(COMPLETA) Cuéntale que me Amas romance Capítulo 22

Emma sintió un escalofrío envolvente en todo el cuerpo al sentir que alguien estaba en la cocina. Al frente estaba Kevin que abrió los ojos como si hubiera visto un espectro. Emma sintió una mano en sus hombros pero no se animó a darse la vuelta. Estaba muerta de miedo, hasta que escuchó.

-Ya me olía a gato encerrado. Con razón ustedes dos se llevan tan bien-

Elisa, la madre de Kary entró a la cocina los miró a ambos muy seria, pero no pudo contener una sonrisa cómplice, Le dió tanta ternura la situación que para suavizar el ambiente les dijo.

-Chicos no se preocupen, yo no estuve aquí. De mi boca no saldrá ni una palabra. Pero déjenme decirles que si van a tener una relación a escondidas estarán jugando con fuego.-

Emma trató de disimular toda preocupación con una sonrisa y dijo.

-No tía, no tenemos ninguna relación.-

-Por el momento no. Pero aprovecharé al máximo el tiempo que se quede conmigo- Dijo Kevin, sin ningún signo de ironía.

-No juegues con fuego querido.- Dijo Elisa- Las mentiras tienen patas cortas. Otra cosa que te advierto es que si me entero que lastimaste a mi pequeña, vendré sin previo aviso y te abriré al medio con lo primero que encuentre en esta hermosa cocina.-

Y una voz alegre se sumó a la conversación.

- Mamá por favor deja de amenazar a Kevin. El prometió cuidar de Emma, y ayudarla con sus estudios, yo creo que amenazarlo está de más.- Dijo Kary. 

Emma estaba totalmente paralizada y pensó

Pero Kevin tomó su mano, sintiendo que Emma estaba incómoda, hizo un gesto con la mirada, como diciendo

 Emma ya había empezado a llorar antes que todos, pero se sobresaltó al sentir la calidez de la mano de Kevin en su hombro, le entregó un pañuelo descartable y dijo con un tono burlón.

-Ya deja de llorar, no se irán para siempre. Es más si te quieres ir con ellos, estas a tiempo de cambiar tu pasaje.-

-Déjame en paz, quiero quedarme. Sólo estoy algo triste-Dijo Emma tomando el pañuelo y sacando la mano de su hombro.

Kevin se agachó hacia su oído y le dijo en un susurro.

-De todas formas, no te dejaría ir.

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