(COMPLETA) Cuéntale que me Amas romance Capítulo 53

Febrero era un mes sofocante, el verano torturaba a las personas con altas temperaturas. Sin embargo, no era el clima lo que le hervía la sangre a Samy, sino el comportamiento de Hunter. Ya iban diez días desde que se había ido de vacaciones, y no dio señales de vida.

El muy imbécil, se piensa que me hará daño ignorándome por completo. Pero cuando vuelva, mi indiferencia le dolerá el doble Pensaba Samy mientras iba camino a una entrevista de trabajo.

No había tenido nada de suerte en cuanto a conseguir trabajo, su edad le jugaba en contra y su apariencia la había tenido que cambiar obligadamente. Gracias a Danny, el hermano de Emma, consiguió tener una entrevista con Kevin, dueño de una cafetería en el centro, "MUSIC MELODY". Era un lugar maravilloso, de pequeña solía ir con Emma, pero de un momento a otro, Emma fue distanciándose del frío e irónico Señor Limón, así lo llamaban ella y su amiga, por la forma tan ácida que tenia para hablar.

-Buenas tardes, con permiso.- Entro Samy a la oficina de Kevin luego de anunciarse.

-Que tal Samy, te estaba esp.... Tu no eres Samy.- Aseguro Kevin sorprendido. Samy soltó una carcajada por el comentario.

-Claro que soy Samy, solo que estoy mejor vestida.- Alzo los hombros sin darle mucha importancia.

Se sentó frente al hombre que intimidaba con la mirada, sin embargo, a Samy jamas le había causado tal incomodidad. Se conocían desde hace varios años, ya que era el amigo de Danny y siempre se veían en los cumpleaños, o navidad y año nuevo en casa de Emma. Hablaron un poco de sus vidas, lo cual hizo que la tensión desapareciera.

-Me dijo Danny que estas buscando trabajo y que no eres quisquillosa. Eso es lo que estoy buscando. Alguien que sepa y si no sabe que aprenda, pero con paciencia. Esta cafetería suele llenarse durante la semana, por lo que tu puesto consistiría en ayudar a los demás. No tendrás un puesto fijo porque eres menor de edad y aun no puedo ponerte a trabajar en regla, me entiendes?- Samy asintió con alevosía y siguió escuchando atentamente- Estarás a prueba esta semana empezando desde hoy, si puedes. Si trabajas bien te quedas, Si no, te vuelves a tu casa.- Dijo Kevin sin perder el hilo de su mirada.

-Por supuesto que acepto, veras que no tendrás queja alguna de mi, soy dinámica, aprendo rápido y soy bastante fuerte, aunque estos pequeños brazos no digan mucho- Aseguro Samy elevando su antebrazo para simular músculos en sus bíceps.

-Estas segura de comenzar hoy mismo?-

-Por supuesto, de verdad necesito trabajar, no solo por el dinero. He estado muy mal desde que mi padre murió y no tengo ganas de seguir deprimida. Tengo plena confianza y seguridad de mi misma para trabajar.- Soltó Samy.

-Así eres en tu vida?- Pregunto Kevin esperando una buena respuesta.

Samy lo pensó unos segundos. No era decidida, de ser así, a pesar de la muerte de su padre, hubiese seguido jugando al fútbol, hubiese seguido siendo la alegre y habladora que siempre había sido. Y tampoco era segura de si misma, ya que, aunque en su corazón solo había amor por su mejor amigo, aun así tenia miedo de perderlo. No estaba segura de confesar sus sentimientos y eso la destrozaba.

-No.- Soltó Samy sin vergüenza- No soy así. Mas bien soy insegura e indecisa.-

-Y que te hace creer que no me defraudaras en cuanto a lo laboral?-

-Porque mi vida personal, no tiene nada que ver con el trabajo. Mas allá de lo que este pasando en mi vida personal, quédate tranquilo que el trabajo estará bien hecho.-

-Estas contratada.- Dijo Kevin sin mover un solo musculo, sin pestañear, sin sonreír. Su personalidad era fría, su rostro tenso y sus ojos maliciosos. Aun así Samy se abalanzo sobre el escritorio y lo abrazo.

-No te decepcionare Jefe. Esto sera emocionante. Por donde empiezo?-

MELODY tenia tres salones, dos internos y uno externo, la cocina y los baños con vestuario. Como Kevin había mencionado, la primer semana había sido de prueba. Ayudaba en la cocina, lavando todo, limpiando los baños, los pisos, los vidrios y sacando la basura. Todo el tiempo había algo para hacer, y cuando no lo había, ayudaba a hacer el conteo de la mercadería. Sin duda, Samy se había ganado la confianza de Kevin y de todos los empleados, y por decisión de Kevin, su horario de trabajo seria a la tarde para que no perjudicara sus estudios.

La semana había llegado a su fin, mientras salia de MELODY, Samy pensaba que hacer el domingo en su día libre. Con su primer pago en mano, pensó en comprar ropa, algún regalo a sus hermanos, o llevarlos al parque. Se sintió aliviada y feliz por primera vez en estos quince días que habían transcurrido sin ver a Hunter, sin saber nada de el. Habia estado ofendida y de muy mal humor cada vez que se acordaba. Sin embargo, trabajar le había hecho muy bien, no tenia tiempo de pensar y eso la ayudo mucho a no sentir tanto la ausencia de su amigo.

Hunter solo sonrió y se acerco a ella para abrazarla, la vibración en su cuerpo por la risa, le corto la respiración. Trato con todas sus fuerzas de soltarse, pero los poderosos brazos la tenían acorralada.

-Suéltame imbécil.- Grito Samy contra su pecho mientras lloraba y respiraba entrecortadamente. Trato de seguir golpeándolo para soltarse, pero su fuerza se había esfumado, así como todo el odio que había sentido durante todos esos días sin el.

-No te soltare nunca mas, no volveré a alejarme de este modo nunca mas, prometo la próxima vez llevarte conmigo.- Dijo Hunter con toda sinceridad.

-Eres un maldito mentiroso.- Decía Samy entre lagrimas y sollozos.-Por que te fuiste sin despedirte? Por que no llamaste una vez al menos?- Dijo sorbiendo sus mocos aferrada al cuerpo de Hunter.

-Lo hice para darte una dosis de tu mismo veneno. Ahora sabes como me he sentido todo este tiempo. Yo entiendo los motivos de tu distancia, pero ya basta Samy, me duele tenerte cerca y no poder disfrutar del tiempo a tu lado. Deja de poner ese maldito muro entre nosotros. Comparte tu dolor, tus miedos y tu alegría como solías hacerlo.- Dijo Hunter besando su cabeza, mientras frotaba su espalda.

Las lagrimas y los sollozos habían desaparecido. Aun seguía abrazada a el, y no quería soltarlo. Habia extrañado todo de el, desde su aroma hasta su voz gruesa como la de un criminal. No quería perderlo, valía mucho para ella como para arriesgarse a decirle que lo amaba. Lentamente se separo de el, seco sus lagrimas torpemente y sonrió deteniéndose en sus labios y luego en sus ojos.

-Te ves hermosa. Siempre lo has sido, pero esta vez...- El puño derecho de Samy en su estomago hizo que dejara de respirar.

-Eso es por hablar con la vecina, antes que conmigo. Y esto es por decir que antes no era hermosa.- Samy lo abrazo por el cuello, trabando su cabeza y rascándosela con los nudillos.- Te haré pagar muy caro, te daré un omelette hecho con mis propias manos- Dijo entre risas.

-No por favor, el omelette de la muerte no. Ten piedad...- Dijo Hunter soltando un falso llanto.

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