Conquista Dominante: Mi Esposo Salvaje romance Capítulo 98

—Parece que quieres morir.

Emilio echa un vistazo a Abram. Su mejor amigo cae al suelo. Su ira estalla. Su ira parece incendiar todo el pabellón.

Aunque Emilio suele ser muy indiferente con Abram y a menudo lo ridiculiza, en su corazón considera a Abram como un verdadero amigo.

Si no, Abram no sabrá lo del padre de Luna.

Emilio no puede tolerar que los demás hagan daño a sus cosas, como los amigos.

Los pies del asesino empiezan a temblar. Aunque se enfrenta al emperador subterráneo de la ciudad, tiene la voluntad de sobrevivir y no puede rendirse.

Es más, sabe que Emilio no le dejará marchar.

Pensando en esto, el asesino cae al suelo y coge la bayoneta para apuñalar a Emilio en el cuello.

Pero Emilio se burla con desprecio. Agarra la muñeca del asesino y la retuerce.

Sus huesos parecen haber sido aplastados por Emilio y hacen un sonido crujiente.

—¡Ah!

Entonces el asesino muestra una mirada de dolor. Su cara se vuelve pálida por el gran dolor y da un grito.

Pero justo cuando Emilio cree que va a ceder, el asesino saca de repente otra daga e intenta apuñalar la mano de Emilio.

En cuanto Emilio se suelta, ve que el asesino de negro se da la vuelta de repente y se precipita hacia Luna.

—¡Cuidado! —grita Emilio inconscientemente y se precipita hacia Luna.

Luna siente que está soñando.

¿Se preocupa Emilio por ella?

Pero cuando Emilio se acerca a Luna, el asesino de negro se burla. ¡Se da la vuelta y pasa de Emilio como de un pez y sale corriendo por la puerta!

—¡Ah! —Entonces Anita grita en la puerta.

—¡Maldita sea! —Emilio sabe que el asesino le ha engañado. Sale corriendo y abraza a Anita, que le ha seguido hasta el hospital.

—Anita, cuida de Abram. Me iré un momento —Emilio mira a la asustada Anita y dice en voz baja. Va directamente tras el asesino de negro.

Cuando Emilio se va, Anita observa a Abram, que está gravemente herido e inconsciente, y a Luna, que no ha sido asesinada. Está enfadada.

¡Ese asesino es un inútil! ¡Ni siquiera puede matar a una mujer embarazada!

Ahora Emilio debe haber ido tras el asesino. Si sabe que ella contrató al asesino, será castigada.

¿Qué debe hacer?

Pensando en ello, Anita corre apresuradamente hacia la esquina más alejada. Saca su teléfono móvil y hace una rápida llamada a Juan.

Cuando se conecta el teléfono, Anita dice rápidamente:

—Contraté a alguien para matar a Luna. El asesino fracasó. Ahora Emilio va a por el asesino. Juan, te ruego que me ayudes. Si Emilio se entera, nuestro plan fracasará.

—¿Qué? ¿Intentaste matar a Luna sin decírmelo? —Juan está furioso y su voz se vuelve más fría.

Las manos de Anita tiemblan de miedo, pero coge el teléfono y dice:

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