¿Por qué las personas buenas no pueden ser felices? Es una pregunta sin respuestas ¿No?
Bárbara Úrsula Medina
Estoy muy preocupada han pasado varios días y no he sabido nada de Cristóbal. La verdad es que debe estar muy enojado conmigo pero yo también tengo mis razones y no quiero poner en peligro a más personas eso no me lo perdonaría nunca.
En estos días pensé que él necesitaba su espacio pero también comprendí que fui yo la que le dijo que deberíamos alejarnos por un tiempo y quizás está cumpliendo lo que permitió ¡Pero es que joder! Lo extraño como nunca. Necesito su insistencia, su mente que a veces suele ser muy pervertida, de verdad necesito todo de él.
Es un sentimiento que ni con Daniel sentía y se siente súper raro. Es que he llegado a la conclusión de cuanto amo a Cristóbal Manckenzie lo amo tanto.
Por eso decidí irlo a buscar sé que me estoy contradiciendo pero es algo que lo puedo controlar, es algo que me supera. Por eso me dirijo hacia su casa con la única emoción de verlo nuevamente.
(...)
--¿Bárbara? ¿Qué haces aquí?- pregunta se inmediato Cristóbal cuando me ve entrar.
--Necesitaba saber de ti ¿Por qué no contestas el teléfono? Me tenías muy preocupada-confesé mirándolo con preocupación-. Pensé que te había pasado algo-murmuré.
Él se queda mirándome fijamente y es que lo noto muy distinto al Cristóbal de siempre.
--¿Qué? ¿Tengo algo? ¿Dije algo malo? Mira yo sé lo que te dije aquella noche en el restaurante pero es que la verdad no puedo estar tan lejos de ti y sé que estás cumpliendo lo que prometiste pero sólo quiero que no te alejes tanto. Por favor-revelé llegando hacia él y dándole un abrazo.
--Bárbara... Tenemos...-lo interrumpo negando varias veces con la cabeza.
-Yo sé lo que me vas a decir pero es algo que no puedo controlar. Mira yo de verdad estoy siendo totalmente sincera no quiero que nada malo te pase y mucho menos que sea por mi culpa-digo un poco triste por la situación que estamos pasando.
--Si, por eso tenemos que hablar-responde con urgencia.
--Te prometo que será la última vez que pierdo los estribos así de venir a tú casa. Ya sé que estás bien y que no te ha pasado nada malo pero necesito sólo una cosa antes de irme-expuse con una media sonrisa porque eso es lo que más deseo en éste momento.
Él respira profundo y veo algo diferente en sus ojos que nunca había visto y es que desde que entré lo noto muy diferente.
--¿Qué necesitas?-susurro con su mirada llena de deseo y observando todo mi cuerpo.
--Estoy necesitando de urgencia varios besitos por todos los lados ¿Cree que usted pueda complacerme señor Manckenzie?-pregunté con una sonrisa pícara y obviamente esperando su respuesta con ansías.
Él sonríe y asiente varias veces con la cabeza.
--¡Claro que la puedo complacer eso y hasta más!-exclamó llegando a mí para besarme y dirigirme hacía su habitación.
¡Estoy loca sí, pero loca de amor por este hombre! Llegamos a su habitación y nos subimos en un profundo y tremendo beso de necesidad y desesperación por mi parte. Él quita mi ropa con toda la calma y la tranquila posible ¡Y eso me desespera! ¡Ya quiero sentirlo! Dirigí su boca hacia mi cuello lentamente que muerde y me sorprende, observo y él todavía estaba vestido y procedo a quitarle su hermoso y caro atuendo con desesperación, recorro su tonificado cuerpo y es que este hombre es un ¡Dios griego!
--Linda está vez será a mi manera así que tranquila y disfruta-murmuró él en un jadeo llegando arriba de mí.
--¿Nos vamos?-preguntó él acercándose a mí.
--¿¡Cuando pensabas decirme que te habías revolcado con Natalia!?-pregunte más que furiosa, estoy dolida-. ¡Sólo quiero saber una cosa! ¿Eso paso hace poco?-cuestione muy indignada. ¡Porque me pasa esto a mí!
--Si, fue hace poco...-comentó bajando la cabeza-. Pero déjame y te explico. Yo te lo iba a comentar me tienes que creer por favor-expuso sumamente preocupado y nervioso.
--¡No te creo mí una sola palabra! Eres un maldito infeliz. Ahora entiendo porque no me podía comunicar contigo, pues claro... Te estabas revolcando con la cualquiera de Natalia. ¿Sabes qué? ¡Soy una estúpida! Sí, una estúpida por confiar en ti por expresarte mis sentimientos. Con esto he llegado a la conclusión de que todos los hombres son iguales, son unos desgraciados y no te quiero ver en mi vida-grite enojada, desesperada por toda esta situación.
--Necesito que me escuches, dame esa oportunidad mi amor-agrega llegando a mí para abrazarme pero lo detengo.
--¿¡Mi amor!? Soy todos menos tú amor, con esto que acabas de hacer se terminó nuestra relación y no sé si se pueda llamar así la verdad-murmuré muy triste y afectada-. Pero yo necesito saber que más ocultas, estaba tan ilusionada con esto-digo sin poder creerlo.
-- Prefiero decírtelo yo a qué te enteres por un tercero. Y es que Natalia está embarazada y ella dice que el bebé que espera fue el resultado de lo que viste en las fotos-reveló mirándome directamente a los ojos-. Te juro que te lo iba a comentar, yo de verdad siento algo por ti y me duele lastimarte de esta forma. Soy todo lo que dijiste pero tengo dudas yo no estoy totalmente seguro de que ese bebé sea mío-comentó desesperado y dando vueltas por todos los lados.
Y es que eso faltaba ahora. Natalia esperando un bebé de Cristóbal. ¿Algo mucho peor no? Todo esto me afecta, me afecta demasiado el solo pensarlo me pone muy triste.
--Ahora no quiero hablar y mucho menos contigo-exprese y salí sin mirar nadie.
Necesito tiempo, tiempo para pensar, para asimilar todo lo que está pasando en mi vida como en unos meses cambio todo. Ahora estoy perdidamente enamorado y él hombre que amo se acostó con una supuesta amiga de la infancia. ¿Por qué las personas buenas no pueden ser felices? ¿Ha? Todo esto está lleno de obstáculos y no sé si voy a soportar tanto.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: (COMPLETO) Mi Maldita Obsesión