Al día siguiente, cuando Luna llega al colegio, encuentra algo inusual.
La mayoría de los alumnos se esconden de ella como si fuera un monstruo.
Y en clase, no hay nadie a su alrededor, excepto Mariano.
Luna está confundida.
Después de la escuela, Luna sabe la verdad.
Se entera de que la familia de Julia se ha arruinado de repente.
Por supuesto, los estudiantes creen que Luna se vengó de ella. No esperaban que Luna fuera tan cruel.
—Esta mujer es muy cruel.
—Es la esposa del señor Palacio. No te asocies con ella en el futuro.
—Aunque Julia es un poco excesiva, no debería tomar represalias contra su familia.
Cuando Luna lo escucha, se sorprende.
¿Lo hizo Emilio?
Luna va a casa y le pregunta a Emilio:
—¡Quiero preguntarte algo!.
Emilio se sienta en el sofá y mira a Luna. Enciende un cigarrillo.
—Dilo.
—Dijeron que lo hice, pero no lo hice. ¿Lo hiciste?
Emilio escupe un montón de humo blanco. No responde.
—No es asunto tuyo.
Luna dice:
—Bueno, no es asunto mío. Anoche mencionaste a mi padre. ¿Cómo está él?
Evidentemente, Emilio no esperaba que Luna cambiara repentinamente de tema.
Frunce el ceño.
—Ahora perteneces a la familia Palacio.
—Soy su hija de todos modos. Necesito saber sobre él.
—Entonces no deberías preguntarme a mí. Deberías preguntarle a tu madrastra —Emilio coge un cigarrillo y Luna tose.
—No es mi madre. No lo admito. Es mi marido. ¿No puedes decírmelo? ¿Por qué me lo ocultas? —Luna tiene algunas quejas.
Emilio apaga el cigarrillo y se levanta.
—No sé lo de tu padre, y no te lo diré si lo sé. ¿Estás satisfecho con esta respuesta? —El tono de Emilio vuelve a ser frío.
Luna aprieta los dientes y no dice nada.
¡Emilio, hijo de puta!
—¿Qué pasa? —Mariano se siente desconcertado y mira la pantalla del televisor.
En el telediario aparece una cara conocida. Es Julia, la presidenta del sindicato de estudiantes. Se sorprende cuando ve el titular.
—Una empresa familiar de esta ciudad ha quebrado y se sospecha que la hija mayor ha sufrido y se ha suicidado —Mariano lee el titular palabra por palabra.
—La noticia ha sido difundida. Debe ser verdad. Pero Julia parece una desvergonzada. Realmente se suicidó.
Luna está un poco apenada después del susto.
Aunque Julia y ella tenían conflictos y siempre avergonzaba a Luna, no debía morir.
Luna espera que Emilio no haya dejado en bancarrota a su familia, o se sentirá culpable.
Luna suspira ante su suicidio.
—Cuñada, eres muy amable. Realmente no debería haber muerto. Parece que no puede soportar el golpe —Mariano también está un poco apenado.
—Bueno, no es asunto nuestro —Luna apaga el televisor y vuelve a mirar a Mariano.
Pero pronto los ojos de Luna cambian. Encuentra un colgante de jade en el cuerpo de Mariano.
No es lo más importante. Ella siente que el colgante de jade es similar al que ha perdido antes. Pero, ¿cómo podría estar en Mariano?
Mariano también nota la confusión en los ojos de Luna.
—¿Qué pasa?
Este es su colgante de jade...
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Conquista Dominante: Mi Esposo Salvaje