenes de las cámaras de seguridad en su momento? ¿Por qué se ha filtrado?

Ella se apresuró a pedir a Thiago y a Valentino que desenchufaran los cables y apagaran la grabación. Pero cuando volvió la cabeza, se dio cuenta de que Thiago y Valentino habían sido detenidos en algún momento.

Cinco o seis altos guardaespaldas habían mantenido a toda la familia Graciani entre bastidores para que no pudieran acercarse a la consola.

Y el hombre que encabezaba el grupo no era otro que Axel.

Los ojos de Isaías brillaron.

«¿Cómo puede estar Axel aquí?»

Recordó que no le había contado a nadie sus planes para hoy.

No sabía por qué, pero su mente se movió de repente y miró hacia la multitud, y allí, en un rincón del fondo, vio una figura larga y esbelta.

«¿Es Milagros? ¿También está aquí? No, ¿cuándo llegó aquí? ¿Cómo sabía que yo iba a dar una rueda de prensa hoy aquí?»

El corazón de Isaías se aceleró de repente, le miró a través de gente, y aunque no pudo ver la expresión exacta de su cara, pudo sentir el apoyo y el ánimo en sus ojos.

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