El agua caliente caía sobre su rostro y Cecilia finalmente comenzó a despertarse. Recordando la noche anterior, había sido una locura, pero por suerte su estómago no protestó. No podía decirle que no a Ander, siempre se lo daba todo, el sexo era su único atractivo para él. El día anterior por la mañana habían recogido el certificado de matrimonio y por un descuido, habían pasado una noche llena de pasión. Sin entrar en detalles, se parecía a la noche de bodas de cualquier otra pareja. Al cerrar la ducha, el sonido del agua se detuvo abruptamente. El pequeño baño se llenó de vapor y Cecilia, aún entre brumas, buscaba su ropa cuando escuchó ruidos afuera; Ander debía haberse despertado y estaba vistiéndose.
Efectivamente, poco después, sus pasos pesados se detuvieron en la puerta del baño y con la voz ronca de la resaca dijo: "Roger necesita verme."
Cecilia, que estaba envolviéndose en una toalla, se detuvo un momento antes de responder con un silencio prolongado: "Está bien, puedes irte."
Parecía seguro de que ella respondería de esa manera, y pronto se escuchó el sonido de la puerta al cerrarse. Ander se había ido, tan decidido como siempre. Como decía Roger: su ternura solo le pertenecía a Alicia. No pudo evitar sonreír, si amaba tanto a Alicia, ¿por qué rompió con ella? ¿Por qué se acostó con ella? ¿Y por qué... se casó con ella?
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Cecilia tomó un taxi desde el hotel para regresar al trabajo en El Prat y por poco llega tarde. Estuvo muy ocupada toda la mañana; una compañera se había ausentado, había muchos controles médicos antes de los vuelos y Cecilia tenía que manejarlo todo sola.
Antes de empezar a trabajar, Beatriz se acercó para interrogarla: "¿Qué diablos hiciste anoche? ¿Cómo es que te fuiste a mitad de la fiesta? Te llamé y tenías el teléfono apagado, ¿no te gustó Roger, el que te presenté? ¡Es tan atractivo!"
Cecilia, algo somnolienta, respondió vagamente: "Mi madre me llamó para volver a casa, y luego tuvimos una discusión, ¿cómo iba a preocuparme por eso?"
Viendo su actitud, Beatriz se acercó más y preguntó: "Entonces, ¿no es que Roger no te gustó?"
Cecilia no quería seguir discutiendo con Beatriz y respondió sin pensar mucho: "El capitán Balaguer está muy bien, es excelente."
"¿Verdad que sí? También creo que es un buen partido." Insistió Beatriz.
"Sí, sí." Afirmó Cecilia.
"Por cierto, tengo un chisme." Beatriz bajó la voz para decir: "Alicia vino al centro esta mañana, pidió un certificado médico. El doctor Costa la atendió y el diagnóstico fue alergia, se le llenó el cuerpo de ronchas, pero en realidad fue por beber demasiado. Ayer salió con Ander y no volvieron, supongo que discutieron."
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