Conquista Dominante: Mi Esposo Salvaje romance Capítulo 49

Luna se encuentra en la piscina. Se sorprende al ver que el agua acaba de inundar su pecho. Respira aliviada.

—Emilio, no creas que este problema va a poder conmigo. Lo conseguiré.

Luna comienza a moverse lentamente en la piscina para buscar la pulsera. De repente, sus pies resbalan y pierde el centro de gravedad. Se ha metido en el pozo profundo de la piscina.

—Ayuda... —Luna grita. El agua de la piscina le entra por la boca y la nariz en un instante, haciéndola aún más miserable.

Luna lucha. El rostro benévolo de su padre pasa por su mente.

—Papá...

El agua fría le entra por la boca y la nariz. Luna cierra los ojos y se hunde en el fondo de la piscina...

En ese momento, Emilio frunce el ceño mientras observa fríamente desde la distancia. No sabe que Luna no sabe nadar. Sólo quiere verla hacer el ridículo.

Pero cuando la piscina está completamente tranquila, Emilio se pone un poco nervioso. Se dice a sí mismo:

—¿Ha tenido un accidente?

El corazón de Emilio se acelera de repente. Empieza a sentirse nervioso. Camina rápidamente hacia el lado de la piscina y ve que todavía no hay movimiento en la superficie del agua. Sin pensarlo, salta al agua.

Luna es una mujer tonta. Su venganza aún no ha terminado. ¡Le prohíbe morir!

Pronto, Emilio ha traído a Luna de vuelta de la piscina. Luna está mojada por todas partes. Su ropa se adhiere a su cuerpo y muestra su figura. Sólo siente una sed en su garganta.

Pero Luna sigue en coma. Emilio le acaricia la cara. Tras confirmar que su vida no corre peligro, frunce el ceño e intenta llevarla a la habitación.

Entonces Luna comienza a murmurar:

—Mamá...

«¡¿Mamá?!»

Emilio se congela y hace una mueca.

Esta maldita mujer sigue pensando en su puta madre. Con eso en mente, Emilio simplemente la suelta. Tira a Luna al suelo y no tiene intención de llevarla de vuelta a su habitación.

—Me duele —A Luna le duele. Tose y parece dolorida.

Emilio echa un vistazo a Luna. Ignorando su expresión de dolor, hace una mueca de frialdad y se da la vuelta.

Luna está en coma cerca de la piscina. Siente frío por todas partes. Nadie viene a salvarla. Finalmente, se despierta porque hace demasiado frío.

Luna se envuelve con las manos. Abre los ojos aturdida. Se pone en cuclillas junto a la piscina y empieza a temblar y a apretar los dientes.

Luna mira a su alrededor y piensa en caer a la piscina. Pero no sabe quién la ha salvado del agua.

De repente se acuerda de la pulsera e inmediatamente mira la hora en el reloj que tiene al lado. El tiempo acordado con Emilio ya ha pasado y ella no ha terminado la tarea. No puede conseguir la matrícula.

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