Contratada para un Matrimonio romance Capítulo 12

(Melody Jhons)

Tras salir Rick de mi habitación, solo puedo cubrirme con las sabanas y llorar de tristeza, lo amo, me he enamorado de Rick, de su ternura conmigo, pero me cree una mentirosa y traicionera y en verdad lo soy, no por tener un amante como él cree, sino por omisión, pues debí hablarle de mis dos pequeños hermanos y no escóndeme para poder hablar con ellos. Mi estúpido orgullo y mi silencio han provocado la ira y el odio de Rick hacia mí; no puedo dejar de llorar y sin darme cuenta me quede dormida ya muy avanzada la noche.

Ya es tarde cuando despierto, y me levanto para ducharme, me duele todo el cuerpo y al verme en el espejo del baño, me doy cuenta de los moretones y marcas de mordidas que Rick dejo en mis brazos y mis senos; me meto a la ducha y me doy un baño caliente, para relajar mi cuerpo, tras el cual me siento ligeramente mejor, me siento y me maquillo un poco para que no note mis ojeras por la falta de sueño.

Cuando salgo, me encuentro a Rick sentado en el sillón de la salita, con la vista fija en un punto lejano.

-Buenos días Rick.- le saludo con un tono de voz tan bajo que no sé si me escucho, pero voltea a verme y me dice.

-Lamento mucho lo que paso, jamás me imagine que fueras virgen, de verdad lo siento mucho; ven siéntate por favor, no te quedes ahí parada, lo que paso anoche no debió de haber pasado, al menos no de esa forma; pero ya no lo puedo remediar, solo me queda pedirte que me perdones, pero como ahora eres mi mujer, la próxima vez, será diferente, te lo prometo, por supuesto ya no habrá divorcio, eres mía y quiero que lo sigas siendo, por el bien de los dos, trata de olvidar lo que hice y tratemos de hacer las cosas mejor, es probable que quedes embarazada y no te voy a dejar sola con un hijo mío.- dijo Rick, su voz se escuchaba sin emoción alguna y al ver que no digo nada, se altera mi grita.

-Contesta, di algo por favor.- lo observo detenidamente pensando mi respuesta por lo que digo.

-Yo también tengo algo que decir, tal vez yo provoque lo que paso anoche, no te culpo por nada de lo que hiciste, y si quedo embarazada, tampoco te culpare, pero no voy a vivir contigo, mucho menos a dormir contigo, no habrá una próxima vez.- lo digo seriamente y en un tono de voz calmado y sin emociones.

Puedo notar que mis palabras lo molestan, pero no puedo ceder, lo amo y hacer lo que dice sin que él corresponda mis sentimientos, solo me haría sentir como un objeto que se usa y se tira cuando ya no se desea más. Se levanta rápidamente y me toma fuertemente de los hombros y me sacude mientras con una voz de trueno me grita.

-Tienes un contrato firmado y si quieres romperlo te vas a ver en muchos problemas, y aunque no durmiéramos juntos, no nos vamos a divorciar y seguiremos juntos, te gusto o no, pues así lo quiero yo y no vamos a discutir más este asunto, y prepárate que regresamos a Londres hoy mismo.- dijo soltándome, para después tomar el teléfono pidiendo a recepción que enviaran a alguien a hacer el equipaje y que prepararan su cuenta. Y dejándome sola de pie en medio de la salita, se fue a su habitación cerrando de un portazo.

Ya no hablamos más y en silencio llegamos al aeropuerto, yo a cada minuto me siento más triste por lo sucedido y por la poca comprensión de Rick, pues amándolo como lo amo, no puedo decírselo, pues él no me ama.

Me siento deprimida y desanimada, pues mi tristeza es grande, como si cargara todo el peso del mundo sobre mis hombros y no encontrara la forma de liberar un poco de ese peso.

Cuando llegamos a Londres, nos estaba esperando una limusina, Rick abrió la puerta para mí y sin querer nuestros cuerpos se rozaron, y sentí como mi cuerpo reaccionaba templando de excitación, que ese pequeño roce había provocado, por lo que me senté lo más lejos posible de Rick.

(Richard Maxwell)

Tras Salir de la habitación de Melody y cerrar la puerta, la escucho llorar y eso me lastima. Voy a mi habitación pensando en la estupidez que he cometido.

No puedo creer lo que he hecho, jamás me imagine que podría llegar a comportarme de esa manera, se bien que fueron los celos los que me han acicateado a comportarme como una bestia.

La veo estrujar sus manos y tomar un largo respiro antes de escuchar su voz.

-Yo también tengo algo que decir, tal vez yo provoque lo que paso anoche, no te culpo por nada de lo que hiciste, y si quedo embarazada, tampoco te culpare, pero no voy a vivir contigo, mucho menos a dormir contigo, no habrá una próxima vez.- Dijo seriamente en un tono de voz calmado sin emociones.

Al escuchar lo que Melody me dice, me molesto, ella no solo no me culpa por violarla, sino que se adjudica la culpa por lo que yo le he hecho, no me desprecia ni me recrimina nada en absoluto, pero me rechaza fría y totalmente y levantándome como un resorte, me acerco a ella y tomándola fuertemente por los hombros sin medir mi fuerza comienzo a sacudirla mientras furioso comienzo a gritarle, amenazándola con el contrato que la hice firmar, recordándole que tiene una obligación conmigo y que deberá cumplirla le guste o no.

Y anunciándole el regreso a Londres me doy la vuelta y me dirijo al teléfono, llamo a recepción para ordenar que venga alguien a preparar el equipaje y que preparen mi cuenta. Y dejándola sola en medio de la salita, me voy a mi habitación dando un portazo.

Me siento frustrado, las palabras de Melody han terminado con mi muy ligera esperanza de conseguir su perdón y con ello, que me dé la oportunidad de ganarme su corazón, enamorándola, como debí hacer desde el principio, de hacerla mi mujer de forma suave y delicada, tal y como una mujer dulce y frágil como ella se merece, de hacerla vibrar de pasión y deseo como cuando estuvimos bailando, pero eso ya no podrá ser posible, al menos no por ahora; a menos que consiga que ella me acepte a su lado nuevamente. Por el momento lo único que puedo hacer, es ser fuerte y mostrarme frío, obligándola a vivir conmigo, así al menos podre tenerla cerca, escuchar su dulce voz y observarla de lejos.

No hablamos más y en silencio llegamos al aeropuerto; no puedo dejar de pensar en la única noche que he pasado con ella, el recuerdo de su cuerpo me hace estremecerme, pues el solo recuerdo de su suave y cálida piel me excita, la había hecho mía con pasión y deseo, pero se bien que más que pasión, había sido furia y aun así disfrute del cuerpo de mi mujer, pues aunque ella no lo me quiera, ella ahora es mi mujer; al observarla me doy cuenta de que Melody aún sigue teniendo ese aire virginal de antes, aunque ahora hay algo más en sus ojos que no se definir, será tristeza, melancolía y todo eso le pesa como si llevara una pesada loza sobre sus blancos y frágiles hombros; eso me causa un profundo dolor, pues se bien que yo lo he causado.

Cuando llegamos a Londres, ya nos estaba esperando una limusina, así que abro la puerta para que Melody entre y sin querer nuestros cuerpos se rozaron, me quedo tenso junto a la puerta, pues ese ligero roce lo he sentido como una fuerte descarga eléctrica, excitándome de inmediato., cuando al fin entro a la limusina, la veo sentada lo más lejos de mí que le es posible eso me duele. Pues me tiene miedo y posiblemente me odia y no puedo culparla.

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