VANESSA
- Vanessa ¿cómo llegaste aquí?
– me pregunta Helena.
Le conté que vi que cargaban a Rajj, y fui a buscarlo y cómo Rahiej me hizo ir con él diciendo que lo acompañaría y cómo salí corriendo y me cargó y me drogó y cómo me desperté allí con esta bomba.
- Helen, ¿estás bien, amiga?
- A pesar de todo lo que soy, solo necesitamos un plan - dijo susurrando - Aquí tenemos que tener cuidado, las paredes tienen oídos, y los oídos de Rahiej lo saben todo - hizo mostrando la carpa - Necesitamos contar con la ayuda de Alex.
En ese momento, el huracán Rahiej entra a la carpa, su presencia se vuelve asfixiante, parece impregnar todo el lugar.
Y viene hacia nosotros junto con una mujer con ropa que usaban las mujeres musulmanas pero su mirada era de maldad.
- Mira, el pendejo decidió presentarse y trajo consigo a la serpiente cobra.
- Hablador mide tus palabras conmigo.
- Van, por favor - dice Helena - No hagas más líos.
- Lo siento Helena no me pude resistir - le saqué la lengua.
La mirada de Rahiej era dura.
Pero mantuve mi nariz en el aire, no me menospreciaré por este idiota.
Se sentó en un sofá allí, y la serpiente que había venido con él comenzó a poner la mesa.
- Ven a comer.
Helen necesita comer.
- Rahiej ¿cuál es tu plan?
No haré nada para dañar a Rajj.
Y embarazada no puedo hacer mucho.
- Helena solo siéntate y come y habla, ¿no quieres comer?
- Claro que voy a ir quien rechace la comida, tú tongo.
Vi la mirada de Helena y su carita de satisfacción.
Claro que iba a comer me moría de hambre acababa de desayunar el otro día cuando me capturaron.
Comida rara, algunas deliciosas y otras no tanto.
Los tres sentados a la mesa sin ningún comentario, me iba a quedar callado por ahora, por el bien de todos.
- ¿Cómo está Álex?
Me gustaria que lo liberaras el no hara ningun daño y el sabe que nuestras vidas estan en riesgo puedes confiar en el no hara nada contra ti - le dice Helena al ogro.
- Alex sigue negándose a ayudarme, permanecerá en sus habitaciones debidamente detenido.
- Rahiej por favor, él es amigo de Rajj, se resistirá pero siempre estará a mi lado por mi bien y el de mis hijos, no haría nada para lastimarnos, por favor.
- Helena, no voy a repetir.
- Realmente eres un idiota, hombre.
¿Crees que va a hacer algo sabiendo que nuestras vidas están en juego? Me levanto y tiro un vaso de jugo sobre la mesa en la cara de Rahiej, que tiene odio en sus ojos.
- Helena contiene a tu amiga o la dejo con Alex – dice saliendo de la tienda.
un mes y medio despues
Incluso hemos perdido la noción del tiempo en este lugar.
La barriga de Helena se hace cada vez más grande.
Temo por ella y los bebés.
Como está embarazada de mellizos, me temo que vamos a tener problemas o querrán salir temprano del horno.
Rahiej sigue siendo el mismo de siempre, gordo y estúpido.
No ha venido a comer conmigo y con Helena desde el episodio del jugo.
Intercambiamos algunos insultos cada vez que nos vemos.
Quiero ir allí y golpearlo en la cara.
Pero mi tamaño no me lo permite.
Estoy cansada de ver a Helena llorando, a la vuelta de las esquinas, sin saber por Rajj ni siquiera que el futuro de ella y de los niños le espera.
Un día, escuché a Rahiej decir que incluso él no sabía dónde estaba Dayene con Rajj, ya que no volvieron a saber de ellos, lo siento mucho por ella y Rajj.
Todo es culpa de Rahiej.
Cae la noche en el desierto trayendo un agradable frío, diferente a todo ese calor.
Rahiej me trajo estos vestidos que usan las mujeres aquí, pero los corté todos y los reparé, el de Helena también, demasiado caliente para estar debajo de mucha tela.
El tipo comadreja lo odiaba.
Otra noche escuchando los sollozos de mi amiga, hasta que se durmió profundamente, estoy harto.
Ahora deberían ser alrededor de las tres y media de la mañana.
Salgo de la tienda con uno de mis camisones improvisados.
El guardia de nuestra tienda está sentado allí, medio dormido, y no me ve, así que me escabullo.
Me dirijo hacia la tienda de Rahiej, hoy escuchará algunas verdades.
Su tienda no tiene guardia, los tres están hablando, me escondo de ellos y entro, casi todo está apagado.
Sólo una luz de una lámpara.
Su carpa es similar a la nuestra, pero con tonos sobrios de un azul oscuro que predomina en el ambiente.
Está en su cama, durmiendo con un libro sobre su pecho y su cuaderno a su lado.
Sé que vine a discutir con ese hombre arrogante, y lamento que nos haya secuestrado y ayudado a la loca de Dayene, pero mis ojos me traicionan, un impulso repentino de tocar su pecho desnudo y recorrer los rinconcitos que tiene allí, un brazo fuerte detrás de su cabeza, sería una buena portada de revista.
Así que me siento frustrado conmigo mismo por encontrar hermoso a este hombre.
La manta alrededor de su cintura deja volar la imaginación y pensar en lo que esconde allí.
Se mueve haciéndome sentir aprensivo, si me encuentra aquí estaré en problemas, pero sigue durmiendo.
Pero necesito ver si hay algo que lo incrimine, así que muy lentamente me acerco a él y veo si realmente está dormido, paso mis manos por delante de sus ojos.
Me agarran las manos y arrojan mi cuerpo sobre la cama con ese bruto encima de mí apretándome el cuello.
- ¿Me querías matar Vanessa?
Bajé una de mis manos a su pecho, presioné el pezón de su pecho y pellizqué y Vanessa gimió, era música para mis oídos.
Que delicia ver a esa mujer gimiendo.
Bajé mi mano, hice círculos en su clítoris y ella arqueó su cuerpo, metí mis dos dedos en ella y la perra estaba húmeda lista para mí.
Moví mis dedos allí y él rodó ayudándome con los movimientos.
Esta mujer es muy caliente.
Retiré mis dedos y ella dejó escapar un gemido de insatisfacción, llevé mis dedos a su boca y ella abrió la boca y chupó.
Ahí no pude controlarme más, me acosté sobre ella, y le susurré al oído.
Todavía no me meto en eso.
- Voy a tener sexo contigo toda la noche y mañana no podrás caminar.
Mi miembro estaba en su entrada, y ella levantó su cuerpo haciéndolo entrar, era el permiso que estaba esperando, me hundí ahí, qué apretado y delicioso era.
Rompí el vestido por completo.
Dentro y fuera de ella, tan rápido escuchando sus susurros.
- Idiota ah rico, vaya ah eso.
Mordí sus pechos que estaban duros, mientras me hundía en esa mujer, con cada mordisco me hundía más y más hasta sentir su placer me sentía drenar.
Sal de ella, dame la espalda.
Se sentía como una muñeca en mis manos.
Levanté su cintura, sostuve sus brazos detrás de ella, la penetré, pensé que la iba a romper, tiré de sus brazos hacia un lado y empujé su cintura.
Sus gemidos mientras pronunciaba blasfemias y se entregaba a otro orgasmo.
Y me derramé en ella, aullando como un loco.
Su cintura se deslizó hacia la cama, y yo todavía dentro de ella me deslicé.
No quería salir de allí, dentro de ella, me quedé allí Con nuestras respiraciones jadeantes.
- Rahiej.
- ¿Mmm?
- Eres pesado, ¿sabes?
- Lo siento, no quería irme de aquí.
Me acosté de espaldas y Vanessa tenía el vestido roto, cuando se levantó de la cama, el cabello todo revuelto, los senos rojos, la cara de una mujer que acaba de tener sexo y le gustó.
Ella es hermosa.
Me miró tirado ahí desnudo.
Con mi miembro erecto, sus ojos de deseo se detuvieron en él, se quitó el resto del vestido, lo tiró al suelo y vino gateando por la cama como un gatito, pero el gato agarró mi miembro duro, y me hizo sentir como su boca estaba caliente, luego se detuvo y me montó.
Creo que la noche iba a ser larga, llena de sexo.
Esta mujer acabará conmigo.
Nunca la dejaré de nuevo.
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