Conquista Dominante: Mi Esposo Salvaje romance Capítulo 154

—¿Oh? —Emilio piensa un rato y asiente con satisfacción. La elogia:

—Bien hecho. Sigue trabajando.

Luna recibe la aprobación de Emilio.

—Gracias por tu cumplido —Luna asiente y piensa en algo. Le recuerda:

—Es casi la hora de comer. ¿Quieres comer en la empresa o fuera?

Emilio mira su trabajo. Frunce el ceño y dice:

—hoy almuerzo en la empresa.

—Sí, presidente.

Luna sale inmediatamente de la oficina y hace un pedido. Menos de diez minutos después, un hombre sube con una caja. Luna se sorprende. Es eficiente.

El hombre deja la caja en el suelo. Luna la recoge y se dispone a ir al despacho de Emilio. Pero el hombre la detiene.

—Señorita, por favor, espere.

—¿Ah? —Luna mira hacia atrás y pregunta— ¿Qué pasa?

—¡Todavía no has pagado! —El hombre sonríe y dice— quizás eres nuevo aquí. Tienes que pagar en efectivo en el momento.

—...

¿Qué?

Luna le mira sorprendida. ¿El restaurante no trabaja con la empresa y se va a fin de mes?

—Lo siento. Por favor, espere un poco. Te daré el dinero —Luna deja la caja y quiere coger su bolso. Pero cuando llega a la mitad del camino, de repente piensa en algo.

Ayer bajó del avión y fue directamente al hotel a registrarse. No ha ido al banco a por el dinero. Ahora no tiene euros. Sólo tiene unos pocos euros.

Luna retira la mano avergonzada y sonríe. Parpadea y tose:

—¿Aceptan euros?

—¿Ah? —El hombre está un poco sorprendido. Su boca se mueve.

—¿Estás bromeando?

¡No estoy bromeando!

Luna está indefensa. Ella tiene que decir:

—Espera. Encontraré algo de dinero para ti.

Luna abre una puerta a voluntad y entra directamente.

¿Dónde debe buscar euros? Acaba de llegar a la empresa. ¡No es bueno pedir dinero prestado a los demás!

Luna está pensando cuando de repente suena una voz magnética. El hombre dice:

—¿Qué te pasa?

Luna se sorprende al escuchar la voz. Inmediatamente mira a Emilio y se da cuenta de que ¡ha abierto accidentalmente la puerta del despacho de Emilio!

—Nada, presidente. Me he equivocado de puerta —Luna está avergonzada, pero intenta mantener una sonrisa tranquila en su rostro.

Quiere abrir la puerta y salir, pero en cuanto se abre, vislumbra al hombre que espera fuera.

Al ver esto, Emilio no puede evitar sentirse divertido:

—¿Qué ha pasado? ¿Quién está ahí fuera?

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