Conquista Dominante: Mi Esposo Salvaje romance Capítulo 149

Pero ahora ella y Emilio se conocen desde hace cinco años. En estos cinco años, ella ha utilizado varios métodos, pero Emilio no está entusiasmado con ella. Su relación es muy plana.

Felicia incluso sospecha que su orientación sexual es anormal.

Felicia se queda paralizada por un momento. Emilio la ignora y ella sale del despacho frustrada.

Pero en cuanto abre la puerta, una figura cae repentinamente en su dirección.

Antes de que Felicia reaccione, la persona cae directamente sobre ella. No puede evitar exclamar.

—¿Tú? —Felicia frunce el ceño. Es la secretaria que debería estar en la recepción. ¿Por qué está en la puerta? ¿Acaba de espiar en la puerta?

Felicia adivina el propósito de la secretaria y su cara cambia. Le pregunta:

—¿Qué estás haciendo aquí?

—Yo... —La secretaria se levanta. Está tan asustada por Felicia que no sabe qué decir. Echa un vistazo a Emilio. Emilio se sienta frente al ordenador sin expresión y sigue trabajando. No presta atención a lo que ocurre aquí.

—¿Eh? ¡Explícamelo o no te dejaré ir! —Felicia mira fijamente a la secretaria y la regaña. Desahoga su ira con la secretaria.

Emilio los ignora y la secretaria se muerde el labio. Antes de que hable, Felicia la reprende:

—¿Qué estás mirando? ¿No me oyes?

Esta zorrita suele querer seducir a Emilio. En este momento crítico, se atreve a mirar a Emilio. Cada vez es más irrespetuosa. Si Emilio no está, quiere abofetear a la zorrita.

La secretaria está preocupada. Ahora Felicia la regaña y no está contenta. Mira enfadada a Felicia y le dice:

—¿Por qué me insultas con tanta arrogancia? Dijiste que mientras pudiera informarte de todas las personas y cosas con las que suele contactar el presidente, podrías dejarme permanecer al lado del presidente. ¿Vas a romper tu promesa ahora?

De todos modos, ella escuchó su conversación hace un momento. Sabe que Emilio está enfadado porque Felicia se ha arreglado con alguien de su entorno.

Es la que Felicia arregló. Está preocupada por si puede quedarse como secretaria. Ahora no soporta que Felicia la regañe con tanta arrogancia.

Va a decir la verdad delante de Emilio. No tiene miedo de ser despedida.

De todos modos, tarde o temprano, será despedida. No puede soportar a esta mujer hipócrita de hoy.

Es mala pero obediente frente a Emilio. Es la que más desprecia a esa mujer.

La cara de Felicia cambia cuando escucha a la secretaria. Mira con inquietud a Emilio. Parece que le atraen las palabras de la secretaria. Felicia se da la vuelta y dice

—¡No me calumnies! Yo no lo hice. ¿Qué pruebas tienes?

—¡Claro que tengo pruebas! —La secretaria levanta orgullosa su teléfono móvil mientras habla. Sonríe y dice:

—¿Quieres que le muestre al presidente el mensaje que te acabo de enviar? Ah, y los que te envié antes.

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