Conquista Dominante: Mi Esposo Salvaje romance Capítulo 55

¡Eres una mujer barata, sucia y mal educada! ¡Eres una perra sin madre!

Luna se pone pálida con un comentario tan despiadado en la nota.

Al parecer, Macos percibe que le pasa algo. Se apresura a verla. Está muy enfadado.

Luna tiembla de rabia. Las palabras la hieren. Rompe la nota y se gira para bajar. Macos la detiene.

Macos llama al personal. Coge otro borrador y se lo entrega. Toca la cabeza de Luna con cariño.

Luna se sonroja. Está avergonzada.

Mariano los mira un poco sorprendido.

Por fin, Luna se apresura a salir del escenario y se relaja.

Mariano quiere preguntar por Macos. Pero Luna parece un poco infeliz, así que no le pregunta.

Luna parece haber notado la rareza de Mariano. Piensa que debe haberla visto con Macos, sobre todo cuando éste le tocó el pelo. Cierra los labios con fuerza.

Tienen mentes diferentes.

La larga ceremonia de apertura ha terminado por fin.

Mariano se estira hiperbólicamente al salir del vestíbulo. Sus ojos brillantes miran a su alrededor.

Luna está desconcertada. Coge a Mariano y le dice:

—Oye, hoy te noto misterioso. ¿Estás buscando a alguien?

—¡No! —Mariano entrecierra los ojos y saluda.

—Tiene que haber. Habla —Luna se queda mirando el destello de los ojos de Mariano y se ríe.

—En realidad, cuñada, estoy buscando a Julia.

Mariano se enfada de repente.

—Ha ido demasiado lejos. Debo encontrarla y darle una lección.

Luna le mira y dice:

—¿a dónde has ido? Estaba indefensa en el escenario. Si no fuera por...

Mariano continúa diciendo:

—Si no fuera por el hermoso hombre que apareció, estarías avergonzada, ¿verdad?—

Luna no responde.

Entonces Mariano se acerca de repente y dice misteriosamente:

—¿Pero quién es ese hombre?

Luna dice:

—No me malinterpretes. Macos y yo sólo somos...

A Mariano no parece importarle en absoluto la relación de Luna con Macos.

Se dice a sí mismo:

—Se llama Macos. Es el heredero de la familia Espiga. No esperaba que fuera muy guapo—. Mariano sonríe inconscientemente.

Luna siente que su sonrisa es un poco rara. Pero no piensa mucho en ello.

Sin embargo, lo que no espera es que Mariano hable directamente:

—Macos es bastante bueno. Me gusta mucho. Me atrae.

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