Casualidad Destinada romance Capítulo 89

No había sonido en el escenario. Todo el mundo miraba a Selena, esperando que actuara.

Selena se sintió un poco engreída en su corazón, al fin y al cabo, no todo el mundo ha tenido esta oportunidad de actuar.

Para decirlo sin rodeos, la gente de aquí es toda rica y famosa, y aunque la familia Ordóñez es sólo la cabeza de Ciudad Blosageta, tiene contactos en todo el país, y muchos de sus invitados han venido de fuera para el cumpleaños de Don Ordóñez.

«Si yo pudiera causar sensación en una fiesta como la de hoy y llamar la atención de uno de ellos, sería bueno tanto para mi familia como para yo misma.»

Con esto en mente, Selena inclinó la cabeza cada vez más alto, revelando su largo cuello como de cisne mientras colocaba las manos en las teclas del piano.

Con un suave movimiento, el suave sonido del piano brotó inmediatamente de las yemas de sus dedos.

Para ser sinceros, la habilidad de Selena con el piano es bastante buena.

De repente, se oía un murmullo bajo:

—No esperaba que esta joven tocara muy bien el piano, tiene un poco el sabor de Diosa Rafaela.

—De acuerdo, al menos es la segunda hija de la familia Graciani, ya he oído antes que es una dama famosa y con talento, hoy la he visto, es realmente algo más.

—No me extraña que el señor Alguacil se enamorara de ella y dejara a su exprometida.

Mientras decía esto, alguien miró en silencio a Isaías, que estaba sentada frente a él.

Isaías, naturalmente, lo percibió, pero no se enfadó, sólo tiró de las comisuras de los labios en señal de disgusto.

«¿Tiene Selena talento? A los ojos del hombre común, tal vez. Es que... ¿Diosa Rafaela? ¿Se merece la comparación con ella?»

La Diosa Rafaela, cuyo nombre completo es Rafaela Ocampo, es una estrella emergente que saltó repentinamente a la fama en el mundo del piano hace unos años. Su forma de tocar el piano, que puede describirse como divina, ha sido descrita como una nueva generación de dioses del piano a una edad temprana, siendo el predecesor el viejo señor Domingo Berganza, que ahora tiene sesenta años.

Por desgracia, Rafaela nunca ha revelado su verdadero rostro. Siempre que actuaba, llevaba una máscara de fénix plateada.

Nadie ha visto nunca cómo es la cara bajo la máscara.

Hace mucho tiempo circuló la leyenda de que esta Rafaela, a pesar de su talento, no sólo tocando el piano extremadamente bien, sino también componiendo su propia música, pero fue quemada por un incendio cuando era niña y era muy fea.

Por ello, siempre llevaba una máscara y no se atrevía a mostrar su verdadero rostro a los demás.

Nadie sabe si este rumor es cierto o no.

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