Desafiando al Destino: La Ternura de Mi Marido Dominante romance Capítulo 7

"Cris."

Guillermo y Lara intercambiaron miradas, ambos petrificados por un instante. ¿Cómo era posible que esa maldita chica despertara justo en ese momento?

Cristina lucía imponente con su vestido blanco de corte amplio, sus largos rizos castaños caían con despreocupación sobre sus hombros como algas marinas. Sus ojos brillaban con una claridad radiante y su piel era suave como la nieve, pero no había ni rastro de color en su delicado rostro, lo que añadía un toque de fragilidad y desolación a su belleza, una belleza que hacía palpitar los corazones.

Una pizca de envidia destelló en los ojos de Rosa. No podía evitar sentirse celosa cada vez que veía el rostro de Cristina. Nunca se cansaba de admirarlo.

"Señorita Cristina..." Pol se levantó del sofá con un evidente expresión de respeto en su rostro. La belleza de la señorita Cristina superaba con creces a la de su fotografía.

El anciano estaría muy satisfecho, pero ¿qué pensaría el señor Santiago? Mejor no anticipar nada, ya se vería con el tiempo.

Al ver la situación, Guillermo y los demás se pusieron de pie, forzando una sonrisa un tanto tensa para recibir a Cristina. Ella miró a Pol con una leve sonrisa en los labios.

"Señor Ribes, por favor, siéntese", dijo con elegancia, como si fuera la dueña absoluta de la mansión.

Pero solo ella sabía que su corazón no estaba tan tranquilo como aparentaba. Tío Pol era el padre de Jordi y el mayordomo de la familia Fuentes. Verlo significaba inevitablemente encontrarse con Santiago, el hombre que la había abrazado con desesperación en un acto de amor desgarrador.

Un amarga sensación invadió el corazón de Cristina. Pol se sentó, su sonrisa ahora más sincera que cuando estaba con Guillermo y los demás.

"Si no le importa, señorita Cristina, puede llamarme tío Pol, como lo hace Santiago", propuso con cortesía.

"Eh, sí..."

Cristina asintió con una sonrisa, con los recuerdos de toda una vida a cuestas, pero aún así le resultaba más natural llamarle tío Pol.

"Tío Pol."

"Cris," Guillermo miró a Cristina con el ceño fruncido, su rostro reflejaba preocupación. "¿Todavía te duele la cabeza?"

Observando la falsedad en la expresión de Guillermo, Cristina levantó ligeramente una comisura de los labios y respondió casualmente. "Mucho mejor."

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