Desde un matrimonio falso romance Capítulo 331

—Ya que la empresa lo ha dispuesto así, entonces la obedeceré —Mariana respondió con indiferencia.

El director miró a Mariana con gran alivio.

—¡Es bueno que lo entiendas! ¡Prepárate bien para esta misión con Noe Cantero!

Mariana asintió y salió del despacho del director.

Mariana comprendió que no podía resistirse a la decisión de la empresa.

Ella tenía que ser emparejada con Noe para esto.

Hay muchas cosas que Mariana y Noe no esperaban después de empezar a trabajar juntos en el diseño.

Ninguno de los dos podía hablar juntos en absoluto y había tantas ideas diferentes en juego que era imposible seguir adelante.

Mariana se inclinaba más por el estilo suave, ya que consideraba que así se obtendría la ebullición intelectual de este tema.

Sin embargo, los pensamientos de Noe eran los contrarios a los de Mariana, puesto que prefería los estilos europeo y americano.

Muchas veces, cuando Mariana intercambiaba ideas con Noe, la actitud de éste era clara y muy dura.

—Señor Cantero, ¿está usted seguro de utilizar ese estilo de diseño? —Mariana volvió a preguntar retóricamente mientras miraba fijamente a Noe.

Noe asintió con seriedad.

—Creo que así es como debería hacerse este asunto, pero, ¿por qué tienes que ser tan rigurosa?

—No me guíe por el libro. Es un tema sensual y sus diseños son muy buenos, pero los estilos europeo y americano no se adaptan a las mujeres asiáticas —Mariana frunció el ceño y expresó su preocupación.

Por primera vez se encontró con alguien tan obstinado en los prejuicios, que sólo se preocupaba por lo que pensaba y no por si la ropa se adaptaba a las necesidades del público y si sería aceptada por ellos.

Noe extendió impotentemente sus manos hacia Mariana.

—¡Parece que los dos no estamos de acuerdo en absoluto!

El director había estado siguiendo los progresos de Mariana y Noe durante los últimos días, pero descubrió que estas dos personas no se llevaban para nada bien.

Los dos también tenían estilos de diseño totalmente diferentes, e incluso sus opiniones diferían.

Si esto continuaba, sería muy difícil completar esta fase del diseño, lo que ha hecho que la cabeza del director duela cada vez más en los últimos dos días.

El director informó al asistente de Leopoldo sobre el asunto para ver si se podía hacer algo.

—Señor Castro, estas dos personas tienen diferentes opiniones y diferentes conceptos de diseño. ¡Veo muy difícil continuar este proyecto! —el director reaccionó con impotencia ante el asistente.

El asistente sonrió después de escuchar todo el asunto.

—Está bien, me encargaré de esto. Puedes salir primero.

Después de que el director se marchara, el asistente informó inmediatamente a Leopoldo del asunto.

—Señor Durán, tengo algo que informarle.

Leopoldo se frotó las sienes y abrió sus agudos ojos para mirar a su ayudante.

—¿Qué pasa?

—Es el último número del diseño. Nuestra empresa invitó a Noe Cantero y a Mariana a hacerlo juntos, pero los dos tienen opiniones diferentes y no son capaces de hablar o hacerlo juntos en absoluto.

A continuación, se guardó un momento de silencio en el despacho.

—¿Dos personas cuyos diseños simplemente no concuerdan?

—Bueno, el gerente está pasando un mal rato, dijo que cree que no hay muchas posibilidades de que no se complete el diseño para este tema —el asistente asintió como respuesta.

—Es bueno tener una diferencia de opinión y que los dos se enfrenten. Dile al gerente que los deje tener una competencia justa.

El asistente miró a Leopoldo con gran confusión.

—¿Competencia?

—Cada uno comercializará sus propios trajes —dijo Leopoldo.

Aunque el asistente estaba desconcertado, tardó sólo unos segundos en comprender lo que Leopoldo quería decir y se marchó.

Leopoldo miró el documento que tenía en la mano y volvió a pensar en Mariana.

El director volvió a su despacho con un dolor de cabeza. ¿Por qué siempre había un problema todos los días?

El asistente, que recibió la respuesta, le dio la noticia al director.

—Ya que los dos están en desacuerdo, que cada uno compita por un alto volumen de ventas —el asistente envió el mensaje al director.

—¿No agravaría eso el conflicto entre los dos? —el director se quedó perplejo al instante.

—¿Por qué deberían debilitarse? —el asistente preguntó con una sonrisa en la cara.

El director lo miró con cierta confusión.

—Esto...

Todo el ambiente se tensó mientras los dos discutían.

—Habrá una competencia de ventas.

—¿Competencia de ventas? —el gerente pensó que el término era realmente extraño.

—Se trata de que cada uno diseñará su propia ropa y luego se publicará para que la gente elija la que le parezca más bonita. ¡Así seguro que la persona que pierda estará convencida!

El director sólo se hizo una idea general de lo que significaba, pero consideró que el método debía funcionar bastante bien.

—Sí, se los comunicaré ahora mismo.

El director se dirigió inmediatamente al área de diseño.

Se encontraron dos personas sentadas, una al este y otra al norte, ninguna al lado de la otra y ninguna hablando con la otra.

Mariana, que solía dar a la gente la impresión de ser muy amable, estaba sentada con el ceño fruncido y dibujando en silencio.

—¡Ejem!

El gerente fingió toser dos veces y luego se dio cuenta de que nadie le prestaba atención, así que tuvo que entrar.

—Este es el trato, ¡ahora mismo harán una competencia de ventas! Ustedes dos publicarán su ropa diseñada y la venderán. ¡El que tuvo las menos ventas tendrá que escuchar al que vendió más!

—¡Bien! —Noe aceptó inmediatamente.

Mariana frunció un poco el ceño con desaprobación, pero debido al frenético guiño del gerente, asintió también con mucha impotencia.

—De acuerdo.

Después de que Noe se marchara, el director amonestó a Mariana unas cuantas veces más.

—Prepárate bien. Yo volveré primero, y tú prepárate bien para los próximos días.

Dejó a Mariana un tanto taciturna mirando los dibujos del diseño.

No le gustaba el concepto de diseño de Noe, que era demasiado ornamental sin tener en cuenta la practicidad. Pero... La filosofía de diseño de cada uno es diferente. Mariana sacudió ligeramente la cabeza.

Después de una semana de preparación, la competencia se desarrolló como estaba previsto.

Mariana no tenía una modelo a su lado, sino que se hacía las fotos ella misma con su propio diseño.

Por otro lado, Noe trajo especialmente a una modelo extranjera para que llevara la ropa que él había diseñado.

Todo el mundo esperaba con impaciencia este paquete de ventas.

Las imágenes de la preventa de los dos habían empezado a aparecer en Internet, y la gente se apresuraba para ser la primera en verlos cuando se enteraran de la noticia.

No obstante, después de ver el diseño de Noe, la gente pensaba que el vestido era muy bonito, pero cuando lo miraban más de cerca, se daban cuenta de que no les quedaba tan bien.

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