(COMPLETO) El Loco De Mi Prometido romance Capítulo 5

Dados los hechos, pensé que Nicolas me gritaría pero estuvo en silencio todo el camino de regreso a su casa, recién cuando llegamos fue que mostró su verdadero ser, me tomó fuertemente del brazo y me llevó a la habitación sin importarle el dolor que estaba sintiendo en mi tobillo.

—De verdad lo siento, no lo volveré hacer— con arrepentimiento en mi tono de voz, hice lo posible para persuadirlo.

—Ya lo hiciste, Alice. Con esto rompiste mi corazón, de veras pensé que estábamos avanzando— aflojando su corbata trató de librarse de la presión de su cuerpo.

—Bien, ahora al menos ya sabes lo mal que se siente cuando alguien hace cosas sin importar cómo te sentirás— a sabiendas de que nada cambiaría su posición, me resigné y expresé mi propia postura. Con desinterés hacia la situación, me encaminé en dirección al baño o eso planeaba hasta que Nicolas me tomó del cabello, me lanzó a la cama y comenzó a besarme; era un beso feroz que logró quitarme el aliento por completo, decidió descender besando mi cuello mientras me quitaba la ropa bruscamente con una mano, ya que con la otra sostenía mis dos muñecas para que no pudiera moverme ni huir.

—Esto es por desobedecerme— Bajó hasta mi entrepierna y sumergió su cara en ella, haciendo que inconscientemente soltará unos gemidos ahogados, él continuó lamiendo sin importarle nada, provocando que casi llegue al orgasmo—No tan rápido señora, Augier. Esto no será tan fácil para ti.

Luego, empezó a juguetear con mis pezones, los cuales se ponían más sensibles y erectos con cada toque de sus dedos, mientras se disponía a morder uno de ellos, apretaba el otro. Mi éxtasis era tan grande que no pude controlarme a voluntad y me dejé llevar por el confuso momento. Sólo él y yo, sin odios de por medio.

Enredé mis piernas alrededor de su cintura, con el fin de acercar más su erección a mi entrepierna; deslicé mi mano y comencé a desabrochar su pantalón.. cuando al fin pude liberar su miembro no quise esperar más, lo tomé y lo introduje en mí sin más, se sintió tan bien, en ese momento nuestros cuerpos se habían vuelto uno, en perfecta sincronía. Con cada estocada de Nicolas en mí, mi cuerpo se estremecía, así rápidamente ambos llegamos a nuestro clímax al mismo tiempo. Lo abracé mientras mi cuerpo aún presentaba los espasmos de aquel sexo inesperado pero altamente placentero.

—¿Por qué todos los días no pueden ser así contigo?— preguntó sin vacilar.

—Porque me secuestraste y tomaste a la fuerza— por más cierto que fuera eso, me costó ocultar los sentimientos de mis recientes acciones.

—¿A la fuerza? hace unos instantes estabas tan colaborativa como yo— y así sin más, mi buen humor se fue a la basura, devuelta a la realidad de estar encerrada en esta casa.

Ya dentro del amplio baño, cerré la puerta con seguro, me despojé de toda prenda arruinada que quedase en mi y me adentré en la ducha, dispuesta a lavarme y borrar todo aquel rastro de aquel pecado sucedido en la habitación. Mientras el agua recorría abruptamente mi cuerpo, más y más pensamientos de los que quisiese deshacerme se avecinan a mi. ¿Qué si de verdad cree que voy a enamorarme de él? ¿Qué pasará conmigo si él sigue creyendo que ya caí ante sus encantos? ¿Me veré obligada a vivir aquí junto a él hasta el fin de nuestros días? y peor aún ¿Qué sucederá conmigo si de verdad me enamoro de él? Todo aquello que me atormentaba pasase, de verdad está sucediéndome ahora mismo.

Antes de seguir ahogándome en mis pensamientos, recibí un llamado desde el otro lado de la puerta, cual me devolvió a la realidad; no sé cuanto tiempo estuve aquí metida pero fue el suficiente para que el agua fluyera por toda la habitación y más, a través de las puertas no cerradas de la ducha, por supuesto que alguien iba a venir a reclamarme por el desastre que estaba causando.

—Disculpe, Señorita Alice, ¿Se encuentra usted bien?— pronunció una voz femenina desconocida para mi. Hacía tanto tiempo que alguien no me llamaba por mi nombre, que hizo que el hecho de que lo mencionen fuera tan refrescante para mi, mas que todo ese tiempo estancada bajo el agua. Pues, desde mi llegada a esta casa, todos se han empeñado en llamarme "Señora Augier" y tratarme como algo que no soy ni deseo ser, oír mi nombre después de tanto tiempo, de una manera como esa, de una forma hizo que me sintiera reconfortada.

—Sí, por supuesto, estoy bien. Mis disculpas por el desastre que he creado, realmente no me di cuenta de lo que estaba pasando...— dada mi recompostura, quise mostrarme de manera correcta ante aquella persona que me había devuelto algo de mi esencia.

—No se preocupe por eso, el saber que está bien ya nos deja tranquilos. Venga, acompáñeme, por favor.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: (COMPLETO) El Loco De Mi Prometido