Conquista Dominante: Mi Esposo Salvaje romance Capítulo 62

—¿Cómo es posible? ¿Cómo puede ser? —Mariano se endereza lentamente. El sonido de la oficina sigue llegando a sus oídos.

Mariano sacude la cabeza con fuerza. Su cuñada...

—Luna, antes te apoyé. Pensé que era la culpa de mi hermano. Eres una zorra como tu madre. Le ocultas a mi hermano que estás con otro hombre —Mariano se muerde los dientes. Se decepciona y se da la vuelta.

Sin embargo, Luna y Macos en la oficina no se fijan en él para nada.

Luna cierra los ojos. Dice:

—Tengo tanto calor... Ayúdame...

Macos se queda atónito al oír a Luna decir ayuda. De repente, deja de desvestirse y su cuerpo se pone rígido.

Macos finalmente se da cuenta de la anormalidad de Luna. Su cuerpo está muy caliente y ella está confundida. Se le da un afrodisíaco.

Sus ojos se vuelven fríos. Macos piensa que Julia debe estar descontento con ella, por lo que le hace daño. Entonces llama inmediatamente a Julia.

—Hola... —Hay una voz femenina de postín en el teléfono.

—Soy Macos. Será mejor que vengas a mi oficina lo antes posible —dice Macos con frialdad, reprimiendo su ira.

Después de un rato, entra Julia.

Macos se acerca a mirar a Julia con desprecio:

—Siento decepcionarte. Lo que esperas que ocurra no ha sucedido después de todo.

Julia finge no saber nada. Sacude la cabeza.

—Decano, no sé de qué está hablando.

Macos interrumpe a Julia y ruge:

—¿Crees que soy un tonto? Dame el antídoto del afrodisíaco rápidamente.

Julia no cree que Macos no haya disfrutado de Luna pero quiere encontrar un antídoto para ella.

De hecho, esta vez su plan no es sólo para empañar a Luna. Quiere complacer a Macos. Lo que ocurrió en la ceremonia de apertura la última vez hace que Julia esté bastante segura de que a Macos le gusta absolutamente Luna.

Julia sigue aturdida. Macos levanta la mano y pretende golpearla. Es la primera vez que quiere golpear a una mujer.

Julia está sorprendida. No dice nada y saca el antídoto.

Macos toma el antídoto y le dice a Julia:

—Si hay algo malo con el antídoto, te castigaré.

Julia se ha quedado pálida por el susto de Macos. Intenta defenderse, pero Macos la interrumpe. —Ahora vete de aquí y no ensucies la oficina.

Julia no se atreve a hablar. Ella huye rápidamente.

Macos mezcla el antídoto con agua y se lo da a Luna.

El antídoto funciona. El calor del cuerpo de Luna disminuye gradualmente. Deja de jadear y de decir tonterías. Al cabo de un rato cae en un profundo sueño.

La luz de la luna sale lentamente por la ventana, y Luna finalmente se despierta con un gemido.

Macos la abraza con prisa y le dice:

—Luna, ¿estás mejor?

Luna se frota la frente con los dedos hasta que su visión se aclara. Cuando ve a Macos, se encoge de sorpresa. Baja la cabeza y se sonroja.

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