COMPRADA POR EL JEQUE (COMPLETA) romance Capítulo 49

HELENA

Me duele el cuerpo, escucho a la gente hablar todo el tiempo, a veces escucho a Rajj llorar y decir que me ama y que es feliz con los tres.

Me confundo cuando dice tres.

No sé si estoy muerto, o lo que me pasa.

Finalmente entro en un sueño profundo y parece que mi cerebro pierde los sentidos.

Tengo los ojos cerrados, quiero abrirlos, pero no puedo.

Me pregunto si morí y me enterrarán, es que eso decían mis tías, que cuando morimos nuestro espíritu vaga, que tenemos que encontrar la luz, pero no se me ha aparecido ninguna luz, o es que tengo ¿sin luz?

¿Me quedaré en la oscuridad y me desmayaré de nuevo?

- Estoy muy feliz de tener a nuestros hijos, me gustaría que despertaras para darte esta noticia, se que estarás feliz, yo que nunca imaginé ser padre, le iba a pasar a Mohamed mi legado como Jeque y ocúpate de mis negocios, pero me trajiste de nuevo la luz para los ojos, ya se prepara su cuarto, aquí en el palacio...

- Quién te dijo que mi hermana se va a quedar aquí pendejo, solo estamos esperando que bajen las cosas en Brasil para poder volver.

- No me quitarás a mis hijos y ni siquiera a Helena.

- A ver si mi hermana se quiere quedar, después de todo lo que has hecho por ella.

- Quiero verla salir de aquí.

Y todo lo que escucho y vuelvo a mi estado de sueño profundo al menos creo que eso es todo.

Me duelen los ojos por la luz, la luz penetra en mis ojos, haciéndolos arder, parece que no puedo abrirlos.

Me acerco y ahí está, sentado en un sillón, muy cómodo por cierto, casi acostado.

Hasta que dormido parece un ángel y solo yo sé de lo que es capaz este ángel, y de lo que este ángel puede hacer con una mujer.

Lo miro acostado y pienso en todo lo que he pasado con él, el contrato, las noches de sexo, Dayene, las humillaciones de quedar fuera o de ser dejado en los eventos a los que asiste, todo lo malo que ha hecho Rajj. a mí. pasó, pero no puedo negar cómo ayudó a mi familia, la finca tiene máquinas nuevas, la cosecha será fantástica, sé que mi padre y mi hermano no aceptan bien esta condición, pero al menos Rajj ayudó a mi familia como él lo había prometido y ese era nuestro trato para pagar la deuda de mis padres y salvar nuestro lugar.

Miro mi barriga y la veo enorme, mi hijo todavía está aquí gracias a Dios, no entiendo muy bien lo que estoy haciendo aquí, parece que están en el palacio, la habitación donde me hospedé cuando estaba aquí. la primera vez sigue siendo lo mismo, veo electrodomésticos hay un pitido, hay una aguja en mi brazo, creo que me enfermé no sé todo es tan confuso, mi último recuerdo es de petter acercándose a mí atándome, siento mi cuerpo débil.

Mi único miedo es perder a mi hijo, ¿qué me pasó?, tengo algunos rasguños, moretones en todo el cuerpo, me duele todo, pero estoy viva.

Se mueve en su sillón, y se despierta y me mira y veo a un Rajj cansado, con bolsas debajo de los ojos, su barba es más grande de lo habitual, su cabello parece que no se ha cortado en mucho tiempo, pero sigue siendo hermoso.

Se levanta y viene hacia mí con ojos felices y lágrimas, eso no lo puedo negar, parece que Raj está feliz mirándome.

- Helena, gracias a Dios que te despertaste, pediré llamar al médico, un momento, solo iré a la puerta para pedirle al guardia de seguridad que la llame – dice y se dirige hacia allí.

Lo abre y le habla rápidamente a alguien y pone toda su atención en mí y me da una sonrisa que moja las bragas.

Está bien que no sé ni cómo lo estoy haciendo, pero ese hombre me mete todo el cuerpo, eso es lo que mete.

- Helena, ya viene el médico a ver cómo estás.

- ¿Qué pasó conmigo?

¿Y dónde estoy?

¿Es una especie de hospital?

- estoy confundida.

- Mantenga la calma, no se enfade, que viene el médico.

- Rajj me puedes decir donde estoy y que paso?

- Hablo con la voz alterada.

- ¡Cálmate Helena!

- Mira hacia la puerta - Me pregunto dónde se metió este doctor - se pone las manos en las caderas.

Nos interrumpe la puerta que se abre, y mi familia entra en esa charla habitual, pensar en un pueblo agitado.

- Hija te despertaste - Mamá viene a mí - Estoy tan feliz.

- Entonces hermana, que bueno verte despierta así, después de todo y mis sobrinos bien, quitándole a este idiota a su padre estoy muy feliz, siempre estaré a tu lado- dice mi hermano.

- Yo también estoy feliz de verte, solo quiero entender lo que me pasó - le digo.

Entra una mujer alta y muy hermosa, creo que esta es la doctora, hasta la doctora que atiende Rajj es hermosa.

Se me acerca y me hace un montón de preguntas y yo las respondo.

Y les dice a todos que aparentemente estoy bien y que ella necesita un poco más de tiempo para poder levantarme y seguir todas las recomendaciones para mis lesiones en el tobillo.

Pero podría ducharme y moverme en la silla de ruedas con tranquilidad.

Mis padres allí conmigo me trajeron consuelo, mi hermano pendenciero y Sophie, también pregunté por Matt y Alex, dijeron que vendrían a verme.

Rajj se quedó ahí a mi lado, por un momento se fue y luego volvió.

Nadie más me dijo mucho sobre mi accidente y lo que realmente sucedió y dónde estábamos.

El médico sacó agujas y dijo que si quería darme una ducha rápida, podía hacerlo.

Y yo quería, como quería sentir el agua de la ducha derramándose sobre mí.

Quería borrar mis recuerdos, pero sé que no lo harán, esos ojos me perseguirán por mucho tiempo y tengo que ser fuerte.

- Helena, gracias a Ala está bien y nuestros hijos también y quiero saber por qué no me dijiste del embarazo - se pasó la mano por el pelo - Pero primero te llevaré a bañarte primero y luego hablaremos.

Miró a todos en la habitación y como la autoridad que era, les pidió que nos dieran permiso para ducharnos y descansar.

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