Bruno Ferragamo
Estoy llegando a la compañía, mi beta Karino no a podido dar con el paradero de mi m*****a luna, ésta sería la primera vez que Karino se demora en darme información que le pido, él sabe que mi paciencia es casi nula, sé que está moviendo cielo mar y tierra para dar con ella, espero por su bien que sea pronto o aquí va a correr sangre
Cuándo entro a mi empresa puedo ver qué todos los empleados puedes oler mi mal humor, la mayoría de los que trabajan para la familia Ferragamo son lobos, todos desvían la mirada para no tener que enfrentarse con mi ira, tomé mi elevador personal junto a Karino, el lobo apenas abrió la puerta y salió disparado a prevenir a los cabrones de mis hermanos que llegué y que vengo que muerdo.
llegue hasta dónde estaba mi hermano menor, Adriano.
—¡tú! ¡vas a explicarme cómo le hiciste para joder el negocio con los Almanza! después vas a decirme cómo diablos lo vas a solucionar, ¿porqué me imagino que ya tienes otro capo que nos venda la mercancía que perdimos que tenga la misma calidad que la coca de los Almanza? después de unos segundos en los que Adriano no respondió, Bruno habló de nuevo, tu silencio me tranquiliza! dijo y terminó de entrar a su lujosa oficina dando un portazo
—Joder Karino! Bruno ni siquiera me dió un momento para explicarle la situación y el por qué se vino abajo la negociación con el creído de Cristian Almanza!
—Ya tienes otro vendedor Adriano? estás por comprar el cargamento de coca que necesitamos me supongo? por qué de no ser así vas a tener que chuparle el pito a Cristian Almanza para que considere venderte o de lo contrario Bruno va a desgarrarte la garganta!—dijo Karino.
—Soy su hermano menor! ¡él no puede hacer eso! le diré a mamá que su primogénito el perfecto Alfa Bruno me quiere asesinar
—¡Pues dile antes de que lo haga haber si alcanza a venir a evitarlo, por qué Bruno está incontrolable, todos aquí estamos corriendo peligro cachorro inútil!—dijo Karino.
—¡Suficiente!— rugió Adriano con su voz de Alfa, Karino bajó las orejas en señal de sumisión
—Lo siento Alfa Adriano, me disculpo, pero no bromeó en lo que digo, el Alfa Bruno está pasando por una situación complicada en éstos momentos—dijo Karino.
—¿Qué es lo que sucede con Bruno, Karino? ¡dinos! ordenó el segundo Alfa, tal vez podamos ayudarlo.—pregunto Patricio.
—Si pueden encontrar a su luna que huyó de su lado en la mañana muy temprano para que él mismo la asesine, entonces sí, si pueden ayudarlo...—dijo Karino
Un silencio sepulcral se hizo en la sala de espera dónde los tres hermanos Ferragamo se encontraban junto al beta Karino
—¿Tienes que estar bromeando Karino? ¿Bruno encontró a su luna y ella huyó de él? no te lo creo
—No me extraña nada que haya huido, Bruno es insoportable, ese Alfa endemoniado es capaz de comerse a sus propios cachorros cuándo los tenga, los Alfas Ferragamo eran violentos, amaban derramar sangre, podían follar en medio de ella sin inmutarse siquiera pero Mariano era un caso especial, era sádico y con gustos peculiares que guardaba cómo secreto sagrado solo para él.
—Lo dices cómo si no fueras capaz de hacerlo también, tú y Bruno son los peores Alfas que la familia Ferragamo a parido, son extraños al extremo, en cambio yo soy un Alfa adorable, todas las mujeres me aman y después está Narcizo reencarnado en Patricio ese cabrón solo tiene ojos para el mismo, si pudiera se follaría él mismo y se marcará cómo su propia luna ¡jajajajajaja!
Rafaela tomó su bolso y salió al casino más frecuentado de la ciudad, se distraería un poco además de hacer unas cuantas investigaciones acerca de unos posibles nuevos socios que la habían contactado recientemente, los Dracul! el apellido le saltaba un poco pero viniendo de Pensilvania tal vez era normal se dijo la bella mafiosa si darle mucha importancia
Apenas llegó y atrajo las miradas hacía ella, Rafaela no coqueteaba con nadie, era una mujer de negocios sería, llegó a una mesa dónde estaban apostando fuerte, diez mil dólares era la apuesta mínima, la mesa de black Jack tenía un puesto como si la estuviera esperando, Rafaela cambió sus fichas y apostó tranquilamente, al final de la mesa, el cerrador era Vladimir Drácul, quién apenas la vió fue como si una hermosa canción tarareara en sus oídos, ¿acaso era posible que hubiese encontrado a su tua cantante después de buscarla incansablemente por todo el mundo?
Para los vampiros su alma gemela la llamaban tua cantante por qué al encontrarla una hermosa melodía era escuchada solo por ellos, la había buscado tanto que ya había perdido la esperanza de tener a su alma gemela a su lado, hasta hoy que lucifer la puso al fin en su camino, más Vladimir no se imaginaba que antes que él, el poderoso Alfa Bruno Ferragamo la había encontrado primero
El juego siguió su curso, Rafaela perdió dos manos de veinte mil dólares pero había ganado un Black Jack, ella degustaba un vodka con jugo de arándanos, Vladímir tenía en su mano una copa de whisky, las delicadas y bien cuidadas manos de Rafaela hacían contraste con las varoniles manos del vampiro, un hombre de uno ochenta de estatura, una barba cerrada muy prolija el cabello que llevaba peinado hacía atrás era un poco largo y en su dedo anular y en el índice de la mano derecha dos extraños anillos llamaron la atención de Rafaela, uno era un zafiro azul y el otro era liso con una letras escritas
Uno de los jugadores se levantó perdido, para mala suerte de Rafaela su ex prometido Santiago se sentó a apostar, con él venía Samantha, su pareja actual y su ex mejor amiga
Carajo! que mala suerte! murmuró la bella mafiosa, lo último que quería era encontrarse a ese par de traidores, pero no les iba a dar el gusto de verla mal, ella siguió con lo suyo mientras que Santiago y Samantha gritaban de gusto cada que ganaban una apuesta
Vladimir la pudo escuchar con claridad, observó cuidadosamente los movimientos de su alrededor tratando de sacar conclusiones hasta que se escuchó al arrogante de Santiago decir
No sabía que te gustaba apostar Rafaela, o es que no hayas como olvidar que te planté en la iglesia apenas hace un par de días?
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