—¿Qué está haciendo él aquí?— David me hizo a un lado al ver lo que estaba pasando y entró furioso al apartamento.
—Más bien, ¿Tú qué estás haciendo aquí? esta es la casa de mi prometida, entrometido— Ambos avanzaron al encuentro.
—Ex-prometida querrás decir, no te confundas, Nicolas Augier— David estaba tan cerca de Nicolas que temí que empezaran a pelearse como lo habían hecho en la mansión.
—Bueno, ustedes dos, ya basta... No quiero que comiencen a pelear ahora— Me interpuse entre los dos para tratar de calmarlos — David, ¿Qué haces aquí? pensé que no volverías a hablarme— Intenté dejar la otra situación de lado y enfocarme en la razón de su inesperada aparición.
—Te extrañaba, Alice, por eso estoy aquí pero al parecer tu a mi no— Me miró a los ojos transmitiéndome lo confundido que estaba de verlo a él aquí también.
—¿Es que no te ha quedado claro aún? Ella no te quiere y si no lo hizo hasta ahora, ¿Qué te hace pensar que siquiera lo hará en algún momento?— David, una vez más, me hizo a un lado para enfrentarse a Nicolas.
—Pues, a ti tampoco, menos ahora, ¿Acaso ya te contó que durmió conmigo?— Todas las alertas sonaron frente a mi. No había forma de que esto terminara bien. ¿Cómo se supone que le explicaría esto al loco posesivo de Nicolas?
—Pero ¿Qué dices?.. Alice tú...—Demonios, ¡demonios! Este hombre se estaba convirtiendo en una completa furia.
—Yo....Nicolas puedo explicarlo— No debía de explicarle nada pero así lo deseaba hacer.
—No le debes explicaciones aun secuestrador— esas palabras fueron las suficientes para detonar a Nicolas.
—¿Te atreviste a tocarla, maldito?— hubo un breve silencio, en cual pensé que todo se calmaría luego de una corta reflexión de su parte, pero no—¡VOY A MATARTE!
Nicolas tomó a David directo de su chaqueta y comenzó a golpearlo sin pesares. David respondió a sus golpes provocando que ambos tropezaran y cayeran del otro lado del sofá, como si de una película de acción se tratase.
—¡YA BASTA! DETENGANSE AHORA MISMO— Intenté separarlos inútilmente pero en el intento uno de los puños de David impactó con mi cara, haciéndome caer al suelo sin más. Ambos se detuvieron cuando escucharon el sonido de mi cuerpo impactando contra el piso.
—Alice, perdóname, fue un accidente— David estaba congelado observándome en el piso.
—Déjame ayudarte— Nicolas, corrió todo ante su paso y se acercó para ayudarme a levantar pero lo rechacerechace.
—Hombres, eso fue lo que me pasó— Le dije tratando de sonar sarcástica.
—¿Segura de que estás bien?— Sam me quitó la bolsa de hielo de la mano y empezó a darme toquecitos con ella en el rostro.
—Sí, eso creo— nunca dije estarlo pero ella notó lo que quería aparentar y no preguntó mucho más al respecto.
—Lo voy a matar, ese Nicolas se las verá conmigo, ya escapó de mi furia una vez, no tendrá el placer de escapar dos veces— Furiosa apretó sus puños y estoy segura de que si Nicolas estuviera aquí ella lo molería a golpes o eso intentaría.
—No fue él, Sam— Se quedó en silencio y me miró confundida —Fue David, él llegó justo después de que te fueras y no tuvo mejor idea que pelearse con Nicolas en la sala. Traté de separarlos pero solo logré que David me golpeara por accidente— Ella parecía asombrada por lo que le estaba diciendo.
—Accidente o no, te golpeó, Alice. Cada vez que estás cerca de uno de ellos sales mal— Ella tiene razón. Seguir aferrándome a David y Nicolas solo terminará haciéndome más daño a mi que a ellos
—Tienes que ponerle un punto final a esto.
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