Casualidad Destinada romance Capítulo 44

Al oír estas palabras, la expresión de Doña Graciani cambió radicalmente.

Quiso defenderse, pero no pudo decir nada ante el abrumador interrogatorio de los periodistas.

Al mismo tiempo, algunos de ellos entregaron el micrófono a Selena.

—Selena, dijiste que Isaías te robó a tu prometido, pero la verdad es que fue tú quien le robó a su prometido, ¿no?

—Señorita Selena, usted misma admitió que la señorita Isaías es la prometida del Sr. Alguacil, ¿por qué la acusa de lo mismo? ¿No dijiste que era tu hermana más querida?

—Señorita Selena, he visto en las imágenes de antes que tuvo un breve intercambio con ese secuestrador antes de ser secuestrada, ¿demuestra esto que se conocían de antes?

—Dado que siempre has codiciado el matrimonio de la señorita Isaías con el señor Alguacil, ¿podemos suponer que fue porque querías llevar el matrimonio solo que colaboraste con el secuestrador y montaste un espectáculo para deshacerte de la señorita Isaías y poder casarte con la familia Alguacil solo de nombre?

—¡Señorita Selena, por favor, denos una respuesta!

—... — Selena nunca había visto alguna vez una escena así, se sintió instantáneamente turbada.

Ella gritó incoherentemente:

—¡No lo hice! No me acusen falsamente, ¡no lo hice!

Al mismo tiempo, Sophie se abalanzó sobre ella a pesar de todo y mantuvo a raya a los periodistas por ella.

—¡Ya basta! Tienen que dejar de hacer preguntas, esto no tiene nada que ver con Selena, ¡fue acusada injustamente!

—¡Lo sé, Isaías, debes ser tú! Debes ser tú, ¿no?

De repente, Selena se abalanzó sobre Isaías, la agarró por el cuello y le dijo con voz severa:

—¿Por qué me has hecho esto? ¿Por qué?

La cara de Isaías no tenía ni la mitad de pánico que antes.

Tomó tranquilamente la mano de Selena y rompió el agarre de su cuello, uno por uno.

Luego, con una fuerte sacudida, la tiró.

Al mismo tiempo, sacando un pañuelo, se limpió con asco donde la había tocado, y dijo con voz ligera:

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Casualidad Destinada